P. E.

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Claude me levantó y me puso en el carruaje.

Viendo a Félix con una expresión de contener su risa, pude saber que no era yo quien escuchaba cosas.

"Pfft".

Sonreí a Claude que estaba sentado a mi lado.

"Llegas tarde, papá. Ya lo he escuchado de alguien más primero."

"Entonces, ¿quieres que me retracte?"

"Hehe".

Al igual que lo que dijo Lilly, fue un gran debut.

*****

"Lalalala".

Esa noche, estaba tarareando de pie en el balcón.

Fue después de Claude se fuera al Palacio Gannet.

Lilly me puso en la cama y dijo algunas palabras antes de irse, pero hoy no pude dormir, así que lo que hice fue rodar sobre la cama.

Fue entonces cuando escuché un susurro a través del viento.

"Hmm. Pensé que ibas a llorar. Esto no es divertido."

Volví mi cabeza a esa voz familiar y vi a Lucas con su pelo negro bailando en el viento. Fue una aparición repentina, pero no me sorprendió mientras le respondía.

"¿Por qué iba a llorar?"

"Arruinaste cuatro de mis muñecos de papel".

¡Ack! ¡Mi oscura historia! Estaba hablando de mi compañero de práctica de baile.

"¿Por qué has sacado el tema? ¡Estaba pasándola bien!"

¡Eso no fue mi culpa! ¡Me hiciste bailar con el muñeco de papel en primer lugar! Pero Lucas sólo se rió de mí.

"¿Ves? Sabía que lo harías. Di la verdad. Tu padre dijo que nunca más iba a bailar contigo, ¿verdad?"

"No. Nadie dijo eso."

¡¿Entonces ese bastardo ya sabía que iba a pisar el pie de Claude?! Eek. ¡Deberías habérmelo dicho antes!

"¿Qué...? Parece que también bailaste con otras personas".

"Qué te pasa, había muchos que querían bailar..."

"Entonces, ¿esto también es sobre otras personas?"

La luz de la luna brillando no se veía por ninguna parte ahora.

En la oscuridad, sólo podía ver sus brillantes ojos carmesí. Lucas, que estaba sentado establemente en la valla, se inclinó hacia mí.

La fría mirada me examinó primero antes de detenerse.

"¿A quién viste hoy?"

Eso me hizo volver a la realidad.

"¿Eh? Un montón de gente."

"Entonces no puedo llegar a saber de quién es esto."

¿Qué es? Estaba confundida.

"Quédate quieta".

Lucas dijo como si estuviera molesto y me pinchó la frente.

¿Eh? ¿Qué está haciendo ahora?

Era esa sensación... La de sentirse ligero, como la última vez que lo vi en mi camino de regreso al Palacio Esmeralda desde el Palacio Gannet.

No me había dado cuenta antes, pero ahora que lo pienso, lo he sentido varias veces cuando estaba con Lucas.