Destiny (The Witcher)

La dama de fuego.

Me sobe la cabeza adolorida por el repentino golpe contra la tierra firme y luego mire hacia todos lados tratando de buscar a Hope. Mis ojos por fin dieron con su ubicación y corrí hacia ella.

Estaba inconsciente y la tomé en brazos para llevarla a un lugar seguro. Me aparte lo más posible del arroyo y terminamos en un gran plano verde.

Se que no es el mejor lugar para ocultarse de enemigos, pues en los planos queda expuesto, pero no podía más. Sentia los brazos entumecidos y las piernas temblorosas, así que baje con cautela a Hope y la deje reposar en la verde y larga hierba.

Busque troncos para prender una pequeña fogata que nos proporcionara algo de calor y cuando por fin estuvo encendida, Hope pereció sentir el calor que emanaba de la fogata y se despertó.

—No te apresures— Le dije cuando noté que hizo un gesto de mareo.

—¿Cómo?— Miró a su alrededor— ¿Cómo llegamos hasta acá?

— Te cargué, pero no pude continuar. Tuve que descansar.— Le respondí y ella masajeo sus sienes.

— Lamento haber sido una carga.— Respondio y frunció el ceño por dolor.

Noté que el dolor en la cabeza de Hope le aquejaba y entonces decidí inspeccionarla. Hope tenía un gran golpe entre la frente y la delgada linea donde comenzaba el cabello. 

Se quejó cuando lo toqué.— Tienes una contusión.— Le dije en un tono relajado pues no quería que se preocupara de más.

—Estaré bien— Tocó mi mano y me miró con una sonrisa en el rostro. — Te lo prometo.

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Hope después de un rato se quedó dormida y me recoste a su lado, acaricie su rostro y ella despertó un poco somnolienta.

Sus labios se veían más rosados que nunca y la tenue sonrisa que se formaba en ellos, la volvían irresistible.

Deslice mi mano sobre sobre sus muslos y ella Emitió un suave gemido. Mi mano subía y bajaba, haciendo que Hope se pusiera intranquila y ansiosa.

—Deja de jugar, brujo.— Escuché y rápidamente me despegue de Hope para visualizar la amenaza.

Me levanté lo más rápido posible e inspeccione hacia todos lados.

—Hope, despierta.— Le susurre.

Ella logró escuchar y se levantó de la misma forma que minutos antes lo había hecho yo. Hope se colocó detrás mío, espalda con espalda al pendiente de cualquier amenaza que pudiera surgir de nuestro lado.

— ¿No vais a seguir con la chica?— Pude escuchar su tono morboso y sentí rabia.

—Tal vez deberías salir, cobarde.— Dije— Y a ti te mostraré de lo que soy capaz.

Escuche una risa detrás mío y sujete la mano de Hope para que no se alejará. Ella negó con la cabeza dándome a entender que no veía a nadie.

— Yo que me había emocionado.— Contesto y de nuevo soltó una estruendosa risa.

— Sal de tu escondite— Le repetí.

—¿De verdad es lo que quieres?— Preguntó sarcástico.

— Averigualo.

De entre los árboles, comenzaron a salir decenas de hombres. Todos y cada uno, bien armados con pistolas y espadas.

—No pensé que serías tan cobarde como para dejar salir a tus hombre  y tu quedarte escondido.

Deje de sentir el calor de Hope detrás mío y su dulce tacto.