Capítulo 8.

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Prácticamente la arrastraba de regreso al sótano, mientras ella le suplicaba que no le hiciera daño, él estaba furioso, sí, pero no pretendía ni le haría daño.

--- Por favor no me hagas nada--- suplicó nuevamente, no le importaba las veces que tuviera que decirlo, solo quería que no lo hiciera.

--- Solo cállate Joder, --- alzó la voz, él tenía la culpa, por haberse llevado de su mansa actitud --- Como vuelvas a intentar alguna otra tontería, no respondo.

Hizo presión para que ella sintiera la pistola tocando su cien.

Cuando llegaron, con brusquedad la sentó nuevamente en la silla y comenzó a atarla nuevamente.

--- Nos vemos un día de estos, espero que medites estos días en soledad --- dijo poniéndose frente a ella, asustándola, lo pensaría dos veces antes de volver hacer aquella estupidez.

--- No puedes hacer eso --- la escucho de decir, pero la ignoro y siguió caminando a la salida del lugar --- Por favor, no puedes hacer esto, por favor.

La voz de ella se había perdido a medida que subía las escaleras de sótano, estaba furioso y debía admitir que disfrutaba asustarla.

Después de todo ella misma se lo había buscado.

Hizo todo el recorrido de costumbres, hasta que llego a su coche metido entre aquellos matorrales, debía comunicarle lo que acababa de pasar a sus amigos, así que antes de subir escribió:

En cuarenta minutos nos vemos en el departamento de Fer y Andru. 

No recibió respuesta al instante, pero sabía que pronto lo verían, guardo su celular, entro a sus coche y se puso en marcha.

(.*.*.*.)

Cómo siempre le tomo más o menos media hora llegar a la entrada de su departamento, se quito el pasamontañas y los guantes antes de bajar, como lo hacía siempre, los entro en su mochila y bajó por fin.

Subió las escalera y se adentro al pasillo que lo llevaba a su piso, pero cuando estuvo serca de llegar a la puerta de su departamento una voz lo detuvo.

--- Joven --- había dicho aquella voz ya conocida para él, se volteo y confirmo que era el policía que estaba tratando el caso de Maggi y a un lado de él, el padre de la ya mencionada.

--- ¿Sí? --- cuestionó con toda tranquilidad, --- ¿Qué necesitan?

Al preguntar aquello, miro al padre de Maggi, tenía semblante y cara de angustia, no parecía nada al hombre que le había gritado muchísimas veces que se largara de su casa.

--- Queríamos saber si es tan amable de repetir esto --- le entrego unos carteles de papel con la cara de Maggi  --- Todos los vecinos están ayudando a la causa.

--- Claro, no tengo ningún problema --- esa eran las palabras más hipócritas que había dicho en toda su vida --- Los repartiré en la universidad.

--- Muchas gracias, todo granito de arena en este caso es importante --- Ellien asintió.

--- Cuente con eso, ahora debo irme --- dijo él --- Pero gracias por tomarme en cuenta, y cualquier otra cosa que necesiten, solo deben decirme.

El padre de Maggi asintió al igual que el oficial, Ellien no espero más y siguió caminando a su departamento, llegó a su puerta y entró, cerrándola en el camino.

Dejó su mochila en la habitación y leyó uno de los carteles que el oficial le había entregado.

La primero que captaron sus ojos fue las palabras en grande, escritas con rojo que decían, DESAPARECIDA, luego abajo estaba la informaciones sobre ella y los medios de comunicación para localizar a las autoridades si sabían algo.

Él mismo cartel que tenía en la mano lo dejo sobre su escritorio y los demás los hecho al zafacón que tenía al lado de éste, luego fue a la cocina y buscó unos fósforos.

Los prendió y los tiró encima a los papales, no tardo mucho para que comenzarán a arder y los vio volverse cenizas por unos segundo, luego recordó que debía verse con sus amigos en unos minutos y fue a darse una ducha mientras que los papales ardían en su zafacón.

Que macabro se había vuelto, pensó, o quizás, nunca fue bueno.

Terminó de ducharse y se vistió, miro al zafacón cuando salió a la habitación, solo habían cenizas.

Fue a la sala, cogió las llaves de su coche y salió, cuando se adentro al pasillo no había nadie, solo lo cruzo lo más rápido que pudo y subió a su coche cuando llegó hasta el.

Manejo por unos minutos hasta que llego al departamento de sus amigos, miro su reloj y se había pasado cuatro minutos de lo acordado, por lo que supuso que ya todos debían estar allí.

Toco el timbre cuando llegó a la puerta y está fue abierta inmediatamente, entro siendo escoltado por Andru y en la sala esperaban Megan y Fer.

--- Dinos que pasó --- pregunto Megan, sabía que si su amigo había escrito aquel mensaje sin anticipación, era porque algo había pasado.

--- Casi se escapa --- fue al punto y al momento la cara de todos se desfiguró.

--- ¿Qué? --- alzó la voz la chica --- ¿Cómo coño dejaste que eso pasara? --- le reclamó --- Acaso sabes en el lío que estaríamos ahora, sí lo hubiera logrado.

Ella no lo dejaba hablar, y él no estaba ni un poco de humor para aguantar sus aires de jefa.

--- Cállate la puta boca --- también alzó la voz.

--- Chicos hablen más bajo, no vivimos solos aquí, tenemos vecinos --- les recordó Fernando.

--- Debes sacarla de ahí ahora y llevarla a otro lugar --- le advirtió Megan siguiendo el consejo de Fer.

--- No vio nada Megan --- respondió Ellien --- Además, estoy seguro que no lo volverá intentar.

Megan ríe con amargura.

--- No importa que no haya visto nada --- le contesta la castaña --- Y claro que lo volverá a intentar, es lo que todos haríamos en su lugar, solo sácala de ahí y llévala a otro lugar.

---Primero, no me mandes --- respondió enojado —- Segundo, cuando conozca otra lugar y si me da la gana, la saco de ahí —- ya se estaba cansando de qué se creyera la manda más de todos —- Mientras tanto te callas y me deja hacer mi parte ¿está claro?

Megan no pudo esconder la cara de asombro, Ellien nunca le había hablado así, ni a ella ni a nadie, por lo que rápidamente entendió que estaba bastante enojado y prefirió no seguir la discusión, al final no valía la pena.

---  Yo conozco uno --- dijo --- Pero por favor, se más fuerte con ella, metete en el papel de una vez por todas.

Ellien río con burla, pero no respondió nada.

¿Más de lo que estaba?




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