• Arcade - Duncan Laurence •
"Un corazón roto es todo lo que queda"
En la oficina de Dumbledore estaba Evelyn y Remus, mientras Terence con el señor Higgs.
Remus tuvo que ir a acompañar a Evelyn, puesto que su padre no podía. Era idiota, porque Evelyn últimamente consideraba más padre a Sirius o Lupin.
Pero definitivamente ese no era el mayor de sus problemas. Su mente le hacía recordar cada segundo todo lo que había pasado.
Mientras tanto, Theo estaba sintiéndose aún más culpable, él había visto los golpes, los moretones y las marcas en el cuerpo de Evelyn, la escuchaba y veía llorar la mayoría del tiempo pero definitivamente Evelyn era muy buena fingiendo y poniendo excusas.
Por el lado de Draco y Blaise, deseaban encontrar a Terence para darle una buena despedida. Una que nunca olvidaría.
Hablando de las chicas, Ángela, Astoria y Pansy trataban de hablar con Evelyn pero ella siempre las evitaba, incluso se despertaba antes con tal de no verlas. No era porque Evelyn las odiará o mucho menos quisiera romper su amistad, pasaba que a Evelyn le daba vergüenza.
— Lo expulsaron pero Dumbledore dijo que próximamente tomarán medidas aún más graves. - Lupin le explicó a Harry, ya que Evelyn ni siquiera quería verlos.
— Gracias por venir Remus. - Evelyn lo abrazó.
— No agradezcas pequeña, sabes que siempre tendrás mi apoyo. - Remus le sonrió.
Evelyn sin más que decir, empezó a caminar directo al salón de clases, aunque faltaban treinta minutos para que iniciara la clase.
— Evelyn. - La llamó Hermione.
— Hola, Hermione.
— ¿Podemos sentarnos juntas? - Le preguntó amablemente.
— Uhm, claro.
Hermione y Evelyn se sentaron en la misma mesa mientras esperaban a que llegara la hora de clase.
Evelyn tenía su mirada en sus manos, aún tenía unas cuantas heridas en sus muñecas pero no eran tan notorias. Mientras Hermione la observaba en todo momento.
Granger sabía que si querría algo serio con Evelyn, le resultaría difícil, aún más con todo lo que estaba pasando. Tenía que ser cuidadosa con todos sus movimientos, sus palabras e incluso hasta con sus intenciones.
— ¿Sabes por qué me gustas? - Evelyn posó su mirada en la castaña, indicándole que continuará - Porque eres tan hermosa, no solo físicamente, hablo en que eres una persona preciosa, fuerte, valiente. A veces me preguntó porque no fuiste de mi casa, es decir, tienes todo lo que define a una Gryffindor. No entiendo como la mayoría de las veces que hablas tan mal de ti, te defines como basura, como si fueras inútil pero si te vieras con mis ojos entenderías lo mucho que te mereces.
— Hermione, me pones nerviosa. - Hermione le sonrió.
— Siempre dices que no eres para tanto pero espero que algún día puedas verte como yo te veo.
Hermione parecía tener una batalla interna entre querer tomar su mano pero no quería incomodar a Evelyn, por lo que no lo hizo.
