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Damien.

Encontrarlo no fue difícil, era inconfundible su olor. Después de todo seguía recordando la peste que Tweek tenía cuando volvió de este universo. Apestaba a ese humano, y todo demonio sabe que cada humano tiene un olor distinto. Para alguien con su experiencia no había sido muy complicado dar con él. De hecho el único inconveniente con el que se había encontrado fue que el olor provenía de dos direcciones distintas, en una de ellas era más intenso que en el otro. Lo más seguro era que se encontrara en el segundo lugar, tenía sentido. Pero era un curioso, y su curiosidad fue mayor. Decidió ir al primer lugar, sólo para ver que encontraba.

Cuando Damien llegó a ese lugar se quedó pasmado, no sólo estaba el olor de ese humano, también estaba el de Richard, el olor era viejo y débil, estaba desapareciendo. Su garganta se cerró, sus ojos se llenaron de lágrimas, hacía tanto tiempo que no percibía ese olor. Lo extrañaba mucho, y era doloroso pensar que ya no recordaba con claridad cómo sonaba su voz, ni como era su rostro. Pero recordaba su sonrisa despreocupada, y sus ojos llenos de emoción cuando encontraba algo interesante en las dimensiones que visitaba.

Tweek tiene algunas similitudes con él, después de todo es su hijo; Richard siempre estaba metiéndose en problemas y huyendo de sus responsabilidades.

Llegó al lugar. Era una casa como cualquier otra, no tenía nada sorprendente ni llamativo, nada en especial; el inframundo era 10 veces mejor que toda esta dimensión completa. Tampoco le fue difícil encontrar el olor de Tweek en aquella casa, sobre todo en una habitación en específico. Realmente no se sorprendió mucho cuando entró y se encontró con una habitación vacía; literalmente vacía. Sobre el colchón desnudo había unos cuantos libros y cuadernos, no había objetos interesantes, nada pegado en las paredes, nada decorando las repisas.

Eso le hizo más fácil notar que en la cama estaba más concentrado el olor de Tweek, se mezclaba con el del humano. Hizo una mueca de disgusto. Tweek había estado tomando siestas en este lugar. O simplemente recostandose ahí. Ahora que lo notaba... esos dos realmente habían pasado bastante tiempo juntos. De cierta forma entendía porque Tweek se había enamorado tan rápido. De cualquier forma eso no evitaba que se preocupara, sobre todo sabiendo la conclusión que tendrían las cosas. Pero anteponer su propio bienestar o su comodidad a costa de la felicidad de su hijo era egoísta, incluso para alguien como él.

Sólo suspiró y se fue de ahí dispuesto a buscar la segunda dirección donde esperaba poder encontrar al humano, en realidad era casi seguro que estaría ahí; Así que, siendo consciente de eso se tomó su tiempo para llegar. Disfrutó el frío del aire en sus mejillas y la peste al humano. De alguna manera extrañaba sus invocaciones, era divertido; pero ahora tenía otras responsabilidades que atender. Algunas de ellas también eran bastante... entretenidas.

Finalmente lo encontró, estaba a dos ciudades de distancia de la casa de sus padres, en un edificio dentro de un colegio. Bueno, en la entrada decía universidad, pero eso no era algo que realmente le importara. Cuando lo vio... fue imposible reprimir una mueca de extrañeza. El humano estaba sentado en el piso, medio acostado. Vamos, en una posición extraña, con la computadora frente a él escuchando música, y escribiendo algo en un cuaderno. Tenía el cabello ocultando una parte de su rostro, de cualquier forma eso era lo que menos le importaba. Lo que quería averiguar era si ese humano era un ser confiable.

Lo siguió algunos días. Bueno no lo "siguió" como tal. Iba y venía del inframundo, intentando adivinar en qué momento el humano estaría haciendo algo más que escribir ya fuera en una libreta o en una computadora. Después de unos días estaba casado; todo el tiempo estaba escribiendo, estaba harto. Este era el humano más aburrido que había visto en toda su vida. Nunca hacía nada más, no socializaba con otros humanos. Es decir, no salía con amigos, aparentemente no tenía pareja, de vez en cuando hablaban por teléfono y sonreía, pero su sonrisa no tenía brillo, no era genuina, como si realmente estuviera triste la mayo parte del tiempo.

Alma Brillante ~Creek~Where stories live. Discover now