El mejor amigo de mi novio

CAPITULO XXVIII

—Ya hemos hablado de esto Tyler.

—Clarisa enserio que esto me resulta cada vez más ridículo y más estúpido. —dice recargando uno de sus hombros contra la pequeña pared. Ignore el extraño sentimiento cuando me llamo por mi nombre.

—Dijiste que tenías en claro las condiciones. ¿Recuerdas?

—Sí pero...

—Pregunté: "¿Te quedó claro?", ¿y tú qué respondiste?

Me mira incrédulo antes de citar sus palabras nuevamente:

—Sí, no llamarte princesa, no podremos salir en público, no acercarme a ti con otras intenciones para que parezca que seguimos odiándonos, nada de contacto físico o besos, no decirle a nadie de esto aún —repite con cara de fastidio, antes de mostrar una sonrisa socarrona— Me parece estúpido todo esto. También dije eso.

Lo miro con ojos entrecerrados y él me mira igual antes de cambiar su mirada y acercarse tomando mi rostro entre sus manos para lentamente acercarnos; suelto un suspiro cuando nuestros labios rozan y lo siento sonreír antes de besarme.

Han pasado ya tres semanas desde que le confesé mis sentimientos a este imbécil.

Tres semanas para nada fáciles. En especial esta última, pues en una semana Bruce regresaría.

Las cosas, entre Tyler y yo, han estado un poco tensas entre; además del estrés constante que siento entre ocultar esto a todo el mundo sin el apoyo que quisiera de Tyler, y entre evitar los mensajes y llamadas insistente de Bruce, las cosas no han sido sencillas.

Y menos sin el apoyo de mi mejor amiga, jamás había estado tanto tiempo sin hablar con Jane, y varias veces he intentado acercarme después de la primera semana pero es igualita a su hermano, experta en ignorarme.

Repetidas veces Evan ha intentado hablar con ella pero no parece tener interés en hablar conmigo. Me parece un poco ilógico cuando la que debería estar molesta soy yo, pero tampoco me sentía con el derecho de estarlo.

Respecto a Tyler, aunque desde el inicio le fui clara con mis condiciones, las cuales muy renuente las acepto, sigue comportándose igual y no ha cumplido su palabra del todo. Ya varias veces ha estado cercas de mí y ha intentado comportarse de la misma forma que lo hace cuando estamos a solas y eso ha llamado la atención de algunas miradas. Pero esta semana lo he sentido diferente, con más intención, razón por la que hace unos momentos estábamos discutiendo dentro del cuarto del conserje o como lo he bautizado: nuestro lugar.

Me separo después de que sentí como el beso se convertía incómodo, porque sabía que solo lo hacía para distraerme.

—Quiero hacer las cosas bien Tyler. —digo queriendo y esperando que me entienda— ¿Cuántas veces te he dicho que no puedes comportarte así conmigo en lugares públicos? Mucho menos en la escuela. Te he repetido hasta el cansancio que quiero esperar a que Bruce regrese para terminar con todo esto.

Puso los ojos en blanco y se alejó por completo de mí, recargando su espalda contra la pared.

—Me parece absurdo Clarisa —dice cruzado de brazos, y ahi va otra vez mi nombre— Podemos seguir fingiendo y actuando que no tenemos algo pero ¿y después? Sabes que Bruce, de cualquier manera, no se lo va a tomar bien.

—Ya lo sé —digo en un susurro, cabizbaja—Pero fue mi culpa y no se merece que me ande pavoneando contigo cuando él ni siquiera esta. Quiero que lo oiga de mi boca y no de rumores que le lleguen a través de sus amigos o las chicas chismosas de esta escuela.

—Pues llámalo y díselo —suelta como si nada sacando su celular del bolsillo, estirándolo en mi dirección.

—Ya he hablado contigo también de esto Tyler. —empujo su celular hacia él— Quiero decírselo yo, de frente y no por un teléfono.