trailer; let me dry my tears.

699 55 14
                                    

–¡Basta!- gritó fuertemente tomándolo de su muñeca con la misma intensidad, al grado de lastimarlo, sabía que el mayor estaba enojado, pero no sabía cuándo había comenzado a ejercitarse como para tener esa fuerza. –No tengo tiempo para enfocarme en tus estúpidos berrinches de niño pequeño, se supone que este es el día más feliz de mi vida, dijiste que no lo arruinarías.- cada palabra que decía era como un cuchillo en su corazón, no sabía cuánto tiempo más podría aguantar sus lágrimas.

–¿Y dime qué demonios fue lo que hice?- dijo enfadado tratando de zafarse del molesto agarre, pero su muñeca siguió atrapada entre los dedos que ejercían cada vez más fuerza. Quería mantener su postura fuerte e imperturbable, pero no pudo evitar soltar un gemido de dolor. Estaba pasando el límite. –Ya basta, Mark. Estás lastimándome.

–¿Te lo tengo que escribir en la puta frente?- mordió su labio tratando de contener sus gemidos de dolor que amenazaban con salir; Mark no había dejado de aplicar presión, sentía sus lágrimas a punto de desbordarse. Ya estaba harto de llorar por él. –¿Cómo te atreviste a decir que me amabas el día de mi boda con Sana? ¿Acaso eres idiota?- Jackson agachó la cabeza. –Mírame.- el mayor tomó su mentón entre sus manos alzando su vista, siendo recibido por los ojos llorosos del chino. La había cagado.

–Por favor, suéltame.- Mark tomó consciencia al escuchar esas palabras con el roto tono de voz que había ocupado Jackson, notando sus nudillos blanquecinos al rededor de su muñeca, soltó rápidamente al chico el cual cubrió esa zona con la mano contraria. Comenzó a caminar lejos del pelinegro, el cual fue tras de él.

–Jackson, perdóname, yo sólo...

–Cállate, Mark.- el chino detuvo su caminata para encarar al que solía ser su mejor amigo. –Se que la cagué, lo siento, de verdad perdón. Cometí un grave error.- el castaño sintió las lágrimas resbalarse por su rostro. Mark, se sorprendió al verlo llorar, seguia viéndose hermoso, el tono rojizo de su nariz y ojos, mientras mordía sus labios para evitar sus sollozos. Entonces recordó todos esos momentos en los que Jackson huía de cualquier situación relacionada con su boda.

No quería que lo vieran llorar.

–Jackson...

–Por ahora sólo cállate, Mark, déjame secar mis lágrimas. Déjame huir.

Próximamente.

don't run away; markson/jackbeomWhere stories live. Discover now