Capítulo 5: ¿Qué rayos pasó?

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Abrí mis ojos y lo primero que sentí fue un tremendo dolor de cabeza de esos que no se quitan ni con dos aspirinas.

No podía creer que algo que ayer se sentía tan bien, hoy podría estar pasándome cuenta.

Me pase las manos por mis ojos, porque no lograba que se mantuvieran abiertos, la luz, el ruido, todo absolutamente todo me afectaba; como odiaba levantarme con resaca, me gire hacia la izquierda a la espera de ver la ventana por la cual todas las mañanas regaba mi bonsái; pero nada. Solo había un ventanal gigante que mostraba un cielo nublado y unas montañas. ¡¡Que rayos!!

Y así, la realidad me golpeo como un balde de agua fría, que digo fría; helada y fuerte como el iceberg que hundió al Titanic.

No podía recordar, no podía dejar de parpadear, no conocía donde me encontraba, y en mi vida había tenido esta sensación de suspenso que me albergaba.

Y entonces ¿Qué hago aquí todavía? ¿Por qué no me he movido? Así, que me intente levantar pero no pude; pues un brazo que no había notado, ni sentido, me tenía sujeta por la cintura.

No, por favor que no sea lo que estoy pensando... y saz un hermoso trueno se escuchó a lo lejos.

Respira, respira...vamos tú puedes mantén la calma y en ese instante fue inevitable pensar en mi mamá y su frase las personas siempre mueren por desesperación así que...relájate.

Gire mi cabeza para ver a mi posible agresor, pero por suerte, ¿oh no?, tenía la almohada encima de su cabeza y la sabana.

-Esta es mi oportunidad - Pensé.

No me repare mucho en pensar que era lo que pasaba, simplemente quite el brazo como pude y salí de la comodidad de la cama. Me dirigí rápidamente a la puerta pues tenía que ganarle a la tormenta que amenazaba con llegar y encontrar un teléfono cuanto antes.

Salí de esa habitación lo más rápido que pude, y me encontré con un pasillo súper largo que se extendía hacia mi izquierda, con paredes blanca y uno que otro cuadro abstracto.

Camine de puntillas tenía que procurar no hacer ruido posible, pues no sabía si habían más personas en la casa.

Pase exactamente tres puertas antes de llegar a las escaleras que terminaron estando al final del gran pasillo hacia la derecha. Baje cuidadosamente las escaleras y cuando ya estaba en la planta baja me doy cuenta que esta casa es demasiado de película como para que sea cierto. Me pellizque para comprobar si mi mente me estaba jugando alguna broma.

Y pues no...si estaba en aquella casa, con pisos de mármol negro, me detuve unos segundos para analizar el perímetro.

Paredes beige, dos grandes cuadros abstracto uno blanco con marrón y uno marrón con blanco a mi lado derecho, dos sofás blancos acomodados frente a frente con un cojín negro con blanco en cada uno, un televisor pantalla plana encima de una chimenea empotrada, un sillón negro en frente de la chimenea y en medio de los dos sofás. En las dos esquinas había una mesa de madera con una lámpara.

-Esto no puede ser - me dirigí rápidamente a la puerta que estaba cruzando la gran sala. No me moleste siquiera en mirar a mis lados no creí necesario pues allí estaba la puerta a mi libertad.

Justo cuando moví la perilla de la puerta pensé como le iba a avisar a la policía donde estaba si no sé a quién voy a culpar de tenerme encerrada, pues al girar y girar la perilla la puerta nunca cedió.

-Esto no puede estarme pasando a mí - susurré.

- ¿Qué crees que estás haciendo? - se escuchó clarita la voz de Santiago.

Lo sabía desde el primer momento me acoso, como no pude notarlo el tenia instintos de psicópata... por boba fue que llegue a esta situación.

*Flashback*

-Emma, ¡al fin!, te he estado buscando - dijo David, cuando me vio con Julieta en el hombro se acercó rápidamente.

-Shhh está dormida - dije poniendo un dedo en medio de los labios, mientras él se sentaba al lado de Julieta.

- Si no se ha despertado con la música, crees lo haría porque yo he dicho eso - cierto, me quito a Julieta y se la acomodo en su pecho.

-Touche - dije sonriéndole - por cierto ¿y Dylan? - pregunte mirando por donde había aparecido David.

-La está buscando Santiago - y eso no me lo esperaba - ¿no estaban juntos?

- No, ella te fue a buscar, pero dejo su bolso en mis manos y esta incomunicada - dijo mientras acariciaba el cabello de Julieta.

-umm bueno - dije mientras miraba a Julieta como dormía plácidamente y se dio cuenta de lo que su mano voluntaria o involuntariamente estaba haciendo y la retiro.

Me miro avergonzado, luego cerró los ojos y dijo - no le digas a Julieta, yo solo... te lo explicare mañana ¿vale? - dijo pellizcándose el puente de la nariz.

- Si tú dices - después de eso nos quedamos en un incómodo silencio.

Luego de un rato, comenzamos a hablar como si no hubiera mañana, acerca del Real Madrid, la lesión de James, Maroon 5, nuestro amor por la carrera de Derecho, porque la escogimos, Harry Potter, las futuras elecciones, nuestros crush cinematográficos, 50 sombras de Grey, que te puedo decir estábamos terminando con los temas de conversación, de como él y Julieta prometieron ir a Tomorrowland, lugares a los querríamos visitar, lo aburrido que estábamos ambos esperando a Dylan y Santiago.

Luego de un rato no podía aguantar estar más tiempo allí sentada sin hacer nada, cada cierto rato veía como Julieta se removía y David la volvía ha acomodar para que siguiera durmiendo. Así que mire la hora en el celular y pues ¡vaya sorpresa! eran la 1:00 a.m.

Así que me levante, estire mis piernas y comencé a caminar hacia la fiesta.

- ¿A dónde vas? - gritó David.

Y en eso Julieta se removió un poco, entonces él le acaricio el cabello otra vez y volvió a quedarse con Morfeo.

-Solo a ver si puedo ayudar a encontrarla - dije caminando despaldas.

Él me hizo seña con la mano de que siguiera con mi plan y bueno me di la vuelta y me adentre otra vez en la fiesta.

Llegue a la casa y pues si antes estaba llena ahora está a reventar, no recordaba que hubiera tanta gente, camine por la sala y eche un vistazo.

Nada, llegue al sótano, al cuarto de juegos... menos y no se lograba visualizar nada, camine directo al segundo piso y no encontré a ninguno de los dos, entonces decidí entrar en un cuarto, y que con suerte tenía un balcón.

Desde estas alturas podía ver el patio completamente, y también a todas las personas que se encontraba bailando, conversando, y molestando en este.

Mientras barría el patio con mi mirada, me encontré con una chica castaña, cabello ondulado, tez trigueña, estatura promedio al igual que Dylan, que hablaba con un chico alto rubio al cual no se le veía la cara y que perfectamente podría encajar como Santiago, no pude reconocer si ellos eran, pues no me acordaba en ese instante que ropa tenían.

Vamos Emma acuérdate - mi mejor amigo decía que el auto-ánimo servía para estimular la memoria.

Seguí observando y pues ya no me parecía una conversación, sino más bien una pelea, ella comenzó a reclamarle y el trataba de calmarla, creo que he invadido mucho su privacidad, así que decidí seguir buscando por otro lado. Pero antes ellos... de un momento a otro se besan de manera apasionada, por Dios y es que deben amarse mucho. En eso escucho a un chico gritar - Dylan - y correr directamente a la muchacha.

No puede ser ¿en serio? - no quise seguir mirando.

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Hola!
¿Cómo han estado?

Hoy quisiera saber que opinan acerca de la novela, o no se cosas como ¿Qué creen que va a pasar? ¿Cuál es su personaje favorito? O cualquier cosa que quieran decir.

Pd: ¡Espero que les guste el capitulo!

Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)Where stories live. Discover now