CAPITULO XXXVIII

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Entro al instituto intentando esconder mi felicidad. Desde que recibí el mensaje de Tyler con el te quiero no he podido dejar de sonreír, incluso mis mejillas comienzan a doler.

Me sentía feliz, como si todo fuera perfecto. Solo que en el fondo sabía que nada era perfecto, al menos... no aún.

Me apresuro a llegar mi casillero cuando el timbre de la primera hora suena.

Lo abro tan deprisa que varias cosas caen al piso, maldigo entre dientes antes de agacharme a recoger mis pertenencias. En eso, veo un sobre con mi nombre en él, y la letra no se me era conocida.

Una vez que acomodo todo en el casillero tomó el sobre y me doy cuenta que tiene algo adentro. Dudo en si abrirla o no y cuando me decido, recibo un mensaje que me hace olvidar lo que iba a hacer:

"Princesa debido a que ayer me dejaste colgado a través de un telefono me temo que debes compensármelo. ¿Y cómo lo harás? Sencillo. Nos vemos al inicio del primer timbre en nuestro lugar, no te preocupes por faltar a clases sólo será un momento. Te espero, atentamente el princeso".

Me es inevitable no reír al ver la despedida. No puedo creer que se haya autonombrado así, una vez yo lo hice, pero de eso hace tiempo.

Me doy cuenta que el timbre de la primera clase sonó hace 10 minutos. Tengo que apresurarme si quiero llegar ahí sin que ningún prefecto me vea.

Entonces pienso en una mejor opción: las escaleras de emergencia. Por fin algo de lo que Tyler hace me servirá.

Abro rápidamente la puerta de las escaleras y me adentro, entonces comienzo a trotar hacia el segundo piso. Gracias al cielo no había moros en la costa llegar a mi piso, así que puede llegar sin problemas al cuarto del conserje.

Ni siquiera tuve que abrir la puerta cuando una mano me jaló hacia adentro para después tener unos labios sobre los míos.

Estaba desconcertada al inicio pero después pude caer en la realidad y devolverle el beso.

Tyler al notar que lo hacía dirigió sus manos hacia abajo, cerca de mi espalda baja, y me pegó más hacia él. Yo en cambio lo tome detrás de la nuca, de igual forma acercándolo más a mí si es que eso era posible.

El beso como la mayoría era fuerte pero sentía un cierto aire de necesidad, tal vez era por parte de Tyler o tal vez sería de mi parte o simplemente de ambos.

Tuvimos que separarnos debido a la falta de aire pero ninguno se alejó del todo, simplemente permanecimos cercanos con nuestras frentes unidas y nuestras narices rozándose levemente como una caricia.

El gesto me derritió por dentro pues Tyler no solía ser así, y las veces que lo era me encantaba. Incluso no parecía que habían pasado un par de semanas desde que no nos dirigíamos la palabra, es como si ese tiempo nunca hubiera sucedido.

—¿Así es como me harás pagar haberte dejado colgado en teléfono?

—Estaba pensando en otro plan pero me fue inevitable. —me da un rápido beso que no pude aprovechar— Te echaba de menos, ayer no pude despedirme como era debido.

—Ya que lo mencionas —digo haciendo memoria— ¿Qué fue lo que te dijo mi madre?

—Prefiero reservármelo, princesa.

Quise replicar pero fue más rápido y me cayó con un beso sencillo.

Solté un pequeño gritó cuando me tomó de la cintura y me alzó del suelo antes de recargarme sobre esa pequeña mesa que tantas cosas ha presenciado y qué cosas...

—Extrañaba tenerte así —murmura contra mi cuello.

No le respondo con palabras, en cambio comienzo a acariciarle el cabello de la nuca. Él suelta un suspiro qué hace erizar los vellos de mi nuca y estoy segura que lo notó al escucharlo reír.

El mejor amigo de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora