Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)

Capitulo 61: Adiós.

-Apenas logre salir del palacio sin que casi nadie se diera cuenta pues la mayoría del servicio estaba ocupado con la recaudación, recuerdo haber caminado hacia la zona del servicio, en busca de una salida que sabía que estaba poco transitada para ese momento.

Salí por la puerta del servicio y me encontré con varios camiones que traían el banquete, camine por medio de dos de los camiones parqueados pasando desapercibida, continúe caminando por el jardín trasero hasta que encontré la reja de salida que era custodiada por los guardias, ellos no me iban a permitir salir, así que me escondí detrás de unos arbustos lo suficientemente alejado de la vista de los guardias a la espera de que un camión de banquete pasara, para poder pedirle que me ayudara a salir de aquí.

Mi celular comenzó a sonar. Era Santiago.

De un momento a otro se observó movimiento excesivo en la casa, los guardias comenzaron a hablar por sus radios.

Lo que me indicaba que ya se habían dado cuenta de mi desaparición, necesitaba actuar rápido... sinceramente necesitaba un milagro de 4 ruedas.

- Revisemos las cámaras- dijo uno.

-Las cámaras, diablos- dije y corrí lejos del perímetro visual de la cámara y al mismo tiempo observo un carro negro antiguo que venía para la salida.

Esta era mi oportunidad, cuando estuvo lo suficiente cerca lance un zapato.

Llame la atención del conductor, quien me mira extrañado.

Camino hacia la ventana del carro, y de mi boca sale:

-Señor podría darme un aventón para no salir caminando hasta la entrada. Es que mi tacón se arruino y me daba vergüenza quedarme en la fiesta así... y mi chófer no ha venido a recogerme. - me miro con cara de estar considerándolo.

-Por favor solo necesito que me dé un aventón, así sea una o dos cuadras de aquí, donde pueda tomar un carro - agregué.

-Está bien- dijo y abrió la puerta trasera.

Me monté en la parte de atrás, sé que también era un riesgo suicida, claro que tenía miedo de montarme con un desconocido así sin más, pero necesitaba salir de allí.

Ya dentro del carro, me solté el cabello, dejándolo caer por mi espalda.

Ahora tenía que evitar que el guardia se diera cuenta de mi presencia en la parte de atrás de carro pero como... no había nada en el carro que me ayudara.

Ya era tarde, ya estaba a nada de la puerta.

Mi celular seguía sonando.

No lo pensé más y contesté.

-Mi amor - dijo Santiago con voz de alivio del otro lado del teléfono.

-Si- fue todo lo que pude pronunciar.

Se escuchó un:- ya contestó- de Santiago diciéndole a todos- ¿dónde estás?

EL guardia hizo seña al carro de que se detuviera.

-En el cuarto ¿porque? -

-Ahora mismo -

-Si claro.

-No te muevas, ya te voy a buscar. - dijo.

Se escuchó a Santiago diciendo:- Esta en el cuarto todo era una falsa alarma.

-Bueno. - dije.

Miré al guardia quien recibe una llamada: justo cuando el carro se detiene al lado.

-Bueno, está bien- dice el guardia y hace señas de que el carro continué. Mientras tanto yo todavía tenía el celular con la llamada abierta.

-Porque te fuiste - dijo.