━ 𝗬𝗢𝗨 𝗡𝗘𝗩𝗘𝗥 𝗞𝗡𝗢𝗪 ᴛʀᴜᴇ Bᴇᴀᴜᴛʏ

8.

       Lia caminaba nerviosa hasta la habitación de su madre, esta la había llamado y parecía más sería de lo normal, por lo cuál le.preocupaba el haber hecho algo que hubiese molestado a su progenitora, aunque recorriendo toda su mente no encontró nada.

Al entrar observó a la mayor sentada en el final de la cama con sus pies cruzados, uno encima del otro. Tenía una hoja en su mano izquierda y una pequeña bolsa morada posada levemente en la cama junto a ella.
Lia pasó saliva colocandose frente a ella mientras observaba con ojos curiosos cómo su rostro sin ninguna expresión cambiaba a uno con una sonrisa.

—Ah... ¿Por qué me asustas así?— Preguntó soltando todo el aire que había estado reteniendo. Pudo escuchar la risa de su madre, ¿había alguna necesidad de hacer eso?

—Lee esto.— Extendió el pequeño papel. La menor lo tomó aún cuestionandose el comportamiento de la mayor.

Lo leyó con detenimiento, hasta que sus ojos se abrieron levemente por la sorpresa.

—¿Te ascendieron?— Cuestionó con sorpresa leyendo nuevamente el papel pero siendo interrumpida por su madre. Ese ascenso lo había estado esperando desde mucho tiempo atrás.

—¿No sabes leer?— Bromeó. La castaña sonrió mientras abrazaba a su madre, sin duda era una buena noticia.— Le dije a el señor Cha que no trabajarías más en su tienda.—

—Pero...— Trató de protestar, pero su madre negó con la mirada.

—No necesitas trabajar. Ya aportaste más de lo que debías, tú deber es estudiar y divertirte cómo los chicos de tú edad.—Regañó y Lia asintió a regañadientes. Estuvo a punto de despedirse, pero repentinamente su madre extendió la pequela bolsa junta a ella.— Tienes que cuidarlo bien, gasté mucho en el.— Advirtió mientras la chica tomaba la caja ya teniendo una de lo que era.

Sacó la caja, observando la imagen en esta de un teléfono que estaba siendo bastante popular los últimos días. Le gustaba el regalo, pero no le agradaba la idea de que su madre hubiese gastado el primer sueldo de su aumento en eso.

—No era necesario...— Contestó tratando de retener la sonrisa en su rostro.

—La señora Hong me comentó que tú y Jukyeong tenían muchos amigos, ¿cómo te comunicarás con ellos si no tienes un teléfono?— Explicó y Lia sonrió. Sin dudas su madre era única.

 
  
 
  

    
  
 
  
  
 

—Lia.— Escuchó a lo lejos a sus tres amigas caminar hasta ella. Le hacía feliz que SooAh y Soojin también se llevaran bien con Jukyung, no se había equivocado cuando pensó en que la chica las amaría y ellas a ella.