22

405 82 14
                                    

Era de mañana y me desperté tan temprano como pude. Debía volver a mi rutina donde llegar temprano era una prioridad. El frío me recordaba a el día que lo conocí, pero eso ya no importaba ahora. Debía encontrar a mi tutor, camine por toda la escuela, en busca del profesor. Al principio me costó, pero lo pude alcanzar cuando estaba caminando entre los pasillos con su maletín. Le toqué el hombro y le dije tímida que necesitaba hablar con él.

Ya en su oficina, él me pidió que hablara.

—P-profesor, yo quería pedirle que me ayude. Participar en concursos no me ayudara del todo. Necesito algo pesado, lo suficiente que pueda elevar mis notas.

Ante mi pedido, se tocó la barbilla y reviso sus cajones hasta encontrar una carpeta.

—Siempre sacaste buenas notas, de verdad me sorprende tu caída, pero todos pueden tener esos bajones.

Asentí con esperanza.

—Pertenecí al comité estudiantil también, saque primer puesto durante dos años seguidos y concursé en representación de la escuela. De verdad necesito ayuda —baje mi cabeza y junte mis manos.

Pasaron varios segundos donde lo pensó con seriedad, hasta que siguió viendo mis registros y asintió.

—Está bien —apoyo sus codos en la mesa y entrelazo sus manos—, pero el trabajo será como un examen final. Un texto, cuento, reseña, lo que quieras darme, pero debe ser lo suficientemente contundente para elevar tus notas.

Asentí, no importaba lo que tuviera que hacer, al final, ya no podría contar con Jungkook.

—¡Lo haré! —me levantó euforia y hago miles de reverencias, saliendo del lugar con una suave sonrisa.

Y luego de eso...Nada, no tenía nada más que hacer.

Un mes después

Si tuviera que describir estos treinta días, seria encierro total. Solo asistía a la escuela, no salía a los recesos y regresaba a casa para volver a intentar escribir algo y terminar mis deberes. Mi familia se volvió una iglesia, nadie debe hablar y solo nos juntábamos para rezar en la mesa.

No sabía dónde escapar, no tenía un lugar seguro más que mi cama en la noche, donde mordía mi almohada para poder llorar. Pero al día siguiente, sonreír enorme era mi trabajo.

Debía ser feliz, sin importar que yo no estuviera del todo bien.

Corrí al colegio, ajustando las correas de mi mochila, me acomodé el cabello. Era temprano, y como había acostumbrado desde que empecé a llegar antes que todos, pasé por la parte trasera del colegio, donde se colocaban los contenedores de basura y antiguas aulas. Metí mi mano a los bolsillos y me plante donde en algún pasado conocí a Jungkook, mire directo a la puerta vieja y suspire profundo.

—Por fin te encuentro.

Cerré los ojos maldiciendo al reconocer su voz. No me moví, no hasta que sentí su mano en mi hombro. Me gire retrocediendo con lentitud dos pasos. Jungkook estaba algo agitado, se notaba que había corrido bastante.

—¿P-para que me buscas? —balbuceo evitando su mirada.

Su mirada era neutral, como si fuéramos dos extraños otra vez y aquello me rompió.

—¿Por qué pediste ayuda a tu tutor?

—¿Qué?

Dio un paso más cerca y sonrió con amargura.

—Trabajo para elevar tus notas, ¿Dónde quedó todo lo que planeamos? Me tiraste a la basura sin preguntarme. —Pude ver un brillo de dolor en sus ojos.

—Y-yo no....—muerdo mi labio inferior con fuerza, tomo aire y no me contengo—¿Estás seguro que yo te tire a la basura sin preguntar?

Se quedó callado por largos segundos donde solo pude verlo a los ojos.

—Siempre busque que tu estuvieras de acuerdo en todo. No sé...

—Me has ignorado, evitado y botado durante más de un mes. ¡¿Dime quien soltó a quién?! —grite sintiendo un nudo en la garganta.

—Selene...

—¿Ves? Ya ni siquiera me decís flor, ni una mirada, ni me saludas, no respondes las llamadas que te hago una vez por semana. ¡No quiero sonar como una tonta! Pero no debiste darme tanto cuando luego ibas a quitármelo...—susurro al final, abrazando mi cuerpo mientras hundo mi barbilla.

Cuando él trata de acercarse, yo me alejo negando con la cabeza.

—Nunca te ignore, solo estaba...

—¿Estresado? ¿Cansado? De seguro tu madre está mal, pero pudiste llamarme, te hubiera ayudado en todo lo que quisieras. Los estudios no deben ser un motivo para olvidar que existe gente a tu alrededor que te quiere. ¡Tú me enseñaste eso! —Lo apunte con mi dedo y luego lo aleje cuando quiso tomar mi mano.

—Nunca te quise alejar, solo estoy...

—¡Dime antes que piense cosas peores!

Jeon maldijo entre dientes y pateo el suelo antes de mirarme.

—Sera mejor que me vaya, no tiene sentido —soltó de golpe, con su mano hizo un puño y golpeo a la nada, una forma de desquitarse.

—No, no —corrí y me pare frente a él, lo mire con suplica—. Al menos di el motivo...

Intento pasar por mi lado, pero sujete su mano tirando de él con todas mis fuerzas. Quede con la frente pegada a su espalda. Pude sentir su respirar y solo pude rezar para que mi corazón no se saliera.

—N-no quiero hacerte daño...Selene, no quiero que confundas mis intenciones. Sabes que jamas...

—No digas m-más —pedi cerrando los ojos con fuerza, aun con la frente pegada a su espalda, solté un suave sollozo.

Retrocedí y sin querer seguir ahí, corrí lejos. Ingrese a los pasillos y subí los escalones buscando a Mirey, necesitaba un abrazo de alguien. Cuando llegue a el piso donde se encontraba la oficina del comité estudiantil, me retire una lágrima que caía para poder ver mejor. Al ir acercandome, solo vi a la maestra Lee.

—¿Buscas a alguien?  —preguntó.

Baje la cabeza para que no viera mis ojos llorosos.

—Sí, a Mirey...

Ella pareció recordar algo y se acercó.

—Su padre vino y se la llevo.

Levante el rostro con preocupación, balbuceo cosas sin sentido. Tenia un mal presentimiento de todo esto.

...
¿Tormenta? ¿Vacio? ¿Espinas? Llamar el sufrimiento de diferentes maneras no cambiara el destino.

FLOR DE PRIMAVERA || JJK (COMPLETA)Where stories live. Discover now