Capitulo 30: Me llamas.

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Salimos de la clase del sr levy sin que Santiago nos honrara con su presencia, lo que se me hizo muy raro sobre todo por ser la primera clase donde no se escuchó mi nombre, se notaba su ausencia en los momentos donde el sr levy trataba de proyectar la presentación.

Por lo que la mañana de mi miércoles fue muy tranquila, y eso me pareció muy sospechoso.

Tengo la teoría que cuando las cosas están muy calmadas es porque tarde o temprano va ser todo lo contrario. En fin solo es una teoría.

Aunque no voy a negar que albergaba la esperanza de que en cualquier momento apareciera por la puerta de la clase con su hermosa sonrisa y su actitud arrogante. Pero no fue así, así que ahora estoy en la cafetería disfrutando de mi almuerzo sentada junto a Dylan y observando a una Julieta y un David actuando como tortolos o por lo menos solo se miraban y se reían sin decir una sola palabra, lo que es extraordinariamente bueno, o al menos me parece genial el hecho de que ellos hayan dejado de lado sus problemas y tengan esta nueva actitud y buena energía.

Luego de terminado el almuerzo como no teníamos más clases decidimos irnos de compras, necesitaba con urgencia comenzar un nuevo libro, y eso me recuerda que mi mp4 y hermoso desastre todavía los tiene Santiago. Como me exaspera llegar a mi habitación y tener que buscar mi ordenador o mi celular para escuchar música, si lo se soy rara.

En fin ya en la librería quería algo de misterio así que agarre uno de Agatha Christie, mientras yo pagaba Julieta y Dylan estaban al frente en una tienda de ropa interior. Al terminar de apreciar y pagar mi nueva adquisición camine hacia la tienda y me encontré con las susodichas comprándose vestidos de baños.

-¿Qué compraste? – pregunto Dylan.

-Tragedia en tres actos – se lo mostré.- ¿Vestidos de baños?- señale sus bolsas.

-Así si se nos ocurrió ahorita – dijo como si nada - nos vamos a la playa dentro de 1 hora solo compraremos unas cosas ahora en el súper y recogeremos otras en la residencia, así que es mejor que compres un bañador en caso de que no tengas – dicho esto camino a la sesión de donde acababan de salir.

-¿A esta hora? ya ni sol habrá cuando lleguemos –la miro.

-Si por eso es mucho mejor, confía en nosotras - así que comenzó a buscar.

Luego de algunas pruebas logre encontrar uno que me gustara y adicional a eso compre unas gafas para la ocasión. Al ver Julieta que nos íbamos a demorar decidió ella misma ir por las cosas al súper, para cuando estuvo devuelta ya yo pagado.

Entonces fuimos a la residencia buscamos algunas cosas, y para este momento nos dirigíamos a la playa en el carro de Julieta.

Son las 4:20 pm, estoy aburrida así que agarro mi celular para ver Instagram pero este comienza a sonar.

-¿Qué pasa que hoy mi asistente no se ha reportado o es que acaso no me extraña? - es lo primero que escucho al colocar el auricular en mi oreja.

-Deja tus jueguitos ¿que necesitas? – no hay cosa que me moleste más que se crea el ombligo del mundo.

-Unos documentos pero tú no me puedes ayudar – ¿en serio? acaba de decir eso.

-Entonces para que me llamas – respondí.

-Y es que acaso no puedo llamarte- buen punto, pero... no voy a quedarme con esa respuesta.

-Si hubiera sabido que era para esta bobada ni siquiera te habría contestado – sonreí porque...

-Sí, pero en cambio no te resististe a escuchar mi hermosa voz ¿cierto? – sabía que obtendría su típica respuesta de "te mueres por mí".

-No, y ya deja de fastidiar chao. – pero no colgué.

-Espera porque te enoja cuando debería ser yo el enojado – ahora que trama.

-Haber porque según tú deberías enojarte – y aquí viene otras de sus respuestas que me matan lo presiento.

-Todo un día sin verme y ni siquiera para llamar qué clase de relación podemos entablar si no hay extrañismo – me reí.

-De que relación estás hablando y esa palabra ni existe ¡extrañismo por dios! - me reí otra vez- además ni siquiera fue un día, solo...- medite- pasaron 16 horas. –y aquí va mi instinto de maestra otra vez.

-Así que cuentas las horas en las que no me ves- cierro mis ojos- que tierna eres, ten cuidado o voy a comenzar a creer que te gusto – y por esta razón es mejor no corregir. Él es ese alumno que nunca pierde.

-Uff sabes contigo no se puede hablar-

-Y encima te enojas que culpa tengo yo de que te guste- me reí. Ya basta Emma pareces una quinceañera.

-Eres un dolor de cabeza – dije.

-Me han dicho mejores cumplido, para empezar te lo acepto - eso no me lo esperaba- ¿entonces a qué hora te recojo hoy?- eso menos.

-Recogerme eres demasiado confiado pero antes de que tus ilusiones vuelen no estoy ni en la residencia ni en la ciudad. – esa no te la esperabas.

-A no y entonces donde a ver – vamos a picarlo un rato.

-No es de tu incumbencia- ups.

-Ya me aburrí baja estoy afuera y tengo hambre.- que poca paciencia, decepción.

-Pues vete a comer, que esperas no estoy allí- se escuchó como el motor de un carro cobraba vida.

-¿Emma Isabel dónde estás?- es mi turno de jugar.

- Sauce, la verdad no se-

-Como que no sabes-

-A no mentira... no tengo porque darte explicaciones.

-Sabes que lo averiguare ¿cierto? –

-Si, por supuesto-

-Entonces porque no me ahorras el trabajo-

-Porque como bien lo has dicho no me gusta ahorrar – reí - y si me disculpas tengo cosas que hacer - y entonces colgué.

Un minuto después sonó el celular de Dylan. Esta me miro al ver el número de teléfono, se hecho a reir y yo le estire mi mano para que me lo entregara, negando con su cabeza me lo entrego y dijo: no seas mala.

Mire la foto que aparecía cuando llamaba se notaba que ese día se divirtió lo suficiente, para que mostrara un sonrisa autentica, el celular dejo de sonar por menos de 5 segundos cuando nuevamente replay invadió con su sonido todo el carro.

Y eso me recuerda.

- Dylan puedes poner una canción en la radio – me miro extrañada.

- Acaso no vas a contestarle, ¿para qué quieres una canción?

- Si ahora, solo coloca la canción y por favor que sea movida.

- Que estas tramando

- Nada

El celular paro de sonar una segunda vez y comenzó inmediatamente al igual que lo hizo shape of you de ed sheeran.

-Dylan, ¿dónde están? – fue lo primero que dijo. – Y esa música – bingo –eso es club Dylan Sofía – me aguante la risa – si es así dame la dirección inmediatamente – voy a llorar Dylan Sofia - entonces Dylan acaso no me has escuchado – no me aguante más y solté la carcajada- ahh eres tu Emma- el idiota conoce mi risa – ¿dónde están? ¿En qué club? – Reí más fuerte –vas a decirme algo o me dejaras hablando solo.

-Lo siento no puedo escucharte bien- aunque entendía perfectamente, hice señas a Dylan para que le subiera – amo esta canción, ahorita hablamos – grité y colgué.

El celular sonó unas cinco veces más hasta que se cansó. 

Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)Where stories live. Discover now