Capítulo 32.

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... ... ...

Se había quedado perpleja con la escena que durante unos minutos habían estado presenciando sus ojos. No podía creerlo, aunque siendo sincera no quería hacerlo.

Del coche frente a sus ojos solo quedaba la parte del baúl sin sumergir y no tardaría mucho para que eso también fuera succionado por el agua.

--- Demonios --- la maldición salió de sus labios como muestra de la frustración que sentía.

Sabía que algo andaba mal, no era normal que el punto que hace poco indicaba la ubicación del coche ahora sumergido en el agua, permaneciera tanto tiempo en el mismo lugar.

Tuvo la sospecha de que quizas se habia accidentado, pero reviso el alrededor y no había signos de accidente, llevaba años en ese trabajo, no estaba equivocada.

La escena solo significaba una cosa, Salas ya sabía que estaban detrás de él y alguien tuvo que alertarlo, solo espera que por lo menos Daniel le diera buenas noticias.

Habían dividido sus caminos para matar dos pájaros de un solo tiro, él se encargaría de sacar a Maggi del lugar donde el psicópata de Salas la tenía y ella de ir a la dirección que indicaba donde estaba su coche.

Pero se encontró con esa desagradable sorpresa que debía admitir no sabía cómo tomar.

Tomó su intercomunicador para tratar de comunicarse con su colega, pero este sonó, en señal de que él quería hacer lo mismo.

--- ¿Qué noticias tienes? --- preguntó orando porque fueran buenas.

--- Maggi no está aquí --- sintió el paro abrupto de su corazón cuando esas palabras calaron por sus oídos.

--- No puede ser --- negó --- ¿Revisaste bien?

--- Hasta el último rincón, no está Lucía.

Solo eso basto para que corriera a la patrulla, en tiempo record saliera de la zona boscosa y se adentrará a la autopista.

--- ¿Qué sucede Lucia, tienes a Salas?

--- No joder --- respondió mientras que con una agilidad impresionante rebasaba a todos los coches que se le ponían enfrente --- Sabe que lo estamos buscando, encontré su coche hundiéndose en un lago --- escucho un jadeo sorpresivo detrás de la línea --- Debo colgar, por favor comunicate con Brenda, que rastree todas las llamadas salientes del departamento, nos reuniremos en el mismo punto donde nos separamos.

--- Bien --- respondió él --- Pero por favor cálmate Lucia, te noto muy alterada.

--- No me pidas eso --- dicho esto colgó.

Sabía que había sido uno de sus amiguitos que le había alertado sobre ellos, no había otra opción, ellos habían sido muy cautelosos esos últimos días.

Escuchaba el insistente sonido que producía su comunicados, lo que significaba que Daniel trataba de ponerse en contacto con ella nuevamente, pero no estaba para eso, así que lo apagó.

No le bastaba tener las sinceran prendidas, también amenazaba con llevarse por delante a cualquiera que no le diera el paso, eso a Daniel le preocupo, quien iba unos coches tras ella, y miraba su manera tan descuidada de conducir.

Había tratado de comunicarse no solo para tratar de calmarla, sino también para informarle que ya Brenda le había dado respuestas, pero ella cortó toda comunicación con él, lo que le preocupaba más y le advertía que debía buscar la manera de detenerla antes de que se matara.

Cruzó como alma que lleva el diablo su supuesto punto de encuentro y Daniel decidió que ya era momento de intervenir, aceleró la patrulla y en segundos estaba a su lado pisándole los talones. Lucia conocía a su colega por eso coloco su pie en el acelerador buscando dejarlo atrás nuevamente, pero él fue más rápido bloqueándole el paso y obligandola a frenar para no chocar contra el.

Lo vio salir de la patrulla en su dirección, su cara no era de felicidad, pero la suya tampoco.

--- ¿Te estas volviendo loca o que te pasa? --- abrió la puerta del asiento del conductor y sin nada de delicadeza la sacó de la patrulla --- ¿Te quieres matar?

--- Suéltame --- se apartó de su agarre --- Si no lo recuerda tenemos una criatura inocente que no sabemos dónde está o si está muerta y un psicópata suelto que lo más probable es que en este momento este huyendo, no estamos en condiciones de perder el tiempo.

Lo encaró.

--- ¿Y crees que actuando de la forma que lo estas haciendo podremos resolver algo? --- cuestionó en respuesta --- Debemos pensar con calma, actúas como si fuera la primera vez que haces esto, lidiamos con delincuentes todos los días y siempre lo resolvemos, esta no será la excepción.

Lucía no dejaba de ver cómo sus labios se movían con cada que hablaba, se reprendió por eso, no había tiempo, ni era momento para pensar en lo sexy que era su compañero.

--- Cálmate --- él extendió su mano para acariciar su brazo por encima de la tela, aun así sintió un escalofrío recorrer su cuerpo --- Lo más razonable ahora es hacer la noticia pública puesto que no sabemos dónde está en este momento, hemos hecho todo a nuestro alcance, llevamos días sin descansar, que otros se encarguen de este asunto por lo menos hasta que tomemos un respiro.

--- Pero Maggi...

--- No podemos hacer nada si está muerta, --- la interrumpió --- Pero lo encontraran y cuando lo hagan Salas deberá confesar dónde la tiene o donde la enterró.

Quería hacerle caso, pero el rostro de la joven rondaba su cabeza. O así fue, hasta que sintió los labios de su colega sobre los de ella.





Ambos miraron la ventana no muy en el segundo nivel del edificio, tuvieron que rodearlo para no ser visto por nadie y porque la única forma de entrar en el era esa.

A Maggi esa ventana le traia muchísimos recuerdos, había perdido la cuenta de todas las veces que se había fugado por ella, como lo había supuesto, estaba abierta como siempre, ella la había dejado así la última vez que entro por ella y sabía que había permanecido así todo ese tiempo.

Su padre no se fijaba en eso.

--- ¿Estás segura? --- cuestionó el pelirrojo y Maggi asintió.

--- Es la única opción que tenemos --- dijo --- Irás tú primero...

Ellien nego antes de interrumpirla.

--- No, tú irás primero.

--- He hecho esto miles de veces Ellien --- aclaró --- Ven, te ayudare a subir.

Entrelazo sus dedos creando un soporte para que el pudiera poner su pie, Ellien la miro no muy seguro.

--- ¿Estás segura? --- volvió a preguntar y ella rodo los ojos.

--- Que si, vamos, que estamos perdiendo tiempo.

Volvió a ofrecer sus manos y esta vez el pelirrojo no dijo nada, pero trato de no dejar todo su peso a la hora subir, por suerte no tardo mucho porque rápidamente se agarró de lo que sea que tenía la ventana alrededor.

Se adentro a un pasillo oscuro el cual apenas miro, porque inmediatamente estuvo de pie volvió para ayudar a Maggi, pero quedó sorprendido al ver la agilidad con la que ella subió y en segundos estaba al lado de él.

--- Años de experiencia --- dijo la pelinegra en respuesta a la cara de asombro de Ellien, pero se quedó perpleja cuando escucho su nombre y no fue precisamente del pelirrojo a su lado.





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Estocolmo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora