El mejor amigo de mi novio

CAPITULO XIV

Tyler me envolvió con sus brazos desde atrás, el calor que irradiaba su cuerpo me envolvió por completo.

Con el me sentía tan bien... pero no era lo correcto.

—No podemos hacer esto —por más que lo deseaba no podía y menos con el.

—Claro que podemos sólo hay que arriesgarnos.

Volví a negar. —Eres su mejor amigo y yo su novia.

Aunque me duela en el alma era lo mejor ¿no?

—Hace tiempo eso dejo de importar princesa.

Como me gustaba que me llamara princesa.

—No se Tyler —la idea era tan buena pero algo seguía impidiéndomelo.

—Princesa —me giro por la cintura para que quedara frente a él. Envolvió mi cintura por completo con sus brazos—. No quiero nada más que estar contigo.

—Yo también quiero eso —aquellas palabras se sintieron pesadas, pero la sensación era contradictoria, porque también sentía liberación al decírselas.

—Entonces, hagámoslo —me miro directo a los ojos, su lindo color de ojos verdes que parecían ver a través de mi y que provocaban tantas cosas dentro de mi.

¿Quería esto? Sí. ¿Estaba 100% segura de que no me arrepentiría? No.

—Hagámoslo —dije antes de juntar mis labios con los de él.

Lo primero que me recibió al abrir los ojos fue una completa oscuridad.

Parpadee un par de veces para acostumbrarme a la escasa luz nocturna que se colaba por las hendiduras de la cortina.

¿Yo acaba de...?

Si Clarisa. Acabas de soñar con el primor de Tyler

Ay Dios mío.

Me senté en la cama, recargando mi espalda en el cabecero.

¿Enserio yo había...? ¿Soñé con Tyler? ¿Qué lo besaba?

¡Ay Dios mío!

¿Qué me esta pasando?

No podía soñar esas cosas, debería pero que la persona fuera Bruce, no Tyler.

Me lleve una mano a la frente, dándome un pequeño manotazo.

Cuando quiero algo lo obtengo. Eso dijo Tyler, pero... ¿exactamente a que se refería?

¿Se refería a...? NO. Mil veces no.

Él no podía hacer eso ¿o si?

Ay Dios mío.

Deja de decir 'Ay Dios mío'

Estúpida conciencia, en vez de ayudar solo...

Solo te digo lo que realmente piensas querida.

Sacudí mi cabeza negando para alejar los locos pensamientos de mi cabeza.

Después de un tiempo volví a apoyar mi espalda en la cama.

Me gustaría decir que pude volver a conciliar el sueño, pero fue un intento demasiado fallido.

Cada vez que cerraba mis ojos, otros ojos de color verde aparecían junto al recuerdo de un beso.

Un beso, que temía sucediera.

Gracias a Dios Bruce estaría conmigo, si me la pasaba pegada a él, Tyler no podría acercarse ¿verdad? Al menos no con otras intenciones mientras Bruce estuviera presente.