Destiny (The Witcher)

Aprendiz

- Vamos, Apurate- Le grite a Sefore.

Aún no podía creer que confiara en él pero...algo me decía que esta era una buena versión de él.

- Ya estamos por llegar a la Aldea por favor ¡Tranquila!- Trató de tranquilizarme para bajar el ritmo.

•••

Por fin llegamos a la Aldea y vi a una mujer de cabello negro que limpiaba a las afueras de su negocio.

-Disculpe ¿Sabe en dónde estamos?- Le pregunté.

La mujer me miró como a un bicho raro y escupió al suelo con disgusto para luego alejarse de mi.

Mire a mi madre con confusión y ella se encogió de hombros.- Estamos en el reino de Lyria y Rivia, actualmente están en guerra y lo menos que quieren ver en estos tiempos son gente como...nosotros.

《¿Cómo nosotros?》pensé y luego recordé que ahora mi cabello era de su tono rojo natural y maldeci en mis adentros, toda mi vida me había avergonzado de mi origen y odiaba la forma en que me trataban por ello, desde que había conocido a Geralt todo eso se me había olvidado y ahora tenía que revivir todo aquello.

Mi madre me hizo mirarle.- No te avergüences nunca de ser como eres, si estuviésemos hechos para gustarle a todo el mundo seríamos todos iguales.- Dijo y me dedico una sonrisa.

Asentí con la cabeza cabizbaja, sabia que tenía razón en decir aquellas lindas palabras pero...Crecí sintiéndome insegura, creyendo que nadie podía quererme y sintiendo que no encajaba en ningún sitio.

Aún trabajo en cambiar esos pensamientos.

Caminamos hasta salir de la Aldea sin obtener información alguna de la gente que ahí habitaba. Cuando pasábamos la gente se escondía, cerraba sus negocios, nos miraban con disgusto o fingía que no existiamos.

●●●

El camino al lado del bosque, bajo la densa capa de nieve y el gélido aire que soplaba se había vuelto una especie de camino hacia nuestra muerte segura.

-Necesitamos parar- Dijo mi madre mientras  tiritaba del frío.

Asentí y calente mis manos con el vapor de mi aliento o... al menos lo intenté.

- Tal vez sepa a donde ir.- Emitió Sefore mientras inspeccionaba el sitio. - Pero...tal vez la idea no te guste.- Miró a mi madre.

Mi madre quiso preguntarle de que se trataba pero tenía pocas fuerzas para emitir cualquier tipo de sonido más que el de sus dientes chocando unos con otros debido al frío.

Sefore cruzó el brazo de mi madre sobre sus hombros para ayudarla a seguir y se colocaron frente mío para guiarnos hacia el "sitio seguro".

Tras adentrarnos en el bosque parecía que Sefore de verdad sabía hacía donde nos dirigíamos y a lo lejos logré visualizar las ruinas de un viejo castillo. Me detuve en seco.

-¿Ese es el lugar dónde estaremos bien?- Le señale las ruinas.- Son solo ruinas, no creó que encontremos nada ahí.

Sefore se limitó a contestarme un "Sigue caminando" y la temperatura había descendido tan drásticamente que no tuve ganas de contradecirlo.

Nos quedamos a la orilla de la entrada de lo que antes fue un castillo y entonces un hombre de cabello gris y unos profundos ojos color ámbar le hizo presente.

- Vesemir, necesitamos tu ayuda- le dice Sefore.

El hombre le hace una señal para que sigamos y lo hacemos. Me deja el paso libre pero antes de entrar me sujeta del brazo sin hacerme daño.