Capítulo 79: Problemas de confianza

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• Dandelions • Ruth B •
"Y he oído hablar de un amor que viene una vez en la vida. Y estoy bastante segura de que eres ese amor mío"

Pasar la noche para Hermione fue difícil, quería hablar con su novia, sin embargo, Evelyn se fue a su habitación para dormir, dejándola con miles de preguntas rodando por su mente. Sabía que no haría algo como engañarla, o menos, tener dos relaciones al mismo tiempo. Confiaba en ella y sabía que era lo suficientemente madura para saber respetar su relación.

Al día siguiente se levantó, se vistió e inmediatamente caminó hacia la habitación de Evelyn. No podía entrar así como si nada, por eso decidió esperar afuera, deseando que ella saliera, pero no fue así, al menos alguna persona conocida había salido, Pansy.

—¿Granger?— la llamó Pansy y ella volteó con una sonrisa forzada, tenía vergüenza y no sabía por qué —Buscas a Susane, supongo—

—¿Podrías hablarle?— pidió de favor y Pansy negó.

—Entraste aquí muchas veces sin permiso de nadie— Pansy se burló y ella rodó los ojos, deseando que su novia saliera por si sola —Es mejor que vengas—

—Pero...— respondió dudosa ante la idea de Parkinson.

—Si algún profesor te pregunta, sólo dices que estabas buscando a la prefecta... Lógico— terminó convenciéndola y Hermione entró junto con ella, claramente no necesitaba indicaciones para ir a donde quería —Está en su habitación, recién despertó—

Hermione agradeció y después se dirigió a donde tanto quería, no había planeado decir nada, simplemente caminó con la esperanza que todo saliera como ella quería, sin ninguna pelea, pues trataba de controlar sus impulsos y al parecer le estaba yendo muy bien. Con su mano tocó tres veces la puerta y espero a que abrieran la puerta, segundos después se abrió y Evelyn apareció frente a ella aun con pijama.

—¿Granger?— se sorprendió, pues la mayoría de las veces, ella es quien solía ir a buscarla a su habitación. Sin embargo, se hizo a un lado para dejarla pasar.

Hermione sonreía tratando de no parecer rara mientras se sentaba en la orilla de la cama, Evelyn se quedó de pie frente a ella.

—¿Cómo dormiste?— le preguntó y Hermione no respondió, pues vio algo que le llamó la atención.

—¿Qué es eso?— señaló los calderos que habían en el piso con varios frascos y con respectivas etiquetas en cada uno.

—Felix Felicis— respondió.

—¿Para qué?—

—Planeó darle unas cuantos frascos a mis amigos y a ti— Hermione parecía confundida.

—¿Y por qué quieres darnos eso?—

—No lo sé... Dumbledore dijo que estemos atentos, algo malo puede pasar y no quiero perder a nadie más— respondió y eso causó un revoltijo en el estómago de Hermione, por lo que ella sólo asintió. 

Evelyn no sabía a dónde iba todo eso. Era raro que Hermione fuera a buscarla hasta su habitación, y claramente sabía la respuesta, alguien conocido la había ayudado o animado a que entrara por si sola.

Caminó hasta un ropero, abrió un cajón y sacó una bolsa de galletas —¿Y por qué vienes?— le preguntó antes de meterse una galleta a su boca.

—Ayer vi algo y quiero hablarlo contigo— se le atoró la galleta, por lo que tuvo que toser varias veces hasta que de nuevo estuviera normal.

—¿Qué viste?— preguntó con cierto miedo.

—Fue cuando estaba dando mi última ronda como prefecta— asintió y Hermione continuó explicando —Tú salías del baño de prefectos y pensé que sería buena idea asustarte— sonrió al imaginar el buen momento que hubiese sido —Pero alguien interrumpió... Daphne salió del baño y te entregó tu capa—

Y ahí fue cuando Evelyn sintió ganas de vomitar, no sólo por pensar que Hermione había visto eso, también por imaginar que pensaba mal respecto a lo que realmente fue.

—Quería saber si tú podrías explicar qué había sido todo eso—

—Puedo explicarlo— dijo mientras escuchaba varios suspiros por parte de su novia, y al parecer, trataba de controlarse. Un asentimiento de Hermione bastó para que ella empezara a contar lo sucedido —Quería ir a relajarme dándome un baño con burbujas, pero luego Daphne llegó y desvistió para meterse junto conmigo... Bueno... No meterse de esa manera... Se metió a la bañera...—

Hermione escuchaba con atención, aunque se le escapaban varias sonrisas por los tartamudeos a causa del nerviosismo y también porque aclaraba muchas cosas que podrían entenderse a la primera.

—Daphne estaba enfrente de mi pero en un abrir y cerrar de ojos ya estaba al lado mío mientras susurraba "yo puedo hacer que te relajes"— imitó con su voz —Yo me alejé y salí de la bañera, me puse mi ropa... Bueno... Ya tenía mi ropa interior... Solo me puse mi ropa... ¿Ropa exterior? ¿Uniforme?— preguntó confundida.

La manera de explicar todo resultó siendo divertida y nada incómoda, pues si una persona que no conociera a Evelyn incluso podría decir que decía la verdad. Y obviamente Hermione sabía eso.

Evelyn seguía divagando —Salí pero había olvidado mi capa, Daphne la tomó y me la entregó... Y después me vine... Vine de venir a mi habitación... No sexualmente— aclaró haciendo que Hermione soltara varias risas.

Veía como Hermione tenía un ataque de risa, no sabía si era una broma hecha por parte de ella o tal vez sí había arruinado todo.

—¿Estás bien?— preguntó confundida.

Hermione asintió mientras paraba su ataque de risa, pues se le hacía chistoso que Evelyn tenía que aclarar hasta la más mínima cosa para que no se mal entendiera nada.

—Confío en ti, Evelyn— aclaró lo suficientemente seria y siendo honesta, sabía que Evelyn era incapaz de hacer algo así —Ya eres lo suficientemente madura para saber lo bueno y lo malo que podrías hacer... Confío y confiaré en ti siempre—

Evelyn parecía estática, seguía creyendo que todo era una broma —¿Estás bromeando, cierto?— Hermione negó sonriendo —¿Me creíste?— recibió un asentimiento.

—¿Por qué te sorprendes?— preguntó mientras la veía fijamente —La clave de una relación es la confianza, y sin confianza no tendríamos nada— Evelyn asintió lentamente.

—Si quieres puedes entrar a mi mente—

Hermione negó —Te creo, Susane, no hace falta que haga eso para saber la verdad— dijo mientras Evelyn se sentaba a su lado.

Evelyn asintió, y sintió como Hermione recostó su cabeza en el hombro de ella mientras sus dedos jugaban con los suyos. Al parecer, todo le había resultado más fácil, pensó que tendría que hacer un discurso para aclarar de manera más sencilla, pero no fue así, y comprendió realmente lo que quería dar a entender Hermione.

Quédate GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora