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(Narrador Omnisciente)

¿Un día tranquilo suele traer siempre algo malo al final del día?

Justo ese día cumplían tres meses y medio de estar en Canadá. Jimin tenía ocho meses y medio de embarazó, unos meses bastante pesados, cansados y estresantes para el Omega, el cual, trataba de llevarlos lo más tranquilo posible.

Llevaba dos pequeños cachorritos revoltosos dentro de él, el Omega era feliz cada que sentía a su gatito y pollito moverse dentro de él.

Estaba a dos semanas o menos quizá de dar a luz y no había nadie en la tierra quien deseará regresar a su país como el mismo, todos los días y noches, pensaba y le pedía a la madre luna que por favor acabará todo aquello, que los regresará a su hogar, al lugar donde él cree que deben estar.

El último mes el Omega se hizo muy sensible, pues cada pequeño detalle lograba hacerlo llorar, enojarse, hacer berrinches, pero no había nada más peor que verlo enojado, si de por sí, no estando embarazado daba escalofríos verlo molesto, estando en estado, daba aún más miedo.

El Alfa debía saber sobre llevar perfectamente todas las facetas de su pareja, pues este mismo odiaba el aroma de alguien más sobre el de su Alfa, Jimin se había hecho muy dependiente de Yoongi, le exigía su atención y su cercanía, el mayor no podía salir de la cabaña tan fácilmente, debía casi rogarle a su Omega, sin embargo, eso no sucedió mucho, pues el Alfa prefería quedarse con su pareja a estar saliendo.

Justo ese día, Jimin había estado confirmando sus sospechas sobre los infiltrados una y otra vez, hasta serciorarse que no estaba cometiendo un error y vaya que era muy insistente.
El Omega había confirmado que los infiltrados eran unos mal agradecidos, basura y que de verdad deseaban una tortura hecha por el mismo.

Aún así, decidió dejar todo aquello de lado, guardo sus pertenencias más importantes en su bolso como solía hacer y lo dejo en el sofá. Hacía más de una hora que el menor sentía la gran necesidad de realizar algo que su lobo le exigía y suplicaba a gritos, así que decidió hacerlo.

Subió hasta la habitación que comparte con su Alfa y fue en busca de mantas y un par de cojines, su Alfa se estaba duchando, por lo que solo tomo lo necesario y salió de ahí. Una vez en la sala, acomodó en el piso, todo lo que necesitaba, tomo los cojines de los sofás y los exparcio por el piso, sin embargo, sentía que algo le hacía falta, así que sin dudar subió una vez más hasta la habitación.

Cuando llegó hasta la última escalera, sintió un piquete levemente agudo en su espalda baja, que lo hizo fruncir el ceño, pero que al segundo ese dolor desapareció, por lo cual no le tomó demasiada importancia, siguió caminando hasta entrar una vez más a la habitación.

Al entrar pudo observar el exitante, maravilloso y muy bien formado cuerpo que se carga su Alfa. Sonrió ladino y relamió sus labios, admirando todo lo que es solamente de él y nadie más.

- Hasta aquí huelo tu exitación pequeño - Habló un divertido Yoongi - Bajale cielo, que sabes muy bien que no podemos hacer nada - Recriminó el Alfa, mientras se colocaba su ropa interior y se volteaba a ver a Jimin, quien estaba con un muy marcado puchero en sus labios.

- Ya lo sé Yoonnie, no debes recordármelo, bastante tengo con sobre llevar esa carga día a día - Dijo de la manera más dramática posible el menor.

- Eres un exagerado cielo - Río bajo el mayor.

- Oye amor, cuando termines bajas a la sala, ¿Si? - Dijo el Omega, mientras tomaba una camisa de su Alfa y se la ponía encina, después tomaba otras dos más, para después encaminarse a la salida.
- ¿A dónde llevas esas camisas cariño? - Preguntó un curioso Alfa.

💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~Where stories live. Discover now