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Es verano, es Busan. Y Jungkook conoce a Kim Taehyung, y tiene la certeza de que lo que lleva por dentro se siente, por primera vez, como amor genuino.
Pero el verano se acaba y la suya es otra de esas historias entre mile...
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Cuando Taehyung tenía doce años, tuvo una conversación con su abuela; una conversación sincera con la que fue consciente de estar creciendo. En esa ocasión, cuando su abuela le preguntó qué cosas había hecho en ese tiempo en el que no se habían visto, Taehyung habló de libros. Le contó que ya tenían edad para usar libremente la biblioteca de la escuela, que sus maestros los consideraban lo suficientemente responsables como para dejarlos llevarse libros para leer en casa, y como Taehyung no tenía nada más que hacer, comenzó a aprovechar ese servicio. Taehyung había leído mas de una treintena de libros en apenas tres meses, y su abuela además de felicitarlo y asegurarle que podía contárselos todos después, le preguntó por qué. Tuvo que pensarlo, procesar una serie de cuestionamientos en su cabeza que fueron como escalones llevándolo despacio a una respuesta.
—Mamá y papá creen que cualquier cosa que haga en la que no pueda ser realmente exitoso, es una perdida de tiempo y dinero. Probé taekwondo y fútbol, fue divertido, pero no era bueno en ello. Intenté estudiar japonés e inglés, pero no aprendí rápido. Incluso fui a clases de dibujo, pero a papá no le gustó que la maestra me dejara dibujar cualquier cosa en vez de dibujos serios. Dejé la natación hace unos meses, cuando no obtuve un buen puesto en una competencia y hubo una discusión en casa acerca de si valía la pena que continuase en ello si no me lo iba a tomar en serio. Así que dije que ya no quería ir, aunque sí quería... Solo no quería ignorar a los demás niños y entrenar, porque solo nadar no es lo divertido de ir allí. Así que me quedo en casa y me aburro; por eso creo que fue una buena idea, nadie gasta dinero, nadie pierde nada si leo los libros que puedo sacar de la escuela —le contó.
—Pero Osito ¿No hay niños con los que quieras jugar, a los que quieras ver después de clases? —su abuela preguntó confundida —¿No es leer una actividad un poco solitaria para alguien tan bueno y lindo como tú?
—Los niños con los que tengo permitido jugar fuera de la escuela son aburridos o no son amables. No me dejaron, aunque intenté convencerlos de invitar a alguien más. De todas formas, todos tienen algo que hacer luego de la escuela. A veces extraño ir a nadar, no se parece en nada —Taehyung dijo riéndose por la comparación absurda —pero los libros también están bien.
Su abuela suspiró y su cara se contrajo, Taehyung supo que estaba intentando no enfadarse por algo que él no llegaba a entender.
—¿Osito tú quieres seguir yendo a natación? ¿Te gusta muchísimo el agua y practicar? Porque te he visto en la playa y sé que lo disfrutas, entonces ¿Te gustaría eso? —la mujer le preguntó finalmente.
—No lo sé... —la cabeza de Taehyung de pronto estaba pensando en el esfuerzo de las competencias y en el peso de ganarle a todas las personas que fueran capaces de sumergirse en una piscina.
—No pienses en lo que tus padres dirían y quieren, bebé. Solo respóndele a la abuela Suni, eres un niño grande y puedes decidir. Sabes que lo que ellos hacen no está bien ¿Cierto? —Taehyung asintió con cautela —Bien, me encargaré de eso después. Pero primero quiero saber si te gustaría volver a practicar.
