Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)

Capitulo 3: Chantaje

Ya la primera semana había pasado y la misma rutina se presentó en todas las clases, cuando digo todas son todas, impresionante parecía que se habían puesto de acuerdo, ya yo tenía bien clarito mi discurso.

Y con respecto al texto critico al final lo termine haciendo acerca de los beneficios que posee la familia real y los escándalos que puede generar con estos beneficios, además no fue aburrido porque quien no quiere saber de la realeza. ¿Cierto?

Gracias al cielo el hijo menor de los Dankworth da mucho de qué hablar, porque si fuera por el mayor mi texto crítico ni siquiera hubiera nacido.

En fin, hoy es viernes y  solo en clase de historia universal fue que dejaron un trabajo, así que prácticamente estábamos libres.

Dylan y yo estábamos buscando en Bing un poco acerca de Inglaterra para comentarles a David y Julieta; a quien quiero engañar yo buscaba la información, mientras Dylan andaba como loca organizando todo porque nos invitaron a una fiesta, la cual muy amablemente decline no estaba de ánimo para ir. Y además no conocía muy bien a la gente que iba aunque muy irónicamente el objetivo de la fiesta es "socializar, conocer nuevas personas" o eso dijo Santiago quien da la casualidad que conoce a los anfitriones de la party.

Ya yo había encontrado información como para hablar una hora, así que cerré mi laptop, agarre maravilloso desastre, me coloque mis audífonos y comencé a leer...

Alguien bruscamente me quito los audífonos – que rayos – dije y me dirigí a la persona que hizo que despegara los ojos del libro.

–        Porque no estas cambiada – me dijo Santiago.

–        Porque lo debería de estar- le alce una ceja.

–        Porque yo lo digo- en serio no quería reírme.

–        Porque lo dices tú, interesante y tú eres que un príncipe, un presidente, el primer ministro, el rey... no se  dímelo para saber su majestad y no volver a desobedecer a su alteza- dije esto haciendo una reverencia.

–        Porque tienes que ser así Emma, cámbiate no te lo voy a decir dos veces.

–        Creo que no has entendido, no voy a ir.

–        Creo que tu no has entendido, estoy aquí por ti y no me voy a ir sin ti.

–        Pues lástima creo entonces que no vas...ups que pesar.- me volvi a colocar los audífonos, acomode mi almohada y comencé a leer.

De un momento a otro la canción de Ed Sheeran se detuvo – no voy, ya déjame- dije dándome la vuelta – cálmate             Emma, era para ver si sabes dónde deje el labial rojo- mire a Dylan con cara de lo siento y luego mire al idiota, lo fulmine con la mirada, pero el muy imbécil tenía la sonrisa de oreja a oreja y eso es lo que más rabia me daba.

Creo que lo dejaste en tu mesita de noche en la última gaveta – dije levantándome de la cama y dirigiéndome a esta, la abrí y cogí el labial.

-Te lo dije- se lo dije mientras se lo entregaba.

– Gracias Emma- lo dijo pero no necesariamente mirándome a mí, sino a Santiago.

– Y tú todavía aquí, no ves que es una habitación de mujeres y a ti no se te está permitido estar en este piso- me miro con cara de quien ríe de ultimo ríe mejor aunque no tiene sentido porque sinceramente no tenía las de ganar en esta "no competencia". O  eso creí yo hasta que mire mi cama y no vi ni mi adorado MP4 y tampoco mi libro.

– ¿Dónde está? – dije sin mirarlo y contando uno, dos, tres mentalmente.

– ¿Donde esta qué? – respire profundo y mire a Dylan, ella me miro con cara de no me mires asi no te ayudare.