Berni
Ian se estira en la cama, serio. Desbloquea el celular para empezar a revisar mensajes, cuando ve que estoy mirándolo, extiende un brazo y me lleva de una punta de la cama hacia él. Yo aprovecho y me recuesto en su pecho.
—Buen día.
Ian me besa la cabeza y sigue mirando su celular.
—¿Vas al taller?
Él asiente con la cabeza, como siempre de pocas palabras.
—¿Puedo ir con vos? Tengo que ver a Cris.
Ian lleva su mano a mi cabeza y empieza a acariciarme el pelo que se me empieza a ondular después de no secarlo la noche anterior.
—Obvio.— Responde dejando el celular de lado. —Me tengo que bañar ¿Venís?
Él sale de la cama completamente desnudo, aprendí que es una persona a la que la desnudez no le molesta mucho, también aprendí viviendo con él, que toma un vaso de whisky antes de dormir y que se despierta temprano a la mañana, no importa cuánto haya tomado la noche anterior. Le gusta verme pintarme y dormir entre mis brazos con su cabeza en mi pecho para que le acaricie la espalda y quedarse dormido.
Sigo a Ian todavía en uno de los vestidos transparentes que hizo para mí y me meto con él en el baño.
Mecánicamente, abre la ducha y me saca el babydoll con sus manos delicadas con los nudillos todavía rojos de la pelea del fin de semana pasado. Dobla el vestido de dormir en dos y lo deja cuidadosamente en el asiento del inodoro. Yo por mi parte me inclino sobre el espejo solo en bombacha para verme de cerca la cara.
—Debería depilarme las cejas dentro de poco.
Digo estirando mi frente con los dedos para ver más detenidamente.
Ian asiente y se mete en la ducha para dejar el agua correr por su cuerpo perfectamente proporcionado, dejando de lado su hombro caído. Dejo la bombacha sobre el babydoll y me meto con él.
Me agarra por los hombros y hace espacio para que la ducha impacte con mi cabeza, por encima de mí alcanza el champú que está en la repisa debajo de la ducha y lo esparce por su mano para empezar a masajearme el pelo.
Me quedo contemplando su cara nula mientras me lava.
—¿Qué pasa? Estás perdida últimamente.
Yo me enjuago la espuma y dejo que él se meta debajo de la ducha para lavar su pelo, si no fuera tan alto me gustaría poder ponerle champú también.
—No es nada. Estoy preocupada por las próximas sesiones de fotos, Cris me está agendando sin parar.
Miento. La verdad es que lo que me tiene preocupada es él y la gran propuesta de la agencia, con la condición de tener que mudarme. Es verdad que es una gran oferta pero no me veo dejando a Ian bajo ningún punto.
Despacio me esparzo acondicionador sobre las puntas de mi pelo y me meto con Ian debajo de la ducha para enjuagarme, él me toma de las caderas cuando ve que pierdo levemente el equilibrio.
—¿Querés que le diga que se calme?
Dice él pasándose la mano por la cara para quitarse el agua.
—No. Está bien, es buena plata.— Ian se me queda mirando unos segundos y me besa levemente la frente. —Estaba pensando en estudiar algo con esa plata. Después de todo, vos tenés un título, me gustaría tener uno también.
Le comento mientras enjabono mi cuerpo, él toma la esponja y lo empieza a hacer por mí, naturalmente, como todo lo que hace, sin preguntar, sin expresar ninguna emoción en particular, solo dejándose llevar por sus instintos.
