Capítulo 33.

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... ... ...

Nunca había tenido problemas respiratorios, pero al ver al hombre parado entre las penumbras de la noche se le hizo imposible respirar. Permanecía quieto sin hacer el más mínimo movimiento y eso la asustó, mientras que Ellien no dudó un segundo en moverla tras él.

--- Papá --- dijo apenas audible desde su escondite.

--- Maggi --- volvió a pronunciar el hombre causándole escalofríos --- ¿Qué haces aquí?

Ellien permanencia en silencio, sabía que esto era entre ellos y no intervendria a menos que lo viera estrictamente necesario, por eso le permitió salir detrás de su espalda.

--- Me iré de inmediato --- dijo ella rápidamente --- No te preocupes, solo vine a buscar mis cosas.

El hombre no se había dado cuenta quien era el chico que la acompañaba hasta que ella lo tomo del brazo y tiró de él para que caminara, quedó más confundido de lo que ya estaba. ¿Desde cuando su vecino y ella andaban? y aún más importante ¿Dónde había estado?

Pretendía pasar por su lado como si nada, pero él se lo impidió tomándola del brazo y haciendo que ambos dejaran de caminar.

--- ¿Crees que puedes desaparecer por meses y luego venir como si nada y decirme que vienes por tus cosas? --- dijo severo --- Pues no, en este momento me dirás que carajos pasa aquí.

--- No tengo que darte explicaciones --- se soltó bruscamente --- En cuanto recoja mis cosas me largare de tu casa.

Era muy tarde para comportarse como un padre preocupado.

--- Pues fíjate que si tienes que darme explicaciones --- dijo --- Aunque nos guste, soy tu padre y en este instante me dirás ¿Qué pasa? ¿Dónde estabas? ¿Y qué haces con este? sino llamare a la policía y meteré a tu noviecito a la cárcel por haber dicho que no sabía nada de ti, cuando es obvio que si y por haber entrado a mi casa como un par de ladrones.

La simple mención de la policía dejó rígida a Maggi, sin embargo le demostraba que su padre no estaba al tanto de la situación.

Miró a Ellien pidiendo su aprobación y este asintió.

--- La policía nos está buscando --- habló, se estaba poniendo la soga al cuello ella misma, pero sería peor si no decía la verdad --- A Ellien principalmente, no sé muy bien lo que pasa, pero debemos escapar...

--- Viniste a traerme problemas entonces --- la interrumpió él hombre mirando con hostilidad al pelirrojo, al parecer eran tal para cual.

--- No vine a traerte problemas, se suponía que no debías estar aquí --- dijo borde --- Según recuerdo hoy trabajabas hasta tarde.

--- Cambie de trabajo, pero como saberlo si andabas con este, ¿sabes? por eso no me preocupe --- dijo irónico --- Sabía que era una estupidez mas de tu parte, en cuanto a ti --- se dirigió al pelirrojo --- Te hacía más serio, pero a ver ¿Por qué los busca la policía? ¿Qué hicieron par de delincuentes?

Ellien ni se inmuto, había escuchado peores ofensas hacía su persona, incluso él mismo se había criticado de peor manera, lo que le molestó fue que no habló solo de él, de la pelinegra también, pero aún así no hizo nada, no estaba en condiciones.

--- Porque creen que Ellien me secuestró --- respondió Maggi ignorando todas sus palabras llenas de veneno, sí lo había hecho, pero diría que no fue así todas las veces que fueran necesarias.

El pelirrojo la miró con una mezcla de sorpresa y ternura.

La risa irónica de su padre retumbó en el pasillo haciendo que ambos volvieran a verlo.

--- Si no fue hace así ¿Por qué deben escapar entonces?--- cuestionó incrédulo.

--- Porque no valdrá de nada que diga que no, de todo modos lo meterán a la cárcel.

--- Quizás es lo que merezca, en cualquier caso es mucho más mayor que tu, es un abusador ---dijo --- Lo siento, pero yo voy a llamar a la policía.

Sacó su celular y en una reacción rápida de Maggi lo tumbó dejándolo en el piso de un solo manotazo.

El hombre la miro sorprendido.

--- ¿De verdad te importa? o esto es solo para joderme la vida como lo llevas haciendo hace años --- cuestionó Maggi una vez que tuvo su atención --- Es algo que no entiendes --- dijo molesta --- Porque desde que tengo memoria no te he visto querer a nadie que no sea a ti mismo, lo quiero, por eso lo ayudó a escapar y me voy con él, pero no te preocupes, sé que esas palabras no están en tu diccionario --- para ese momento ya estaba llorando, Ellien la llevó a su pecho consolándola --- Solo te pido, que si alguna vez sentiste por lo menos lastima por mi, no le avises nada a la policía.

El hombre sintió algo punzar muy dentro de su pecho, muchas veces la había visto llorar, muchas veces le había dicho cosas similares, pero esa vez fue muy diferente.

--- Sigue el pasillo hasta el final y dobla a la derecha, ahí mismo verás la puerta de entrada, sal y ve a tu apartamento, yo recogeré todo lo necesario también --- instruyó al pelirrojo limpiando sus lágrimas, siempre las derramaba por personas que no lo merecían.

Su padre nunca iba a cambiar dijera lo que dijera.

Él por otro lado estaba anonadado, se había quedado mudo y hasta podría decirse que ni reaccionaba.

--- ¿Segura que estarás bien? --- cuestionó Ellien.

--- Sí --- se acerco y dejó un beso en sus labio sin importarle que su padre estuviera allí --- Ve, tenemos el tiempo encima.

El chico asintió y se fue siguiendo sus instrucciones, ella hizo lo mismo con dirección a su cuarto no sin antes darle un vistazo a su padre que aún seguía parado como piedra allí.

Entró al que siempre había su pequeño espacio, donde lloro muchas veces, donde rio y donde muchas veces espió al hombre que ahora podría decirse que era su novio o algo así. La nostalgia la inundó y como la llorona que era dejó caer sus lágrimas libremente mientras recogía todo lo que necesitaba.

Lindo o no, fue su hogar por años y le dolía dejarlo.

Saco el chancho casi lleno que tenía escondido y también lo entro a la mochila, cuando se dio vuelta para buscar más ropa, se percató de la presencia de la persona que la miraba desde la puerta de la habitación, siguió con lo que estaba hasta que aquella persona habló:

--- Perdóname --- la palabra caló por sus cuerpo haciéndola parar en seco --- Sé que es tarde y quizás no lo hagas, si embargo quiero que sepas que si sientes que esta es tu felicidad, no voy a arruinarlo --- no sabía cómo unas simples palabra que ella ya le había dicho miles de veces lo hicieron sentirse la persona más horrenda del mundo, para ser sincero ni él mismo sabía por qué no había hecho el más mínimo intento por mejor su relación con ella, pero si ahora tenía la oportunidad de hacerla feliz, lo haría --- No he sido el mejor padre, la verdad creo que no nací para eso, pero te deseo lo mejor del mundo y espero que te vaya muy bien donde sea que vayas, quizás no lo creas, pero lo digo enserio --- ella sintió sus ojos picar y supo lo que vendría, lloraba por cualquier cosa, pero para ella aquello no lo era, había sido lo mas lindo y sincero que él le había dicho jamás. Sin darse cuenta ya lo estaba abrazando, él dio leves palmadas en sus espalda y luego de un rato la separo --- Ya, que no te odio, pero tampoco te amo con toda mi alma --- bromeó y Maggi rio.

--- Gracias.

El hombre sonrió .

--- De nada hija.




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Estocolmo ©Where stories live. Discover now