Como en aquel verano - Taekook (kookv)

Otoño

Escribir siempre había sido un ejercicio que ayudaba mucho a Taehyung, por eso llevaba un rato pensando si debía o no, al fin y al cabo, esa siempre había sido su primera vía de escape y justo en ese momento sentía que ya no podía más. Había un detalle, sin embargo, y era que nunca había escrito nada sincero sobre sí mismo; siempre escribía cualquier otra cosa, lo que había hecho en el día y lo que esperaba hacer al siguiente, un par de pequeños poemas o líneas sin demasiado sentido, incluso historias cortas. Todas esas palabras tenían algo en común, la parte en la que desviaban la atención de lo que dolía, porque de esa forma era más fácil para él calmar la ansiedad.

Pero esta vez no, esta vez lo sentía necesario en otro grado. Para dejar de ahogarse entre los sentimientos que se apelotonaban en su pecho. Había dibujado y hecho marcas al azar durante páginas enteras, la tinta negra de su bolígrafo corriéndose y manchando el cuaderno y su mano.

Cuando la pluma volvió a tocar el papel, lo sintió inevitable.

"Que Jungkook esté aquí es confuso y duele. No por él, ni por mí, tampoco por lo que pasó entre los dos, en sí. Es solo porque él trae consigo lo que intenté ser, y que inesperadamente salió bien esa vez.

Cada cosa que intenté salió bien, y eso me hizo creer que el tiempo se había detenido, y que nosotros podíamos quedarnos para siempre allí, entre días demasiados claros, entre tardes saladas de mar y noches de tormentas que parecían ahogar todo lo demás.

Quise creer que sí podía, que solo necesitaba un poquito de toda la voluntad que Jungkook me había inspirado.

Pero no es así. Porque todas las ganas y la valentía se fueron en cuanto él llamó y dijo que era hora de volver si todo estaba en orden.

En Busan todo está en orden, desde siempre. Aunque ella se haya ido, dejó ese orden y esa calma para mí. Y siempre se lo voy a agradecer, porque en Daegu y en Seúl eso no existe, por mucho que intente.

Ni siquiera con Jungkook aquí encuentro que puedo hacer algo más.

Todavía siento sus brazos alrededor de mí, y pienso en el suspiro derrotado que lanzó, y me siento inmensamente vacío otra vez. Como cuando lo vi irse, sabiendo que todo había terminado allí"

La frustración contenida se materializó en la tensión de su letra y en lo mucho que había marcado la hoja al trazar las palabras, y solo lo notó cuando una voz suave se filtró en su mente y rompió la concentración.

—¿Tae? —Jimin lo llamó desde el sofá, abandonando sobre sus rodillas el material de lectura que revisaba —De repente comenzaste a respirar super agitado —comentó un poco alarmado.

Taehyung no tenía idea de si sus lágrimas se habían agotado, o el que estaba agotado era él, solo sabía que ya no salían y que eso era un alivio en ese momento. En cambio, tenía un nudo enorme en la garganta.

—Estoy bien —le aseguró, respirando profundo para mostrarle.

Que había sido una idea estúpida, fue lo que pensó mientras arrancaba la hoja y la rompía en pedazos, pequeños y arrugados. Era mejor que esas cosas se quedaran en su cabeza, dónde solo él podía darle vueltas, dónde nadie corría riesgos.

—¿Estás seguro? —Jimin le preguntó mirándolo de costado.

—Lo estoy —le aseguró, y sonrió para terminar de convencerlo —Que me guste mi carrera no quiere decir que esto no me frustre —añadió señalando el pequeño montón de libros sobre la mesa, a uno de sus lados.

Sabía que Jimin todavía lo miraba con disimulo, de reojo, mientras él volvía a leer, mientras subrayaba una frase al azar para aparentar normalidad. Intentando convencerse de que él todavía podía nadar un poco más.