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—Mis padres recién habían descubierto mi sexualidad, lo entendían, pero eso no quería decir que era fácil para ellos aceptarlo, ahí fue cuando uno de mis tíos sugirió el mandarme al extranjero, como si eso fuera a mejorar la imagen que tenía ante la familia, mis padres se rehusaron al principio, pero al verme besar a un chico en mi habitación los convenció rápidamente... Entonces conocí a Mark.- los invitados miraban a la pareja enternecidos, sin embargo, algo se sentía fuera de lugar, no obstante, todos estaban lo suficientemente ebrios como para prestarle atención a esos detalles. —Él me salvó, nos convertimos en amigos casi desde el primer día, íbamos a beber y fumar al edificio abandonado que estaba frente a los dormitorios, sentía que la vida sería para siempre él y yo, pero entonces comenzó a salir con Sana y yo con Tammy, que, he de aclarar, nuestra relación nunca fue real, pues solo le hacía un favor para quitarse de encima a un tipo fastidioso.-Jackson soltó una risa amarga, antes de seguir hablando. —¿Saben? Es divertido, nunca sabes lo que tienes hasta que un día lo pierdes... Ese día, perdí a Mark.

—Oh, mierda...- murmuró Namjoon corriendo hacia la cabina para desconectar el micrófono de Jackson antes de que fuera demasiado tarde, pero el chino seguía hablando, Jaebeom miró a Mark, quien parecía tenso, Sana tenía un semblante de disgusto y el padre de Mark parecía que en cualquier momento sacaría un arma y le dispararía a Jackson, cautelosamente fue acercándose al escenario, era evidente, Jackson estaba a punto de cagarla.

—Pasaron los años, creí que alejarme sería lo mejor para mi amigo, ya saben, dejarlo ser feliz tras no ser correspondido, era obvio que me tenía que ir, alguien me dijo que tenía que soltarlo y así lo hice.- Mark volteó a ver a su padre, presentía que el sabía más cosas de las que aparentaba. —Pero nunca logré superarlo por completo, creí que me había llamado para arreglar todo, que se había dado cuenta de lo que sentía; sin embargo, aquí estoy, siempre el padrino, ¿verdad?- sonrió amargamente, Mark negaba con la cabeza, deseando que Jackson no siguiera, mientras Namjoon negociaba con los tipos de la cabina y Jaebeom corría hacia el escenario. Todo era un caos total. —Y es que Mark, yo todavía...- la gente comenzaba a murmurar aún más fuerte, Jaebeom apenas subía las escaleras del escenario cuando los tipos del sonido le dieron acceso a Namjoon, pero ya era tarde. 

Littlest Things de Lilly Allen comenzó a sonar por los parlantes al mismo tiempo que Jaebeom abrazaba la cadera del chino con un brazo y tapaba su boca con la otra mano, todo justo un segundo después de que Jackson dijera las palabras "Te amo" a Mark. 

Jaebeom cargó a Jackson fuera del escenario, mientras Namjoon, con otro micrófono, animaba a los invitados a acercarse  la pista de baile y a la barra por mas tragos, su objetivo seria emborrachar a toda esa gente esa noche, todo para que olvidaran la mayor humillación que pudo haber cometido su amigo.

—¡Suéltame! ¡Lim Jaebeom!- gritaba un embriagado Jackson intentando forcejear con el coreano.

—¡No hasta que te tranquilices! ¡¿Qué mierda fue todo ese alboroto, Jack?! ¿Siquiera sabes lo que acabas de hacer? ¡¿Por qué demonios te molestaste tanto en ocultar tus sentimientos hacia Mark si de todos modos se lo ibas a decir el día de su boda?! ¡¿Para qué tanto esfuerzo si al final harías lo que te viniera en gana?! 

—Porque...

—¡Jack!- Mark se acercó hacia el chino, lo tomó de la muñeca y lo arrastró hasta el jardín, un poco apartados de donde era la boda, ignorando completamente a Jaebeom y las constantes disculpas de su amigo. Estaba harto, no quería escuchar más, se encontraba tan confundido, que no midió la fuerza con la que diría sus palabras, se detuvo en seco y encaró al muchacho aún sin soltarlo de la mano. 

–¡Basta!- gritó fuertemente tomándolo de su muñeca con la misma intensidad, al grado de lastimarlo, Jackson sabía que el mayor estaba enojado, pero no sabía cuándo había comenzado a ejercitarse como para tener esa fuerza. –No tengo tiempo para enfocarme en tus estúpidos berrinches de niño pequeño, se supone que este es el día más feliz de mi vida, dijiste que no lo arruinarías.- cada palabra que decía era como un cuchillo en su corazón, no sabía cuánto tiempo más podría aguantar sus lágrimas.

–¿Y dime qué demonios fue lo que hice?- dijo enfadado tratando de zafarse del molesto agarre, pero su muñeca siguió atrapada entre los dedos que ejercían cada vez más fuerza. Quería mantener su postura fuerte e imperturbable, pero no pudo evitar soltar un gemido de dolor. Estaba pasando el límite. –Ya basta, Mark. Estás lastimándome.

–¿Te lo tengo que escribir en la puta frente?- mordió su labio tratando de contener sus gemidos de dolor que amenazaban con salir; Mark no había dejado de aplicar presión, sentía sus lágrimas a punto de desbordarse. Ya estaba harto de llorar por él. –¿Cómo te atreviste a decir que me amabas el día de mi boda con Sana? ¿Acaso eres idiota?- Jackson agachó la cabeza. –Mírame.- el mayor tomó su mentón entre sus manos alzando su vista, siendo recibido por los ojos llorosos del chino. La había cagado.

–Por favor, suéltame.- Mark tomó consciencia al escuchar esas palabras con el roto tono de voz que había ocupado Jackson, notando sus nudillos blanquecinos al rededor de su muñeca, soltó rápidamente al chico el cual cubrió esa zona con la mano contraria. Comenzó a caminar lejos del pelinegro, el cual fue tras de él.

–Jackson, perdóname, yo sólo...

–Cállate, Mark.- el chino detuvo su caminata para encarar al que solía ser su mejor amigo. –Se que la cagué, lo siento, de verdad perdón. Cometí un grave error.- el castaño sintió las lágrimas resbalarse por su rostro. Mark, se sorprendió al verlo llorar, seguía viéndose hermoso, el tono rojizo de su nariz y ojos, mientras mordía sus labios para evitar sus sollozos. Entonces recordó todos esos momentos en los que Jackson huía de cualquier situación relacionada con su boda.

No quería que lo vieran llorar, porque realmente estaba sufriendo.

–Jackson...

–Por ahora sólo cállate, Mark, déjame secar mis lágrimas. Déjame huir.- Mark miró con detenimiento a su amigo, se notaba avergonzado, y su mirada parecía hablar por si sola, reflejaba todo.  Algo como "¿Lo ves? Por eso no podía admitir que te amaba".

Pero Jackson pidió que lo dejara huir, y eso volvió a hervir la sangre en el mayor.

—¿Huir? ¡Claro! Huye todo lo que quieras, Jacky, siempre que tu vida se pone difícil decides hacerlo, ¿no? ¿Y sabes qué? Por mi, sigue haciéndolo, no pienso ir tras de ti esta vez... ya no más.- Jackson entonces enfureció, las palabras de Mark sonaban como si él realmente hubiera hecho un esfuerzo para mantenerse junto a él.

—Deja de hablar como si realmente me hubieras dado la confianza como para confesar lo que realmente sentía por ti, ¿sabes por qué huyo, Mark? Por este tipo de situaciones, las personas creen que se han esforzado tanto conmigo cuando en realidad lo único que hicieron fue hacerme sentir inseguro y magnificar lo mínimo que merezco, pues me cansé, ¿bien? Me harté de fingir que estoy bien cuando en realidad no lo estaba, cuando tenía que acostarme con Jaebeom para que guardara el secreto de lo que sentía por ti, y de esperar a que me dijeras esas mismas palabras a mi, pero ya lo veo todo claramente, no quiero volver a verte, Mark Tuan, ni a ti, ni a Jaebeom, esta vez sólo importo yo; así que deja de pavonearte como si hubieras hecho la gran cosa o como si hubieras sido el que terminó con el corazón más destrozado y perdón si lo último que recibes de mi es un texto mandándote al carajo mientras subo a un avión rumbo a Shanghái, porque no tienes ni la menor idea por lo que yo tuve que pasar por pensar primero en tu felicidad. 

—¡Jackson!- gritó su nombre, con la esperanza de que siquiera lo mirara —¡Jack!- o que regresara a su lado, estaba a punto de dirigirse en su dirección cuando lo detuvieron de la mano.

—Cariño, ¿Qué haces aquí? Es hora de nuestro vals.- los brillantes ojos de su esposa lo miraban con ternura, mientras lo dirigía apresuradamente a la pista de baile. 

Entonces se dio cuenta, esa era su vida ahora.

El chino miró la escena a la distancia, soltando un suspiro cansado, entendiendo el mismo punto de vista de Mark.

Ya no había nada más que hacer.

Al siguiente día se levantó temprano para volver a Shanghái con Namjoon, abordó el avión y se colocó los audífonos para dormir una siesta, no sin antes mandar dos mensajes.

El primero para Mark, mandándolo al carajo.

El segundo para Jaebeom, agradeciendo la hermosa experiencia que fue para él y lamentando el inicio de su relación, sin embargo, no se arrepentía de nada.

Y volvería a hacerlo una y otra vez, si eso significaba volver a ver a Jaebeom, pero en ese momento, Jackson debía concentrarse en él mismo.

Fue un maldito mes de mierda.

don't run away; markson/jackbeomWhere stories live. Discover now