La dama de fuego.

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Continuación

(...)

Hope miró hacia el estrellado cielo con El frío fango debajo suyo y El dolor de su cuerpo y alma que ni siquiera el impetuoso viento podría llevarse.  Bonett descansaba al otro lado.

El sonido de los animales se amplificaron para Hope. Se encorvo y abrazó sus piernas; En aquel silencio tan abrumador dejó que cada uno de los sonidos que se habían amplificado, dejarán volar su mente.

Sus parpados pesados comenzaron a jugarle una mala pasada, estaba cansada pero dormir no era una idea agradable para ella en ese momento. Debía luchar contra su cuerpo para poder mantenerse alerta.

Unos intensos ruidos comenzaron a oírse por todo el bosque y Hope pensó que eran los hombres de Bonett, el los había alejado un poco para que le dieran "privacidad" pero no lo suficientemente lejos como para dejarlo desprotegido.

Al pensar en que sus hombres se acercaban tan a prisa, Hope abrazó más fuerte sus piernas para contener los temblores involuntarios de su cuerpo.

Los hombres corrieron y gritaron en dirección de Hope y Bonett, estaban horrorizados, con manchas de salpicaduras en la ropa, algunos con graves lesiones en la piel.

Bonett se despertó abruptamente y tomo su posición de Capitán. Ya a la defensiva, trataba de sacar información a sus hombre sobre que les había pasado, pero todos y cada uno de ellos se encontraban sumergidos en un intenso pavor que los mantenía enmudecidos.

De entre los árboles asomaba Geralt de Rivia empuñando su imponente espada y con unos ojos más negros que un abismo. El pavor de los hombre sobrantes se hizo más presente, mientras que la rabia de Geralt se volvía cada vez más intensa.

Hope veía todo lo que sucedia a su alrededor y aunque quería resguardarse o moverse de aquel rincón de fango frío, su cuerpo no reaccionaba. Solamente podía presionar más sus piernas a su pecho, manteniendo su postura fetal y calmando sus temblores. Geralt fijo su vista en Hope por unos minutos y entonces su rabia se apodera por  completo de su ser.

Ya no era solo "el brujo", realmente se había convertido en el lobo blanco, una verdadera máquina de matar que estaba dispuesto a terminar con la vida de todo aquel que se le pusiera enfrente.

Bonett asumió su futuro como si de un Capitán digno se tratase, llevando aquel lema de "Un capitán se hunde con su nave"  con tal orgullo que solo enfureció más  a Geralt. Bonett no dejaría a su gente y sería asesinado al igual que los demás.

Lo último que sus desdichados ojos verían, sería el rostro salpicado de Geralt con la sangre de su gente y esos ojos obscuros reflejando su final.

— Ella no te pudo matar.— Hablo el brujo.

— Dudo mucho que quisiera hacerlo.— Respondió Bonett sin temor.— O que pueda.— Dijo, refiriéndose a que Hope había quedado en un estado catatónico.

— Entonces.— Geralt apreto el puño.— Yo mataré por ella.

Bonett abrió sus brazos resignado a su final. Geralt empuñó la espada con determinación y entonces de una tajada, la cabeza de Bonett cayó al suelo.

Las últimas palabras de Bonett fueron "La dama de fuego". Geralt solto su espada, nada le importaba más que verificar como estaba su amada; Llegó hasta Hope y la abrazó, no le hizo preguntas, sabía que lo menos que querría ella sería contestarlas.

La abrazó y acarició su cabello enmarañado, mientras depositaba un fuerte y largo beso en su frente. Las lágrimas se le escaparon, del Asesinó despiadado minutos atrás no quedaba ni la sombra cuando estuvo con Hope. La abrazó y la amó, mientras le susurraba al viento una promesa eterna "Mi dama de fuego, jamás te volveré a dejar y nadie volverá a herirte".

Hope reaccionó bruscamente, parecía no entender nada. Empujo a Geralt y se derrumbó.

—Hope.— intentó llamar su atención.

Geralt le tocó el hombro y ella rechazó el contacto. Sus pupilas dilatadas, su respiración agitada y su rostro de disgusto le advertían a Geralt que Hope no permitiría que se le acercara a menor que ella así lo decidiera.

— No te voy a lastimar.— Le dijo el brujo con una melodiosa y suave voz, mientras extendía las manos en son de paz y vulnerabilidad.

Hope parpadeo repetidamente y entonces como si hubiera salido de un trance.— ¿Geralt?— Preguntó.

¿Seria una ilusión? ¿Mi mente juega una mala pasada? Se preguntaba la chica confundida. ¿Y si realmente era Bonett? ¡No!. No puedo confiar en mí mente. Se repetía y entonces el ataque de pánico regresaba junto a los temblores involuntarios y las inmensas ganas de llorar que la envolvían.

—Soy yo.

— ¡Aléjate!— Gritó. — No te me acerques, Geralt vendrá y te matará.

El brujo la miró confundido. ¿Acaso veías Bonett en él?

Geralt sujeto las manos de Hope y a pesar de sus intentos de liberarse del agarre Geralt mantuvo las manos  de Hope con las de él.

—Mirame. Te amo.— depósito un tierno beso en su mano.— Hope, soy yo.

Era el. De verdad era él.

Hope se abalanzó y le dio un corto abrazo a Geralt para luego separarse abruptamente.

— Tranquila. — Intento calmarle.

— Llevame lejos de aquí.— Le suplicó y el asintió.

Hope la tomó entre sus brazos y mientras caminaban, Hope logró conciliar el suelo con su cabeza pegada al pecho del brujo. Geralt llegó a escucharla quejarse por ratos, debido a las magulladuras de su cuerpo y sabía que las de su almas también pesaban.

Esta vez sería más cauteloso con la seguridad de ambos y buscó hasta encontrar una cueva despejada y oculta. Recostó el cuerpo de Hope pero se quedó a su lado para que ella pudiera descansar en su regazo.

La amaba con locura y le dolía. Dolía verla frágil y herida, dolía no haber podido hacer nada para evitarlo, Dolia desde la punta del pie hasta la cabeza, desde el corazón hasta el alma.

"Te amo" susurro.

Destiny (The Witcher)Where stories live. Discover now