Capítulo 4.

15 0 0
                                    

 
𝄞—¿Alana?—𝄞

Broken smile.

Me dejo caer en el sofá totalmente cansado.

—¿Por qué te quejas? ¿No era lo que querías?—pregunta mi madre, sentándose a mi lado. Niego con la cabeza.

—No me quejo, Vicky—frunzo los labios. —Simplemente haber llegado tan lejos en tan poco tiempo me asusta.

Sus manos tocan mi cara, sus dedos se deslizan por mi mejilla y aunque sea mi mamá, no puedo evitar tensarme.

—Llegaste lejos en tan poco tiempo por la sencilla y única razón de que te lo mereces—la miro, sus ojos llenos de amor me buscan—Porque mereces eso y más, hijo. Porque esto es solo el comienzo de todo lo bonito que se aproxima a tu vida. Solo disfrútalo al máximo, disfruta el proceso.

Suspiro pesadamente y sorprendiendola, le doy un corto abrazo dejando rápidamente un beso en su frente.

—Oh Dios, ¿será que se va acabar el mundo?—pregunta con un timbre de drama en su voz. Tuerzo los ojos volviendo a mi lugar. Está bien que no soy mucho de demostrar, pero una vez al año no hace daño.

—Solo recuerda que te amo, mamá—pronuncio sin mirarla a los ojos.

—Yo te amo muchísimo más, hijo. Y siempre estaré aquí para apoyarte y acompañarte em cada paso que des. Porque serás el mejor cantante.

Una sonrisa natural se asoma en mi rostro. Qué haría yo sin ella, definitivamente ella es la única mujer que podrá amarme siempre a pesar de mis cagadas, la que siempre estará ahí para mí.

—Eso espero mamá, que nunca me abandones—señalo con un nudo en la garganta. Trago grueso intentando quitarlo.

—Pídele a Dios que me dé larga vida, hijo—asiento sin prestar mucha atención. No me gusta hablar sobre ese tema, no soportaría el día en que su corazón dejara de latir—¡Pero bueno ya! Quita esa cara de por qué nací y sonríe, sonríele a la vida que ella te está sonriendo a ti.

Asiento suspirando. Fingo una sonrisa para dejarla contenta.

—¡Pero no esa sonrisa!—me pega en la cabeza. Río divertido tratando de esquivarla.—Esa está mejor.

Pongo la misma mueca de aburrimiento.

—Ya deja de poner esa sonrisa vacía, esa sonrisa de tristeza, ¿ok?—me pregunta, yo asiento alzando las cejas. —Y espero algún día alguien pueda cambiar esa sonrisa rota que cargas, chico—ruedo los ojos y bufo al escuchar eso. —No hagas así o sino te pego—me regaña. La miro receloso y ella sonríe, me apretuja de las mejillas y me mima.

Dios, como amo a mi mamá, por favor nunca me la quites.

—¿Qué harás hoy?—pregunta levantándose del asiento.

Encogo los hombros.
—Me pondré a escribir, no me han llamado para más entrevistas o conciertos.

—¿De qué te quejas si todas las llamadas las rechazas?—río al escuchar lo obvio. —Bueno hijo, iré al supermercado. Cualquier cosa pides un SOS—arrugo mis cejas. —O mejor me llamas a mí.

Río por las ocurrencias de mi mamá. Piensa que siempre me pasará algo malo y quiere sobreprotegerme.

—¡Adiós señora! No me pasará nada—exclamo con obviedad. Ella rueda los ojos y se acerca para darme un beso, se lo recibo y esta sale después por la puerta. Dejándome en un completo silencio.

Y por supuesto que en paz. No es que ella no me dé paz, simplemente siento que tengo mi espacio.

Me levanto del asiento dirigiéndome a mi habitación. Quiero escribir, siento que tengo inspiración así que mucho mejor.

Broken smile. Where stories live. Discover now