CAPITULO XXVI

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—¿Cómo un chico con sus caracteristicas puede no verse a simple vista? Por Dios, el chico es alto, fornido, castaño...

—Suficiente Evan —lo interrumpo de mal humor.

—Hoy son dos días sin rastros de él. Y sí ha asistido a clases, el único chico que lo ha visto me lo confirmo —dice analitico— Lamentablemente la clase que compartimos es hasta final de semana y apenas estamos en Martes, sino ya lo hubiera traído a rastras hasta ti...

—¡Evan basta! —Jane levanta la mirada de su celular al oírme gritar y Evan se encoge en su lugar. El arrepentimiento hace acto de presencia al instante— Perdón, Evan. No quería gritarte así.

—Te mandaría a la mierda y te dejaría de hablar por unos días —me mira mordaz— Pero no lo haré porque me pediste que me detuviera y no lo hice, pero aun asi...

Le lanzo una mirada para que se caye y lo capta al instante, así, sumiéndose la mesa en un silencio total. Aunque no del todo por el bullicio de la cafetería a nuestro alrededor.

—No lo he visto en casa. —habla Jane— Pero si ha estado, nana me lo dijo.

Solté un suspiro abatida.

Estos días han sido un total martirio para mi, desde el viernes pasado que estuve dando vueltas en mi cama pensando en las palabras de mi madre, parte del sábado en donde estuve ignorando otra vez las llamadas de Bruce pues solo sentía que me confundía más y más; el domingo cuando me arme de unas gotas de coraje y reconocí, solo en mi mente, que sentía algo por Tyler. El lunes, día en el que iba decida a buscarlo, dejarle mis cartas sobre la mesa y que el decidiera el futuro de esto.

Y Martes, el día de hoy, un día después de que lo busqué durante los cambios de clase, donde no entre a actividad fisica por buscarlo y donde pase mi receso buscándolo con la mirada por la cafetería, lo cual sabía que era en vano porque desde la carta no lo había visto en ese lugar. No estaba en las bancas, no estaba en el gimnasio, no estaba por los corredores, no estaba ni en el cuarto del conserje, simplemente él no estaba.

Y hoy tampoco lo estaba, solo quedaba una clase después de este receso, y otra vez no había encontrado ni un rastro de él.

Por Dios ¿cómo es posible que nadie lo haya visto?

Comenzaba a creer que el universo consipiraba en mi contra. Primero me pone a Tyler en bandeja de plata sin que yo lo pidiera y ahora que sí lo pido no me lo concede.

—Enserio no entiendo porque ahora quieres a el prospecto de hermano que tengo.

—Ya hablamos de esto Jane —digo queriendo evitar una discusion como la de la tarde ayer.

Al igual que me resultó irónico que antes Jane quería que estuviera con su "prospecto de hermano", pero ahora, la idea no la tolera. Y aunque me duele y quisiera que me apoyara, sabía que no era algo personal contra mi, era algo personal contra Tyler.

Sus peleas ya eran consideradas como algo normal, pero esta no fue como las anteriores. No era tan ingenua para no saber que pelearon por mi, y eso de cierta manera me hacia sentir culpable.

—Como sea. —se limita a decir pero por su seño sabía que tenía más por decir y en efecto no se lo guardo— Tyler es una idiota que no te merece. ¿Acaso olvidaste todo lo que te dijo? ¿Cómo te llamó? Además de que interfirio en tu relación...

—Jane...

—No Clarisa —interrumpe— Pelee con mi hermano por ti, para que ahora salgas con esto.

—¿Estas así por eso? ¿Por qué por mi culpa estas peleada con Tyler? —pregunto irónica— Perdón Jane, pero que no hables con él no es mi culpa, yo no te pedí que te pelieras con tu hermano por mi.

El mejor amigo de mi novioWhere stories live. Discover now