Capítulo 1: ¡Bienvenidos a Lumiscia!

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BaekHyun despertó con la diminuta luz del sol que atravesaba su ventana y pestañeó varias veces al notar que el día había comenzado, por lo que ya era hora de que él iniciara sus actividades. Sabía que tenía una reunión en el Concejo, por lo que debía alistarse rápido si no quería llegar tarde. Sus padres detestaban inmensamente la irresponsabilidad y a quienes no tenían decencia en cuanto a sus horarios.

"Buenos días, MongRyong, ¿has dormido bien, mi querido invitado?" BaekHyun se dirigió a su mascota más reciente, un pequeño bubble anaranjado, bastante esponjoso por el corte que ya necesitaba su pelaje, pero al ignorar eso y solo acariciarlo entre sus diminutas orejas con forma puntiaguda, sonrió al notar el gusto del animal que le mandaba mediante vibraciones.

Lo dejó cuando debió levantarse de su cama para dirigirse hacia su bañera, donde tomaría una rápida ducha. MongRyong, sin embargo, era un bubble bastante curioso y siempre terminaba siguiéndole al flotar a su alrededor.

Realmente BaekHyun no tenía problemas con eso, le parecía adorable el que, quien llamara como su 'invitado', siempre estuviera ahí, cerca de él, y mayormente siendo su confidente o un guardián cuando más lo necesitaba.

A pesar de la apariencia pequeña y tierna, los bubbles no debían subestimarse por otros, eran criaturas fieras y territoriales para con sus dueños, y para la suerte de MongRyong, BaekHyun sí que era un dueño interesante.

Al ser el príncipe en Lumiscia, BaekHyun no estaba acostumbrado a verse rodeado de muchos amigos. Era cierto que tenía que tratar con sus habitantes y debía saber relacionarse con cualquier persona, pero su alto rango y la protección que recibía a causa de sus padres le daba imposibilidad de hacerse de seres cercanos a él, sin mencionar a toda su escolta de guardaespaldas que de vez en cuando le seguían—o mayor parte del tiempo, a veces, BaekHyun no los veía al estar ocultos.

Quizá por ello sus padres de igual forma habían permitido que conservara a MongRyong, porque, aunque los bubbles a veces eran animales salvajes o mascotas de muy bajo rango, siquiera él había demostrado saber dominarle y era su excusa para no darle importancia a su falta de amigos.

Aunque, no debían malinterpretarlo, BaekHyun sí tenía amigos, solo que eran tan pocos que apenas sabía contarlos con los dedos de su mano—sí, eran cinco en cada mano—, y entre ellos era una cantidad menor los que no hubieran sido impuestos por sus padres ante su título o con quien realmente sintiera tener confianza.

De cualquier modo, eso ya era cosa de todos los días. BaekHyun no tenía reales quejas en su vida, él vivía bien, habitaba en un espacio propio, podía realizar sus actividades, tenía su debida educación y, hasta que no llegara el tiempo en que su sucesión se viera cerca, él no debía ocuparse aún de ninguna responsabilidad para con el Pueblo. Aunque sí hiciera algunas por su cuenta.

Salió de su ducha, sin tener que preocuparse por el agua que recubría su cuerpo al secarse cuando ya se había desaparecido por absorberse bajo su piel, lo que le hidrató y le dio el brillo necesario a su rostro en cuanto le vio sobre su espejo, aunque a él le gustara añadirle sus propios efectos.

"Oh, gracias, MongRyong, eres muy amable," BaekHyun sonrió al recibir sus prendas por el bubble flotante, a quien recompensó con otras caricias y una pequeña roca brillante. Se fijó antes de que nadie estuviera por ahí viéndolos. "Shh, no digas nada, come esto, pero que nadie se entere."

El bubble quizá asintió, pero eso no preocupó a BaekHyun cuando ya había básicamente aspirado el pequeño diamante de uno de sus aretes que recibió como regalo por su compromiso—sabía realmente que nunca lo usaría por más que la gente dijera que eran muy hermosos y elegantes, además de ser lo último en la moda para los Luminians de clase.

The Ways of the Universe [ChanBaek]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang