12 (II)

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El corazón me dolía y parecía que se saldría y seria quien ganaría la carrera. Los gritos de la gente, los silbatos, megáfonos sonando, todo paso a segundo plano en la carrera, solo era una vuelta que debía dar, recién había iniciado y temía perder. De poder pasar a algunas competidoras, lograron pasarme de nuevo. Rayos, debí escoger otro deporte donde no tuviera que poner en evidencia mi poca resistencia física. Trato de respirar como me había enseñado Jeon y con todas mis fuerzas seguí corriendo. Cierro los ojos unos segundos donde solo la brisa violenta golpeaba mi cuerpo. Cuando vuelvo abrir luego de unos míseros segundos, ya no estoy ultima, ahora estoy en medio de todas. Miro por segundos hacia atrás y veo a cuatro aumentar la velocidad. Me sentí como una presa en peligro y por supervivencia le pedí a mis piernas que corrieran más rápido que venían detrás toros furiosos. Trate de dar zancadas largas para poder alcanzar a dos compañeras más, con el sudor resbalando por mi frente y nuca, logre pasar por dos pasos a los dos que estaban delante mío. Por unos segundos me di la libertad de sonreír entre el viento que deformaba mi cara.

—¡No estorbes, perra! —gruño una de las que había logrado pasar.

Aquello en vez de bajonearme, me provoco furia pura que, mezclado con la adrenalina, de alguna manera ya no solo estaba en medio, ahora era la tercera y solo a dos pasos de ser la segunda. Los gritos y aporreos a la reja se hicieron más fuertes que antes.

¡Vamos Selene, vamos, vamos!

Mi mente de la nada se volvió motivador especializado, le hice caso y solté un gruñido como un animal y sin dejar de correr, logré adelantar a la segunda. Todo sucedía tan rápido, el campo era enorme, y calculaba que ya estábamos corriendo un minuto y medio. Con una mano me retire el sudor de la frente e incline mi torso para poder ir en picada. Cuando solo faltaba cinco metros para llegar a la meta, la desesperación me consumió por completo. Mis pupilas temblaron y no tuve mejor idea que hacer algo que luego me arrepentiría.

—¡Una abeja enorme! —chille escandalizada.

La chica que iba delante mío volcó su rostro a verme, yo señalé a su costado y en el transcurso de girar a ver a una falsa abeja y darse en tiempo de gritar, la pase y a dos metros reí con fuerza llegando a la meta. La cinta se rompió cuando pase y el silbato toco indicando que había ganado. Abrí mis ojos enormes al no poder creerlo, busco desesperada a tres personas en particular, cuando creí haberlos perdido, los vi corriendo a mi dirección con enormes sonrisas plasmadas en sus rostros. Suelto un gritito cuando Jungkook me toma por la cintura y me eleva para darme tres vueltas en el aire. No puedo evitar reír de la emoción mientras Jimin me empieza a abrazar junto a Tae. Hicimos un circulo confidencial a un lado del campo para abrazarnos por la espalda y hablar más secretamente.

—¿Estás listo Jungkook? —suelto yo mirando a mi costado.

Jimin da saltitos haciendo doler el brazo de Tae que estaba detrás de su espalda.

—Nací listo, mi flor.

Sonreímos, asentimos los cuatro separándonos. De golpe Jimin le lanzo una botella de agua al pelinegro y a mí me tiro una manzana.

—Hidrátate y tu come o te desmayaras.

Jungkook y yo, como dos niños buenos, asentimos y empecé a caminar junto al dúo para acompañar a Jeon a la partida. Una canción en ingles empezó a sonar para ambientar el lugar y que los corredores se acercaran a la partida. Vi a varios escanear con algo de cólera a Jeon, mi ceño se frunció y sin darme cuenta, terminé delante de Jungkook para que se concentrara en mí y los nervios no le hicieran un mal juego. 

—Bueno, chico guapo y genial del grupo, espero puedas dar todo de ti.—Levante el puño mostrando fuerza.

Con sus manos tomo la mía y deshizo el puño para entrelazar nuestros dedos. Admito que me tomo por sorpresa y que por segundos dejé de respirar, pero luego recordé que era Jungkook, la persona más cariñosa del planeta.

FLOR DE PRIMAVERA || JJK (COMPLETA)Where stories live. Discover now