10.-

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Sólo para recordarles que este capítulo también sucede mientras Tweek está en el inframundo.

Craig.

Cuando despertó al día siguiente estaba en el piso; le dolía la espalda y el cuello. Por lo general cuando se quedaba dormido en el suelo se despertaba a mitad de la madrugada para subir a su cama, y realmente no entendía porque esta vez no había ocurrido eso; de hecho se había despertado por la alarma de su hermana. Esa niña parecía tener la intención de despertar a medio mundo con su alarma, y es que la tenía exageradamente fuerte, más de lo que ella misma podría necesitar. Hizo algunos estiramientos para intentar desentumecer sus extremidades. Miró su cama con un puchero, deseó que fuera de madrugada para poder acostarse en su linda cama y descansar de manera correcta su espalda, y sentir la calidez de sus cobijas.

Hizo un pequeño berrinche sólo porque aún estaba adormilado y quería tirarse en su cama, pero su parte madura se lo impedía recordándole que debía ir a la escuela y ser responsable. Además le dolían las rodillas y el hombro derecho por la posición en la que se había quedado dormido. Suspiró con resignación. Buscó su celular por toda su habitación, sin embargo no lo encontró y no recordaba dónde rayos lo había dejado por lo que optó por revisar la hora en su laptop. Ya era tarde, no alcanzaba a bañarse. Muy bien. Gruñó, frustrado. Por lo general se bañaba por las noches para no tener gastar tiempo en las mañanas, pero claro, el día anterior se había quedado dormido antes de lo acostumbrado; y obviamente no se había bañado.

Así que sólo se limpió las axilas con toallitas húmedas , se cambió la ropa interior, se puso ropa de calle limpia, la que más oliera a suavizante de telas y arregló su mochila. Se puso un poco de perfume en puntos específicos de su cuerpo suponiendo que con aquello bastaría; salió de su habitación para encontrarse con su hermana quien ya estaba desayunando. Sus padres se iban al trabajo más temprano.

— Buenos días.- Saludó revisando los sartenes.

— Está frío ¿te ayudó a calentarlo en el micro?- preguntó ella sin mirarlo, estaba revisando algo en su celular.

— Sí, por favor.- Respondió.

Ella le puso pausa a su serie, o a lo que fuera que estuviera mirando, se levantó y sirvió comida en un plato para después meterlo en el microondas. Craig salió de la cocina antes de que su hermana encendiera el aparato. Esperó sentado en la sala hasta escuchar el característico sonido del microondas al finalizar.

— Me alegro de que no le hagas caso a mamá.- le dijo ella mientras Craig tomaba asiento. Él la miró con el entrecejo fruncido.- Con lo de irte lejos. Me preocupa que algo como esto vuelva a ocurrir.- Ella no lo estaba mirando, pero Craig notó como comenzaba a pestañear más rápido de lo normal.

— Tricia.- murmuró.- Algún día tendré que irme y vivir solo; también tengo miedo, más de lo que te imaginas. Pero el miedo te ayuda a crecer, o lo hace si sabes controlar tus límites.- ella lo miró como lo hacía siempre que él comenzaba a decir cosas extrañas.- Lo que quiero decir es que no sé cuando voy a morir, pero ninguno de nosotros lo sabe realmente, así que de nada sirve vivir pensando si voy a morir hoy, mañana o en 50 años.

— Aún así...- balbuceó intentando tragarse el inicio de su llanto.- Promete que tendrás cuidado cuando vivas solo.- dijo mirándolo fijamente.

Craig no podría describir cómo se sintió al ver a su hermana pequeña con los ojos y la nariz rojos por el llanto retenido, mucho menos cuando vio una lágrima traviesa escaparse por su ojo derecho. Sólo sabe que una masa de saliva se formó en su boca y fue consciente del nudo en su garganta cuando intentó tragarse dicha saliva. Y comenzó a sentir una picazón en los ojos. Intentó sonreírle a su hermana lo mejor que pudo.

Alma Brillante ~Creek~Where stories live. Discover now