𝑻𝒘𝒆𝒏𝒕𝒚 𝑻𝒘𝒐

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Evangeline Lumière

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Evangeline Lumière.

Apenas llegamos a la casa empecé a sentir un poco de pánico. A sus hermanos ya los conocía y al doctor Cullen más o menos, pero realmente quería caerle bien a su madre.

—¿Nerviosa? — preguntó con una sonrisa.

—Ansiosa... — corregí. Edward salió del auto y se acercó a mí puerta para abrirla. —Siempre tan caballeroso. — le sonreí.

—¿Cómo evitarlo? — también sonrió.

La casa por fuera era grande y moderna, totalmente diferentes a lo que pensaba. Tiene muchas ventanas y un pequeño porche muy bonito. Edward abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarme pasar.

—Señorita Lumière.

—Señor Cullen. — dije entrando a la casa y mirando todo a mi alrededor. — Esto es increíble.

—¿Te gusta? — pregunto sacándome mi campera.

—¡Si! Es tan luminoso y espacioso. — dije dando una ligera vuelta en mi lugar.

—¿Que esperabas, ataúdes, fosas, sótanos?

—No, sin fosas. — sonreí. — Tal vez decoración más oscura... — me encogí de hombros.

—Aquí no debemos escondernos. Es el único lugar donde somo nosotros mismo. — explicó. — Además, Alice ama mirar el bosque.

—Con vistas así. — dije mirando por un ventanal. — A cualquiera le gustaría.

—Ven... — tomo mi mano y comenzamos a subir las escaleras. A lo lejos se oía una muy linda melodía y como varias ollas se golpeaban entre si. — Les pedí que no hicieran esto... — suspiro.

Edward se asomó por la puerta de la cocina y yo me asomé detrás de él. Una mujer joven, castaña y de ojos amarillos se acercó a nosotros.

"Me recuerda a los años 20"

—¡Evangeline! Estamos haciendo comida italiana para ti. — dijo con mucha emoción.

—Lin, ella es Esme, prácticamente mi madre. — la presentó Edward.

Buongiorno, signora Cullen, come sta?— saludé.

Meraviglioso, e la tua bambina? E per favore chiamami Esme. — respondió amablemente.

Sto benissimo, grazie per averlo chiesto a Esme. — ella sonrió de oreja a oreja.

—Se te da muy bien el italiano. — halago.

—Me gusta aprender idiomas. — me encogí de hombros.

—Gracias a ti usaremos la cocina por primera vez. — dijo el señor Cullen mientras picaba algo.

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