21.-

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Craig.

"Cada día es igual. Desde que me despierto hasta que me duermo, siento que algo me hace falta. A veces ni siquiera en sueños puedo salvarme. Todo el tiempo se siente como si acabara de despedirme de alguien muy importante para mí. Era como si ese alguien se hubiese subido a un avión sin darme tiempo a despedirme, y yo me quedara a mitad del aeropuerto; triste y frustrado."

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No había dejado de llorar. Había pasado ya una semana y no podía dejar de llorar, cada vez que lo intentaba recordaba el cuerpo de su gata en el piso, sin vida. Y las lágrimas volvían a brotar; el sollozo salía de su garganta antes de poder pensar siquiera en contenerlo. No quería levantarse de la cama, ni siquiera para ir al baño, su cabello estaba grasoso, al igual que su piel. Desde entonces no se había bañado, no tenía energía para hacerlo, se sentía inútil. No podía entender cómo su actividad había disminuido tanto; antes tenía su día repleto de tareas y responsabilidades, las cuales seguían ahí, estaba claro que no iban a desaparecer de repente. Pero apenas y tenía fuerzas para levantarse a orinar, ¿Cómo iba a cumplir con sus obligaciones? Si todo lo que quería hacer era esconderse entre sus sábanas y no levantarse jamás.

Se sentía aún más solo que antes, había algo atrapado en su garganta todo el día, algo parecido a un nudo que aprisionaba sus cuerdas vocales. Sus ojos también dolían. Normal, se la pasaba llorando casi todo el día; era horrible. Antes su casa era un lugar tan tranquilo y reconfortante, era tan cómodo estar en casa. Era su lugar seguro, y ahora... a cualquier lugar que mirara le era imposible no recordar a su gata; la recordaba dormida sobre la mesa, cerca de la ventana, en su cama, en el sofá, básicamente en cualquier lugar; ella era la dueña de la casa, prácticamente. A pesar de no poder tener una conversación con ella (era una gata después de todo) el lugar se sentía tan solitario, tan frío y tan triste.

Es lo que pasa cuando tu felicidad depende de otro ser, y la de Tweek dependía completa y totalmente de su gata. Reía con ella, se acurrucaba con ella cuando tenía un mal día, o cuando estaba triste desde el momento de despertar. Con ella compartía todo su tiempo. Además de tristeza sentía miedo, un miedo tan intenso que incluso hacía que su estómago doliera No quería volver a sentir aquella soledad que inundaba su ser antes de tener a Boris en su vida. Había pasado tanto tiempo solo... que cuando apareció un ser dispuesto a quedarse con él sin importarle sus defectos, o mejor dicho aceptándolo aún con todos sus defectos, que estaría ahí en todo momento y compartiría con él, sólo con él... Tweek se sintió acompañado, cómodo, útil.

Por fin era relevante en la vida de alguien, por había encontrado a alguien a quién no le molestara lo tonto e insoportable que podía llegar a ser. Tomó su almohada apretandola contra su pecho, se hizo bolita mientras los sollozos sacudían su cuerpo bruscamente.

— Quiero que vuelvas.- murmuró con la voz quebrada por el llanto.- Por favor. No quiero estar sin ti. No puedo....

Escuchó la puerta de la entrada sonar tres veces. Se sorbió los mocos y soltó un suspiró.

— Vete.- dijo. Probablemente el demonio del otro lado no escuchó, no había hablado lo suficientemente fuerte. La puerta volvió a sonar.

— ¿Tweek?- habló Damien.- ¿Puedes abrirnos?

Tweek lo pensó. No había hablado con ellos desde entonces. Y estaba comenzando a sentirse culpable, es decir, ellos venían todos los días a pesar de tener cosas que hacer y esperaban frente a su puerta por un buen rato, esperando una respuesta. Debían estar preocupados. Tweek volvió a sorber los mocos, se sentó en su cama con pesar; talló sus ojos intentando inútilmente eliminar el rastro de lágrimas. Caminó hasta la puerta arrastrando los pies, abrió lentamente la puerta y ocultó la mitad de su cuerpo detrás de ella, mirando con los ojos inundados en lágrimas a Damien y Cayetano. Ellos lo miraron de arriba a abajo, parecían sorprendidos. Tweek no estaba seguro de si era por su apariencia o porque finalmente se había dignado a abrir la puerta.

Alma Brillante ~Creek~Where stories live. Discover now