Dámelo

7 2 0
                                    

—Tu sabes lo que quiero, no te hagas la difícil.

Ella se mordió los labios.

—Lo fácil dura poco, Dalid.

—Lo difícil me cansa, Alondra. —Me acerque a ella y me freno poniendo su índice en mi pecho.

—Como una roca —se refirió a mi pecho.

—No es lo único que se pone duro cerca de ti —le exprese mirando sus senos.

—Eres demasiado perro... ¿te lo han dicho?

—Me lo han gritado —contesté—, Aunque ya no recuerdo cuanto.

—Ves... eres capaz de olvidarme, mientras yo sigo enamorada.

—Quizás —manifesté—. Conquista esa montaña, atrevete.

—No lo se... —suspiró—. Tu me gustas pila... ¿prometeme algo?

—Lo que sea por ti. —Le agarre las nalgas y la traje hacia mi.

—Nunca me dejes...

—Ni tu a mi. —Le bese.

De todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora