Como en aquel verano - Taekook (kookv)

Invierno

Jungkook estaba seguro que los dedos que Taehyung se empeñaba en aferrar a su piel y a su ropa, aun estando dormido, quedarían marcados allí por unos días. La fuerza, la desolación y la tristeza estaban plasmadas en ese agarre casi imposible de soltar. Se dedicó a hundir sus manos entre el cabello del chico, a recorrer su cuello y su hombro; su pulgar dibujando círculos lentos, en caricias constantes, su mano restante sin soltarle la cintura, manteniéndolo tan cerca como era posible.

Tiempo después, necesitó varios intentos hasta que pudo salir de la cama, ya que cada vez que se movía apenas unos centímetros, Taehyung volvía a tensarse y a atraparlo. Jungkook se sentía abrumado, necesitaba un minuto fuera de la habitación para poder poner en orden toda la información que su cerebro había recibido, necesitaba procesarlo para poder entenderlo mejor. Era complicado y doloroso.

Se tomó el atrevimiento de rebuscar entre los cajones de Taehyung para encontrar ropa cómoda que pudiera utilizar para cambiar sus rígidos jeans y su camisa. Sabía que Taehyung iba a necesitarlo allí cuando despertase aturdido por haber dejado caer la carga emocional que había resistido por tanto tiempo, así que su cabeza nunca consideró la posibilidad de abandonar aquella casa. En cambio, deambuló por la cocina revisando las alacenas hasta que fue capaz de tener una taza de té en sus manos.

Todavía meditaba, la taza humeando entre sus palmas, cuando un estruendo en la puerta del departamento lo sobresaltó. Caminó apresurado, escuchó los botones de la cerradura eléctrica y el tono que indicaba que la clave ingresada era incorrecta.

—Mierda —la voz ahogada de Jimin balbuceaba entre risas —Yoongi, espera un segundo.

La clave fue errónea una segunda vez, y cuando Jungkook se decidió a hacerles el favor, la puerta finalmente cedió.

Jimin y Yoongi todavía se estaban besando cuando se estamparon contra la pared inmediatamente después de entrar. Jungkook tosió adrede.

—¿Qué demonios? —Jimin se sobresaltó al notarlo, Jungkook vio la borrachera y el calor del momento desapareciendo del ambiente en un instante.

—Jiminie —saludó, solo entonces Yoongi soltó al chico y se volteó para encontrarlo también —Hola hyung ¿Se divertían?

—Esa no es tu ropa —Jimin lo acusó señalándolo —¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Taehyung?

—Por algún motivo todos dieron por sentado que Tae no iba a beber, y que no hacía falta echarle un ojo. Sí bebió... Y tuvo un momento... —Jungkook inventó en un instante, sin que se le moviera un pelo.

—¿Qué? ¡¿Mi Taetae se emborrachó?! —Jimin dijo histérico intentando caminar hacia el pasillo que llevaba a las habitaciones, Jungkook alzó una mano y le impidió el paso.

—Sé que es tu casa y Tae tu mejor amigo, pero como que él se puso un poco sensible y le costó un mundo dormirse. Así que sería bueno que no despertase, y que en lo posible siguiesen con lo suyo en silencio. Me tomé la libertad de quedarme aquí, supuse que algo como eso —dijo señalándolos a los dos haciendo círculos y énfasis —iba a pasar cuando los vi allá en el club. Decidí traerlo a casa por mi cuenta también por ello.