Capítulo 19.

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Megan observaba con curiosidad como Ellien permanecía concentrado mientras escribía algo en su libreta, solo estaban ellos en aquella mesa y por primera vez cayo en cuenta de que todos los días lo hacía.

--- ¿Qué haces? --- preguntó cuando la curiosidad gano su pequeña batalla interna, Ellien levanto la mirada y le respondió:

--- Escribiendo --- dijo obvio, y casi al instante volvió a lo suyo.

--- ¿Sobre que? --- volvió a preguntar, su respuesta no la satisfacía.

Ellien volvió a levantar la vista y suspiró ¿Qué mierda le importaba?

--- Sobre Maggi.

Hubo un silencio después de su respuesta, algo no andaba bien, nada andaba bien en realidad, pero Megan tenía la esperanza de que por lo menos Ellien lograra lo planeado.

Y podría lograrlo si no se estuviera dejando llevar.

--- ¿Te estas enamorando de ella? --- se atrevió a preguntar, Ellien rio burlonamente y ella se ilusionó por un momento, pero aquella ilusión desapareció cuando respondió.

—- Quizás ya lo esté, que es muy diferente.

Megan arqueo una ceja, ni siquiera trató de negarlo.

--- ¿Entonces todo esto fue en vano? ¿El proyecto no importa?

--- La verdad si me ponen a elegir, la erigiría a ella antes --- respondió con sinceridad --- Trataré de traer las respuestas que necesitamos, no olvido que he luchado mucho por llegar hasta aquí, pero he decidido no olvidarme de ella, después que esto acabe, la buscaré --- expuso --- Si no te gusta, pues te jodes, ni yo, ni tu, ni nadie, harán que me olvide de ella.

La noche anterior después de haber poseído a Maggi de todas las formas posibles y luego de que ella se quedara dormida en sus brazos, trato, pero no había conciliado el sueño pensando en aquello, él era el único que había seguido más o menos el plan y ya estaba cansado. Había decidido no posponer sus deseos por nada, ni por nadie, lucharía con uñas y dientes si era necesario.

Solo le faltaba dejárselo claro a Andru y Fernando, aunque sabía que con ellos no habría problema.

De Megan no tuvo respuesta, solo se puso de pie y se fue dejándolo solo en aquella mesa.

Ellien no le dio importancia, era mejor que se fuera haciendo la idea.





Cruzó las puertas de la bodega y se helo al ver la imagen pálida de Maggi mientras vomitaba como si de una llave abierta se tratase. Su primera reacción fue soltar todo y llegar lo más rápido posible hasta ella.

Sus mejillas estaban pálidas, no poseían ese leve carmín de siempre, y sus labios estaban de igual forma, resecos y que quebrados, se podía apreciar la piel levantada.

--- Maggi --- la llamó cuando la tubo entre sus brazos, pero ella no respondió, sus ojos estaban más cerrados que abiertos --- Nena ¿estás bien?

La vio negar lentamente y luego se desvaneció.

Él se tensó mientras trataba de despertarla, la llamaba, la remeneaba, pero no respondía, debía hacer algo, sin embargo no podía llevarla al hospital, posó su mano en la frente ella y estaba ardiendo.

Se desesperó más aún.

La había dejado bien la noche anterior, no entendía qué le pasaba, pero no podía quedarse a esperar a saber que le ocurría, debía hacer algo el mismo.

--- Iré por algo que te pondrá mejor ¿si? --- la acostó en la cama improvisada y la acurrucó bien con las mantas --- Ya vuelvo.

Salió de la bodega lo más rápido que pudo en dirección a la farmacia más cercana.




Sentía un frío horrible, estaba temblando, escuchaba sonidos, pero estaba demasiado débil como para abrir los ojos, entre aquellos sonidos escucho voces, la primera la reconocía muy bien, era la de él, Ellien, y la segunda no la reconoció, era de una chica, no sabía si era solo una alucinación.

Se sentía muy mal.

--- Disfrútalo mientras puedas, en poco tiempo todo acabará --- escucho a lo lejos, intentó abrir los ojos y solo pudo ver una silueta bastante borrosa.




Era tanta su desesperación que al llegar a la farmacia casi sale del coche con el pasamontañas puesto, por suerte se dio cuenta a tiempo y volvió al auto antes de que alguien pudiera verlo.

Una vez se quitó todo lo que pudiera ser sospechoso, entro al lugar y el olor a fármacos lo recibió.

No tenía idea de lo que debía comprar, así que le pidió orientación a la chica detrás del mostrador, ella preguntó los síntomas que tenía la persona y él le dijo lo que había visto en ella, al final termino comprando un suero, un termómetro y unas pastillas.

--- Si los síntomas persisten debería llevar a su novia al hospital --- le indicó cuando él le pasó el dinero para que se cobrase --- Podría ser algo grave.

Asiento, esperaba que eso fuera suficiente, si no tendría que olvidar toda esa mierda de una vez y llevarla al hospital, no le importaba, no se perdonaría si le pasara algo.

La chica le devolvió el cambio y el rápidamente salió del lugar.

Llegó a la bodega, y salió con las bolsas en mano. Entro y la vio, estaba como mismo la había dejado, se acercó y se arrodillo frente a ella, pasó la mano por su frente y seguía igual, eso era algo bueno, no había bajado su temperatura, pero tampoco había aumentado.

Tomó el termómetro y lo puso bajo su axila derecha, espero unos minutos y luego vio su temperatura.

Recordó lo que la chica de la farmacia le había dicho y suspiro con alivio, no está en cuarenta, eso era confortante.

Como pudo improvisó algo que ni el mismo sabía que era, solo sabía que en ese momento, lo estaba ayudando a mantener el suero en alto, busco una vena justo entre la unión de su brazo y su antebrazo y inyectó la aguja.

La acomodo para que no se despegara si ella llegaba a moverse y luego se sentó en la silla, esperando que eso fuese suficiente, y mentalizándose por si no lo era.





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Estocolmo ©Where stories live. Discover now