don't run away; markson/jackbeom

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Los toques en la puerta desviaron la atención del muchacho del conjunto que usaría para esa noche hacia el reloj, acababa de salir de la ducha y no quería llegar tarde para la despedida de soltero, pero aquellos golpes eran desesperados. Bufó ajustando bien la toalla en su cintura antes de abrir la puerta, grande fue su sorpresa al ver a Jackson con una sonrisa boba en su rostro, sus mejillas ruborizadas y una chamarra de cuero negra abierta, dejando ver su torso desnudo.

–Jack, qué...- fue lo único que pudo murmurar antes que el menor se lanzara a besar sus labios con torpeza, Jaebeom alcanzó a saborear el vodka con un toque de fresa y algo de tabaco en sus labios, el mayor se preocupó al ver su estado, así que lo separó de él. –Jackson, ¿qué demonios te ocurrió?- el menor no le respondió, quiso seguir besando a Jaebeom, pero el mayor cubrió los labios del extranjero con la palma de su mano. –¡Oye! Tenemos que ir a una despedida de soltero en unas cuantas horas, necesitamos bajarte esa borrachera y luego...- el menor apartó con brusquedad la mano de Jaebeom que cubría su boca para interrumpirlo.

–No quiero ir a esa mierda.

–Yo tampoco, pero Mark nos pidió su apoyo en esto.- Jackson revoloteó los ojos. –Esa es la razón por la que estamos aquí.- el menor no lo soportó más, dejó que su peso le ganara, inclinó su cuerpo para adelante y recargó su cabeza en el hombro de Jaebeom, ocultando su rostro en el hueco de su cuello, el mayor sabía que había algo mal con Jackson, pero sí no hablaba con él, ¿cómo podría ayudarlo? Se burló de sí mismo en el interior, antes sólo quería pasarla bien con el hongkonés, disfrutar de una buena follada y quizá no sentirse tan solo en las noches; pero ahora, las ganas de abrazarlo fuertemente y protegerlo de toda la mierda del mundo no dejaban de rondar por su mente.

–Mark rompió los límites y con ello mi estabilidad emocional.- murmuró Jackson arrastrando las palabras, Jaebeom no sabía qué hacer con exactitud, estaba a punto de acariciar los cabellos del menor, hasta que se dio cuenta que estaba siendo olfateado profundamente por este mismo. –¡Wow! Hueles muy bien, ¿qué shampoo usas?- Jaebeom rió un poco por las palabras del menor.

–Al parecer el mismo que usarás tú, ven conmigo.- así Jaebeom abrió la llave de la ducha, entibiando un poco el agua mientras desvestía al menor, Jackson se dejó hacer, después de todo, no había nada que Jaebeom no haya visto. El mayor desató la toalla que lo cubría y se metió a la ducha junto con el menor, asegurándose que el agua cayera en mayor medida sobre Jackson.

Tomó el shampoo de cabello y derramó un poco en su mano, hizo un poco de espuma y comenzó a aplicarlo con movimientos suaves sobre el cabello del menor, las mejillas de Jackson seguía coloradas por el alcohol, pero al menos ya estaba un poco más calmado, sin embargo, empezó a llorar repentinamente.

–¿Por qué tiene que pasarme esto, Jaebeom?- habló de repente entre pequeños sollozos. –Mark es un idiota, me hace odiarlo y amarlo al mismo tiempo, no es justo.- Jaebeom solo lo escuchaba en silencio sin dejar de lavar suavemente sus cabellos castaños. –Me besa sin mi consentimiento, luego dice que no quiere casarse con Sana, ¡como si el maldito infeliz supiera todo lo que sufrí por él antes! Lo odio, estoy casi seguro que ya lo sabía todo, sólo está jugando conmigo, Jaebeom, y-y yo soy igual de idiota por volver a ilusionarme.- Jaebeom se limitó a escuchar al menor en silencio, al parecer, seguía algo borracho, porque sus quejas eran dichas aleatoriamente. –Mierda, se me metió shampoo al ojo.

Jaebeom sonrió y terminó de enjuagar su cabello, por otro lado, Jackson retiraba el jabón de su ojo con el agua, a pesar de lo bizarra que le resultaba esa situación, no le gustaba que Jackson se volviera a ilusionar con Mark, el menor saldría lastimado... y él también. Odiaba ver a Jackson llorar, su primer encuentro formal fue de ese modo, pero cuando vio por primera vez al menor sonreír, cada lágrima de dolor que derramaba empezó a odiarla con todo su ser.