Capitulo 43

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Ahora mismo estoy sentada en un avión rumbo a mi casa, escuchando música y con el hombro entumecido por un lindo rubio ojos verdes.
Todavía no entendía como podía dormir tan plácidamente mientras a mí me costaba, ya iban dos horas de vuelo y el continuaba durmiendo en la misma posición sin ni siquiera inmutarse por lo incomodo que pareciera, si durmiera yo quince minutos así, me da tortícolis pero conociendo a la vida para él no será así, apuesto a que está soñando.

No podía creer que ese loco haya convencido a la señora para cambiar de puesto.

*flashback*
-Disculpe señorita - Aquí vamos otra vez.
Regla 1 de viaje: no descuidarse porque extraños se toman la libertad de hablarles.
-¿Qué haces aquí? - son las 3 de la mañana hace una hora lo había dejado durmiendo en su habitación.
-Pues lo mismo que tu- en serio.
-Santiago, te quiero pero que haces aquí? - lo abrace.
-Voy a visitar a mis suegros- sonreí.
-Tú no tienes suegros todavía.
-Bien dicho todavía, por lo tanto comenzare a ser méritos -
- A pero que bien, se puede saber cómo-
-Ya te dije, voy a visitar a mis futuros suegros.
- Ya Santiago deja de bromear y dime la verdad.
-No estas felices de que este aquí - apoyo su barbilla en mi cabeza.
- Si pero...-
-pero nada solo disfruta de mi presencia.

Nos sentamos y allí esperamos a que anunciaran mi vuelo, lo cual hicieron al cabo de 15 minutos después.

Así que llego la hora de despedirnos oficialmente, y pensé que iba a ser menos doloroso. Pero no aquí estaba yo a punto de llorar, con los ojos aguados por el hecho de despedirme de un rubio ojos verdes que no era mi novio pero que yo sentía como si lo fuera, porque era hora y no le habíamos puesto título a nuestra relación.

Me despedí de él, fue más duro de lo que pensaba y solo iban a ser tres días que no nos íbamos a ver.

Lo se sueno muy cursi.

En fin él no me dijo nada, solo tenía su hermosa sonrisa en el rostro y me dio un último abrazo antes de yo perderme por el camino directo al avión que me llevaría a casa.

Me acomode con mi morral en mi asiento predilecto y me coloque mis audífonos. Todavía no tenía compañero de viaje, pero tampoco es como si la persona que me acompañara tuviera que saludarla además yo estaba en la ventanilla.

Una señora de unos 80 años se acomodó al lado mío y me recordó a mi abuelo, no se sus facciones o su forma de desenvolverse o quizás su perfume lo que me hacía recordarla.

Un poco de nostalgia me embargo de golpe por lo que seguí mirando la ventanilla hasta que....

-Disculpe señora- esa voz me llamo la atención.

Pero era imposible... que fuera su voz, existen millones de personas en el mundo puede que sea una de esas con voz similar.

Así que preste más atención a la conversación que sostenía mi compañera de viaje con el chico de voz muy peculiar.

- Lo que sucede es que mi novia y yo nos acabamos de comprometer y vamos a hacer un viaje a la casa de sus padres pero por cuestión de la aéreo línea y sus políticas no logramos conseguir puestos juntos entonces quería saber si usted es tan amable como para que pueda cambiar conmigo el puesto para poder ir a lado de mi prometida y futura esposa.

Espera que...

Volteo y veo a un Santiago muy sonriente con razón se le quitaba esa sonrisa cuando nos estábamos despidiendo.

-¿O no es así? Amor.

-Claro que si mi vida. - me cogió la mano y beso.

-Ahhh pero que pareja más tierna, aunque son muy jóvenes como para casarse pero que importa si para el amor no hay edad.

Coqueteando Con La Realeza ♔ (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora