Park Jimin un Omega que sólo pedía una vida tranquila, dónde su padre no fuera un alcohólico y adicto a las apuestas.
Pero aquello cambió cuando su propio padre lo cambio para deshacerse de sus problemas.
Min Yoongi, un Alfa, dueño y jefe de una de...
Una noche justo hace dos meses y medio llegó Taehyung con su hermoso Omega a París, Francia, el país de ensueño para muchos.
La torre Eiffel brillaba en todo su esplendor cuando ellos tocaron esas tierras, admiraron la belleza, el brillo, las luces, lo increíble que era.
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Aún si sus sonrisas brillaban en todo su esplendor al admirar semejante escultura frente a ellos, sus corazones se encontraban angustiados, agobiados y tristes.
En aquel momento, ellos llegaron sin nada al país, esperando que los socios de Yoongi los ayudarán y vaya que lo hicieron, pues el Alfa era muy respetado por las personas de muchos países, aún así evitaban meterse mucho en los negocios de este mismo, pues una cosa era ser socios en sus empresas y otra muy diferente era ser parte de una mafia.
Albert era el nombre del hombre que los ayudo a instalarse en su ciudad natal. Les dio a la pareja una de sus cabañas ubicada en un bosque, alejada del centro de la ciudad, aún si Jungkook deseaba ver la torre Eiffel todas las noches, no sería posible, pues no iba de visita, estaban escapando de una psicópata obsesionada con la mafia y no debían dejar ni un solo rastro de ellos por ningún lado.
Para viajar fue muy difícil para todos, pues casi tuvieron que cruzar los diferentes países como si fueran unos emigrantes, aún así, eso era mejor que nada.
Jungkook se sentía tranquilo en aquella belleza de cabaña. El lugar era enorme, con tonos cafés, muy rústica, cómoda, espaciosa, cálida y fuera de la vista del mundo, justo como ellos estaban acostumbrados a vivir y era una forma de vida que les gustaba, no se quejaban de ella.
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El Omega solía recordar cuando recién llegaron ahí, esa noche lloró durante horas en el pecho de su Alfa, las hormonas habían empezado hacer efecto en él, pero la razón por la que lloraba era justificable.
