20.

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Lia no era capaz de retener las lágrimas que bajaban por sus ojos. La gente siempre decía que cuándo algo malo te pasaba era porque habías hecho algo malo, pero ella no recordaba haber hecho algo así, ¿por qué eso tenía que pasarle a ella? Ella nunca molestó a Hyewon, a Gayoung o a Saemi. Es más, ella nunca había molestado a nadie, pero aún así ellas se encargaban de maltratarla.

Sus pasos se detuvieron después de algunos minutos cuando Lee Suho se aseguró de que ya estaban lo suficientemente lejos de aquel aitio. Miró por algunos segundos a Lia pero la castaña no lo miraba, solo trataba de lidiar con el desastre que eran sus sentimientos.

Sus brazos rodearon a el pequeño cuerpo de la chica. ¿Hace cuánto alguno de los dos no recibían un abrazo así? Porque aunque no lo admitiera Suho también lo necesitaba.

En su mente no cabía la idea de que alguien tan bueno pudiese sufrir de esa manera sin siquiera merecerlo. Había sido testigo de como la gente mala había acabado con la corta vida de Seyeon, no pudo ayudarlo y todos los días se arrepentia por eso, pero no dejaría que eso que le pasara a Lia, no la perdería a ella también. Cada sollozo que salía de la castaña hacía que su corazón doliera. No era bueno consolando a la gente y no sabía que debía hacer, lo cuál le desesperaba.

-Debió ser duro. Tener que lidiar con todo eso.- Soltó suavemente. Y realmente lo había sido. Había días en los que Lia no quería ni siquiera levantarse de su cama para asistir a clases, todo el tiempo estaba con el miedo de que podía encontrarse con el grupo de chicas que la molestaban y aunque tratara de evitarlas terminaban encontrandola, cuando tenía un poco de suerte estas simplemente la ignoraban. Ahora todo iba "mejor", no tenía que verlas diario, ni siquiera tenía que hacerlo. Tenía amigos y su madre y ella se habían recuperado de la pequeña crisis económica en la que estaban, lo único que hacía era preguntarse a sí misma cómo había sido capaz de soportar todo y cómo seguía siendo tan fuerte para hacerlo. Solo esperaba que el día en que Saemi se aburriera de ella llegara.-Ya no tienes que hacerlo. Fuiste muy fuerte, lo eres. Lo hiciste bien.- Sintió un hueco en su corazón. Las palabras que tanto necesitaba escuchar salían de la boca del pelinegro con el que había discutido días antes. Pero aunque quisiera agradecerle por todo las palabras seguían sin salir de su boca.

Él se alejó lentamente de ella, Lia lo miró y se dió cuenta de que él estaba empapado al igual que ella. Miró en todos lados sintiendo las gotas que caían desde el cielo chocar con su rostro.

-¡Song Lia!- Desvió su vista hasta aquella voz. -¿Estás bien?- La castaña se acercó hasta ella ignorando a el pelinegro que la acompañaba y se acercó para verificar que su amiga estuviera bien. -Lo lamento, me asusté y...-

-Está bien. No te preocupes.- Soltó con su voz temblorosa.

-Está lloviendo, te enfermaras. Vamos, mi hermana nos está esperando.- Jukyeong tomó el antebrazo de Lia, miró por algunos segundos Lee Suho.

-Lee Suho, gracias. No sé cómo podré agradecerte esto.- Comentó Lia, probablemente no era la gran cosa para muchos, pero para ella había significado demasiado.

-No lo hagas. - Soltó con ina leve sonrisa, tratando tranquilizarla.- Nos vemos en clases.- Se despidió y Lia asintió, siguiendo a su amiga hasta la camioneta de Heekyung. Ninguna decía nada a pesar de que la mayor las había interrogado, pero ninguna tenía muchas ganas de hablar sobre ello.

Apenas entró a el salón de clase buscó con la mirada a Lee Suho, pero su asiento estaba vacío. Lee Suho siempre llegaba temprano, por lo que Lia se extrañó al no verlo por ningún lado.
Se encontraba mejor, simplemente quería agradecerle por haberla ayudado el día anterior.

 ━  𝗬𝗢𝗨 𝗡𝗘𝗩𝗘𝗥 𝗞𝗡𝗢𝗪       ᴛʀᴜᴇ Bᴇᴀᴜᴛʏ  Kde žijí příběhy. Začni objevovat