The Ways of the Universe [ChanBaek]

Extra I: Ser amado

"Arriba, arriba. Vamos, ¿es eso todo lo que tienes? ¿Este es el siguiente recluta por obtener sus dos estrellas? ¿Eres realmente capaz de portarlas?"

KyungSoo respiró una, dos veces mientras escuchó todo eso que le fue dicho a una distancia propicia. Si se consideraba que su entrenador estaba parado al apremiarle con esas palabras tan poco conciliadoras y él se hallaba todavía en la colchoneta recuperando el aliento luego de haber recibido una paliza, realmente todo parecía estarse viendo bajo el agua.

Sentía su cara amoratada, por su ceja ya escurría un hilillo de sangre luego de haber sido reventada, y sea como fuera que hubiera recibido el último golpe, probablemente acababa de ser tan grave para romperle la nariz, porque no podía respirar como antes, y la sangre que se saboreaba en su boca se lo estaba dejando mucho más claro.

Los golpes en su rostro no eran todos, su cuerpo también escocía, se sentía magullado y estaba seguro de que quizá, aunque nada estuviera roto, algo necesitaba atención urgente.

Sin embargo, una vez que su entrenador se acuclilló a su lado y alcanzó su oreja para susurrarle, algo en KyungSoo simplemente no pudo dejarse rendir con la facilidad que su persona le exigía.

"¿Eres realmente el siguiente en la línea para ser nombrado cadete? Qué decepción, el Sistema seguro se ha ablandado tanto, porque alguien como tú definitivamente no debería proclamarse merecedor de esas dos estrellas. Deberían regresarte a casa, chico, con la escoria que se fue llorando con sus mamis por el trato difícil que no pudieron tolerar en este campo. Pero así es la guerra, ¿lo sabías? Y no importa cuántas historias de astronautas y exploradores del espacio te hubieran leído tus papis para dormir, nada de eso tiene comparación a la forma en la que hordas alienígenas piensan descuartizarte por el simple hecho de llevar el uniforme en una nave humana. Si no eres capaz de terminar una pelea conmigo, ¿cómo piensas hacerlo en un verdadero enfrentamiento?"

La sola mención de una casa, sus padres, y más que eso, la insinuación de ser un bueno para nada estaba cobrándole duro a KyungSoo. No era que no lo admitiera, porque estaba derrotado en el piso, pero una parte de su orgullo todavía quiso demostrar lo contrario, y esa misma voz del entrenador en su cabeza retumbó de tal manera que no le pudo hacer más que apoyar sus manos sobre la colchoneta.

«Arriba. Arriba. Arriba. ¡Arriba!».

Fue tambaleante, sus músculos sin duda le exigieron demasiado al momento de movilizarse, pero una vez que sus rodillas tocaron de nuevo la superficie y vio por el rabillo del ojo cómo su entrenador le daba espacio al reincorporarse, finalmente sintió la fuerza regresar para ponerse sobre sus dos plantas, aunque fuera con una ligera cojera y una espalda muy inclinada.

Sorbió por la nariz e ignoró el sabor de la sangre en su boca o la forma en la que esta misma le cubría parte de su visión, y cuando vio con un solo ojo a su entrenador a solo un metro de distancia, puso las manos arriba, con puños listos para la defensa.

Respiró de nuevo. Una, dos veces, antes de asentir, seguro de la siguiente paliza. De menos debía demostrar que, con un cuerpo derrotado, podía mantenerse en pie frente a su contrincante.

Su entrenador rio, pero en lugar de recibir otro golpe a su cara por esa gran mano, la posicionó sobre su hombro y le otorgó una sonrisa.

"Jodido hombre, sabía que estaba en ti ese instinto de lucha kamikaze. Bienvenido al Sistema de Seguridad Intergaláctica, KyungSoo, has pasado la prueba como cadete. Agendaré pronto tus papeles para que tu ceremonia de reclutamiento se dé con el grupo más próximo a salir."

Parpadeó, totalmente confundido, pero una vez que entendió aquellas palabras, bajó sus manos y miró a su superior. Incluso cuando el hombre fuera menor a él, un simple menor de edad, le tenía un gran respeto, porque llevaba una posición más elevada a la suya y cargaba mayor experiencia, y él, que solo había entrado al entrenamiento del Sistema de Seguridad hace menos de dos años, ahora estaba finalmente recibiendo el puesto que tanto esperaba.