El mal había triunfado, Lord Voldemort ahora dominaba todo y no existía nadie en la tierra que pudiese hacerle frente, pero eso cambiaria.
Esa es tu misión, ve allí y brinda una nueva oportunidad para aquellos seres.
Desde los palacios intemporales, la esperanza del mundo se asoma en forma de un anciano de capa y barba Gris, este no estaba muy feliz con el viaje, pues sus pies le dolían y temía no encontrar tabaco a donde se dirigía.
En el Colegio Hogwarts desde donde la maldad y sus secuaces reinaban, podía sentirse una presencia que llegaba desde lejos, caminando lentamente al encuentro de todos. Muchos fueron enviados a recibirlo, pero de ellos no se volvió a tener noticias. pasadas ya unas horas, el anciano había llegado.
—La maldad deberá dejar estas tierras para nunca regresar —dijo el anciano.
—¿Y tu quien eres, y como te atreves a entrar en los dominios del señor tenebroso? —le interrogo Lucius Malfoy.
—Deberías mantener tu lengua detrás de tus dientes, si es que acaso no quieres perderla —declaró el viejo, mostrando un gran bastón de madera que llevaba bajo su túnica.
En ese momento, inicio un combate entre Lucius y el Anciano, la batalla era reñida; pero al final el anciano logro desarmarlo.
A seguidas se escucho una voz como si escapara de una serpiente
—Has venido en busca de tu muerte anciano —aseguró el ser con aspecto demoniaco que se acercaba.
—He venido a liberar este mundo de tu maldad —expresó el anciano, lanzando una rayo de energía hacia Voldemort.
—Vaya, nunca había conocido a alguien tan poderoso —reconoció Lord Voldemort—. ¿Podrías decirme tu nombre antes de que te mande a la tumba?
—Soy Gandalf el Gris —se identificó, y no pienso morir antes que tu.
—Petrificus Totalus —lanza Voldemort sobre Gandalf, inmovilizándolo y quitándole el bastón.
Todos ríen a carcajadas mientras Voldemort apalea a Gandalf contra los muros una y otra vez.
—Ya me canse de jugar contigo, adiós viejo -dijo Lord Voldemort—. Avada Kedravra —Lanzo sobre Gandalf, cayendo este al profundo abismo—. Pero que insolente, enfrentarse a mi.
Continuara...
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