Ｓｕｅñｏｓ

𝑺𝒊𝒙

Evangeline Lumière.

Una vez llegamos con ellos Alice me rodeó por los hombros con su brazo. — Ok, Jasper ella es Eva. — dijo señalándome. — Eva, él es Jasper. — el chico solo dio un leve asentimiento de cabeza al igual que yo. — Al resto ya la conoce. — me tomó de los hombros y me empujó hacia abajo para que me sentara. — Tú te sentarás aquí y yo...— fue al lado de Jasper y se sentó junto a él. — ...Aquí.— termino con una sonrisa.

Al voltear a mi izquierda donde se encanta Rosalie y le sonreí un poco al igual que ella a mí. Al voltear a mi derecha pude ver que estaba al lado de Edward quien tenía la cabeza baja parecía estar nervioso, ni siquiera me miró.

"Que descortés."

—Hola. — salude tímidamente mientras dejaba mi bandeja en la mesa. — ¿Como están? — pregunte casi en un susurro.

—¿Nerviosa zanahoria? — pregunto Emmett con una sonrisa.

Rosalie le dio una mirada severa. — No la molestes, Emmett. — lo regañó y se volteó a verme. — Me encantan tus zapatos, ¿Donde los compraste? — preguntó señalándolas.

—Son botas Prada de edición limitada. — hablo Alice antes de que pudiera siquiera abrir la boca. — ¿Puedes creerlo? Son geniales y muy hermosas. — iba a seguir hablando, pero su pareja la interrumpió.

—Alice, creo que sería mejor que ella responda. — hablo con voz tranquila y serena.— ¿No crees? — quería seguir hablando, pero Emmett lo interrumpió.

—¡Si! Mírala. — me señaló. — Está más roja que su cabello. — río un poco.— Parece que se pasó de rubor. — se carcajeó.

—Y tú te pasaste con los esteroides. — Dije mirándolo. — ¿No crees, fortachón? — esta vez Emmet no se río, pero sus hermanos sí.

—Esa es buena, Eva. — me halago Edward.

—Gracias. — le sonreí un poco y miré a Jasper. — ¿Siempre eres tan callado? — le pregunté.

Él iba a hablar, pero Emmett se le adelantó. — Jasper les tiene pánico a las personas, ¿A qué sí, Jass?— dijo palmeando su la espalda con fuerza.

—Si, algo así. — dijo sacando el brazo de su hermano de su espalda.

—¿Como...?— Edward empezó a hablar un poco bajo y me volteé un poco hacia el para escucharlo mejor. — ¿Como has estado?

—Oh, pues, muy bien. — le sonreí. — Con mucha tarea por delante, ¿Y tú? ¿Como has estado? — mentiría sé dijera que no estaba nerviosa.

—No me quejo. — respondió. — ¿Quieres? — me tendió un postre de pudín.

—¿Tu no lo quieres? — pregunte un poco insegura. Él negó.— ¡Yupi, pudín! — tomé el potecito y comencé a comerlo.

Él rió un poco.— ¿Esta rico? — ladeo un poco la cabeza.

—Sip— asentí. — ¡Todo lo que tenga chocolate es rico! — dije sonriendo.

Luego de eso pasamos hablando y hablando de diversos temas con Emmett, Alice y Rosalie estuvimos hablando del baile, los vestidos, entre otras cosas más.

—¿En serio no vas a poder ir? — preguntó por décima vez.

—Nop. — conteste. — No podré ir lo siento. — me encogí de hombros.

—¿Algo en especial? — pregunto Rosalie.

—Mmm... Si. — respondí.— Un familiar vendrá de visita para verme. — aclare.

—Oh, pero puede esperar una noche más para verte, ¿Verdad? — el entusiasmo de Alice me daba entre alegría de que alguien se preocupe porque valla al baile y por otro lado me daba pena de no poder ir.

—Alice. — la reprendió Edward. — Ya dijo que no va a ir.

Ella asintió. Al rato Jasper, para sorpresa de todos, saco otro tema de conversación sobre la escuela y demás. De vez en cuando miraba de reojo a Edward y podría jurar que parecía no estar respirando ni parpadeando.

"¿Damon Salvatore eres tu?" Reí para mis adentros.

Volví mi concentración a la conversación e intenté integrarme un poco, lo cual no fue difícil ya que estaban hablando de videojuegos. Luego de otro cambio de conversación Alice empezó a preguntar por mis atuendos, Rosalie por mis zapatos, Emmet por como cuidaba mi cabello, mientras que Jasper y Edward permanecieron en silencio.