13.-

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Tweek.

— ¿A qué te dedicas?- escuchó. Parpadeó algunas veces intentado espabilarse. Miró a Craig con el entrecejo fruncido.- En el inframundo ¿trabajas o algo?- preguntó de nuevo.

Tweek pasó suavemente la lengua por el filo de sus dientes pensando en la mejor manera de responder esa pregunta.

— Sí.- murmuró, con duda.- Trabajo. Sería extraño que no lo hiciera, ¿no crees? después de todo tengo necesidades que cubrir, una hipoteca que pagar y una gata que alimentar.- respondió.

Rogó para que Craig no preguntara de qué trata su trabajo. ¿Cómo iba a decirle que destruía las almas que ya no tenían esperanza en ninguna dimensión? Era algo triste, poco interesante y sin duda devastador. Hablando de eso no quería pensar en todo el trabajo que tendría que hacer cuando regresara al casa.

— ¿Entonces vives solo?- cuestionó.

Tweek lo miró, estaba comenzando a sentirse inquieto ante la curiosidad de Craig; todos los demonios con los que tenía interacción, son más bien... reservados, no se meten en sus asuntos ni le preguntan por sus cosas. Tener a alguien al lado interesado en cosas tan simples le hacía, de forma inconsciente, ponerse a la defensiva y querer olvidarse de todo esto.

— No. Vivo con mi gata.- respondió con seriedad. Craig soltó una risita; Tweek apartó la mirada.

— Claro, tu gata. ¿Cuál es su nombre?

— Boris.

— ¿La adoptaste?

Tweek volvió a mirarlo, entrecerró los ojos en busca de una amenaza de forma instintiva, podía sentir sus hombros tensarse. Se relajó cuando Craig lo miró con preocupación.

— No puedo hablarte de eso. Lo siento.- se disculpó. Craig negó con la cabeza.

— No te preocupes, lo entiendo. Yo tengo a Stripe desde hace dos años.- dijo con orgullo. Tweek alzó una ceja.

— ¿Por qué la decisión de tener un ratón como mascota?- preguntó con burla. Se rió cuando Craig lo miró con molestia.

— No es un ratón, es una cobaya. Además, míralo ¡es tan adorable!- argumentó.

— Claro, casi tanto como tú.- respondió con sarcasmo.

Craig soltó una carcajada; Tweek disfrutó del sonido retumbando suavemente en sus oídos, un pequeño cosquilleo le llegó en la parte central de su cabeza, un cosquilleo agradable.

— ¡Oye!- reprochó entre risas.- Te puedo permitir que me digas a mí lo que quieras, pero a Stripe no.

— Bien. Respeto que te guste tener ratas de mascotas.

— ¡Qué no es una rata!- subió la voz sin dejar de reír. Tweek sonrió amplió, tanto que sentía como sus ojos se achicaban por la presión que hacían sus pómulos. abultados por la sonrisa.

Un trueno resonó haciendo vibrar las ventanas y el techo de la habitación apagando la risa de Craig y destruyendo su sonrisa. Los hombros de Craig subieron de forma brusca hacia sus orejas con el rostro lleno de terror. Tweek incluso notó como pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos. No sabía como reaccionar, y eso lo frustraba, porque quería ayudar y muchas opciones llegaban de golpe a su mente, demasiado rápido como para poder elegir una. El teléfono de Craig sonó asustándolos a ambos, Tweek vio a Craig respirando profundamente, el humano puso una mano sobre su pecho cerrando los ojos. Tweek no se relajó aún cuando Craig pareció estar lo suficientemente bien como para levantarse a contestar el teléfono.

Alma Brillante ~Creek~Where stories live. Discover now