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"Muy bien, hoy continuaremos nuestra última lección sobre la teoría de Gale".

El viejo profesor se frotó el bigote.

"Muy bien, todos abran sus libros en la página 73".

Hoy estaba de nuevo al fondo de la clase. Estaba aburrida porque ya había aprendido todo eso.

"Como expliqué la última vez, la teoría de la relatividad también puede aplicarse a la magia..."

Espera... ¿pero qué nivel de clase era este?

Miré alrededor de la clase y vi al hermano de Hari Earnst en la esquina trasera del aula.

Esa persona tenía la misma edad que Heikel si mal no recuerdo, ¿verdad? Entonces esta clase era para jóvenes de 17 años. Vaya, ¿entonces Heikel había aprendido cosas, que los jóvenes de 17 años aprenden, cuando él tenía 10 años? ¿De verdad?

Huhu... Me reí con incredulidad ante la injusticia de este mundo. No, ¿no era esto completamente injusto? Incluso si se trataba de un personaje principal, distribuyeron habilidades de forma...

"Bistec... Yum".

Sí, de bistec... Espera, ¿qué? ¿Bistec?

Miré a mi alrededor por el murmullo que escuché de la nada. ¿Hm? ¿Alguien hablaba mientras dormía?

Otros estudiantes también empezaron a buscar el origen del bistec.

"No, sin tortilla... Bistec... Mmm".

Y me di cuenta de que el sonido provenía de un chico castaño que estaba encorvado en su pupitre.

Era el hermano de Hari, quien tenía la cabeza caída desde el inicio de la clase.

Bueno... era la clase después de la hora de la comida, justo a mitad de la tarde, y hacía un buen tiempo primaveral. Si escuchara esta clase tan aburrida, supongo que tendría sueño.

Cuando aprendí esta sección en el Palacio Esmeralda, no pude evitar dormitar de lo aburrida que era.

De cierta forma lo envidiaba, ya que no pude dormir tampoco ya que me estaban enseñando de forma individual. No sé cuántas veces tuve que pellizcarme las piernas para mantenerme despierta.

Comprendí a los estudiantes del salón y los miré con ojos de lástima.

¡Bang!

Pero entonces, el hermano de Hari Earnst se levantó de su asiento.

"¡Mesero...! ¡No un omelette, sino un bistec! ¡Bistec!"

La fuerte voz resonó en la silenciosa aula de clase.

Los estudiantes lo miraron con la boca abierta. Algunos miraban al profesor para ver su reacción.

"Pasa saliva. ¿...Hmm?"

El hermano de Hari... creo, Carvelle Earnst, frunció el ceño con una cara todavía somnolienta. Espera, ¿se estaba limpiando la baba ahora mismo?

"Carvelle Earnst..."

Una voz fría y asentada perforó los tímpanos de todos. ¿Estaba loco el profesor del bigote?

"¿Hmm? Profesor, ¿ha visto mi bistec?"

Sólo Carvelle Earnst no fue capaz de entender lo que estaba pasando. Miró confusamente a su alrededor y preguntó al profesor dónde estaba el bistec.

Y el profesor señaló la puerta mientras decía:

"Salga".

Oh, esta afuera! ¡Gracias, profesor!"

Casi me reí a carcajadas. Pero no era sólo yo. Todo el mundo estaba tratando de contener la risa.

No podía culparlos. El profesor le había dicho que abandonara el aula porque no merecía escuchar su elaborada clase, pero Carvelle se marchaba dándole las gracias por decirle dónde estaba su amado bistec.

Realmente salió con prisa de la clase. La cara del profesor se puso roja y tembló del enojo, y todos los alumnos tenían caras extrañas intentando aguantar la risa.

Entre ellos, yo también tuve que luchar para contener la risa.

*****

"¿Viene mucho por aquí? Puedo ayudarle si hay un libro que busca".

Miré sorprendida hacia la dirección de la voz. El trabajador de la librería me estaba mirando.

"¿Supongo que le interesa la magia?"

Uy, me han pillado.

Pero sí, leí demasiados libros sobre el tema.

Venía aquí a menudo porque era la librería más grande de Atlanta, y parecía que había llamado la atención del trabajador.

No olvidaba que Claude también envió piedras de observación a Atlanta.

Pero según lo que dijo Hari en el almacén, era algo que sólo se entregaba a las familias nobles y reales.

"¿Tiene algún libro sobre magia que tenga que ver con el cerebro?"

"¿Magia del cerebro?"

"Mm, así como la magia que tiene que ver con la memoria de las personas..."

Le pregunté al trabajador de forma vacilante. Había pensado que debía preguntárselo a él ya que no podía encontrarlo en la biblioteca de la escuela ni aquí por mi misma.

Pero el trabajador hizo una pausa y me preguntó en voz baja.

"Señorita, ¿le interesa la magia oscura?"

Fue mi turno de hacer una pausa. La magia negra estaba prohibida en Obelia, así que ya no se podían encontrar libros sobre ella. Todo gracias a que el anterior rey de Obelia, quien era un tirano, había utilizado la magia negra.

Y la utilizó para matar violentamente a la gente y castigar a los que entraban en su territorio.

Ahora, Claude la había prohibido en toda Obelia. No era del todo ilegal, pero el continente la consideraba una actividad tabú.

Así que entendía la mirada del trabajador.

"No estoy segura, pero ¿toda la magia relacionada con los recuerdos tiene que ver con la magia oscura?"

"Si, hasta donde yo sé".

"Pero no todo, ¿verdad?"

"Si se trata de buscar alguna teoría..."

El trabajador buscó entre sus cosas aún mirándome con recelo y me dio unos cuantos libros.

Los hojeé, pero no tenían la información que quería. Me decepcioné.

Pero lo que me dijo, seguía dando vueltas mi cabeza.

Entonces, la magia oscura podía traer recuerdos perdidos.

Pero cuando salí de la tienda, el trabajador me detuvo.

"El libro que quiere podría encontrarse aquí".

Y antes de que pudiera reaccionar, se dirigió a otro cliente como si nuestro negocio hubiera terminado.

Salí de la tienda con un papel doblado.

P. E. Where stories live. Discover now