El mejor amigo de mi novio

CAPITULO XVI

—Muy bien jóvenes, estoy esperando —apura impaciente el profesor.

—¿Qué es lo que espera? —preguntó divertido Tyler, aun mirándome.

—No estoy para bromas señor Hill, recuerde que le di una segunda oportunidad para el trabajo. No agote mi paciencia.

Al escuchar la palabra trabajo Tyler presto plena atención al profesor.

—¿Trabajo? —dice con un ligero tono de temor—. ¿Qué trabajo?

El profesor lo miro con dagas en los ojos.

—No agote mi paciencia Tyler. —el profesor pasó su mirada a mí—. Y usted tampoco señorita Clarisa. Que tengo cosas más importantes que hacer que...

—Espere, espere —pide Tyler—. ¿El trabajo no era para la otra semana?

Estúpido.

No más que tu linda.

El profesor se tomaba del puente de la nariz con los dedos mientras inhalaba profundo.

—Creo que eso es todo lo que necesitaba escuchar. No me sorprende joven Tyler, pero creí que esta vez haría algo por pasar mi asignatura, y usted —me escruto con la mirada— Sabe lo importante que es el trabajo para su calificación final.

—Yo...

Formula Clarisa, formula.

—No es culpa de ella —se apresura a contestar Tyler—. Ni mía. Creímos que el trabajo era para la próxima semana, le aseguro que ambos hemos estado trabajando duro en él.

¿Eh?

Tyler continúo hablando. —No nos falta nada para terminarlo, le aseguro que el lunes a primera hora lo tendrá en su escritorio.

—Oh claro que me lo van a entregar el lunes —estuve apunto de agradecerle por la oportunidad antes de querer mandarlo al diablo—. Pero no por eso se libraran del castigo, y lo conocen muy bien.

No por favor. Que no sea...

—Tendrán que ir al viaje de recuperación si no quieren recibir una calificación desfavorable para ambos.

Vi a Tyler encuadrar la hombros, tenso.

—Pero... —quiso objetar.

—Nada de peros señor Hill —asegura severo—. El año pasado le brinde la oportunidad de no asistir al viaje porque era un buen estudiante pero este año, ya no pienso lo mismo. Desaprovechar así esta oportunidad...

Lo último lo dice con tono decepcionado. Toma su maletín y se encamina hacia la puerta. Dándonos la espalda nos da una última advertencia:

—El lunes a primera hora, si no quieren que los repruebe.

Salió del aula cerrando la puerta de un portazo, el ruido haciendo eco en el lugar.

Quise hablar al respecto pero Tyler se apresuró a salir, dejando la puerta abierta. Su actitud me desconcertó, no era momento para sus rabietas, así que lo seguí.

—Tyler —lo llame la primera vez con la esperanza de que se detuviera pero hizo oídos sordos—. Tyler.

No sé si fue mi imaginación o yo camine más lento, que lo vi alejarse con prisa.

Corrí un poco para alcanzarlo. Cuando estuve lo suficientemente cercas, hice el amago intento de tomar su brazo para detenerlo pero el giro sobre sí mismo y termine chocando con su pecho.

No pude decir nada cuando el rápidamente me tomo de la muñeca, abrió una puerta que estaba justo al lado y nos metió ahí.

Mi mochila cayo al suelo y mi espalda baja choco con un mueble, quise soltar un aullido de dolor. No obstante, Tyler cubrió mi boca con su mano, ahogando cualquier sonido.