Capítulo 24.

15 0 0
                                    


𝄞—Tú y yo—𝄞

Eres todo lo que había esperado,
Creí que era muy fantasioso
Pero la vida ya me lo ha dado—él me miraba mientras lo cantaba. Noté un leve sonrojo en mis mejillas y sólo pude tragar grueso mirándolo también. —Gracias por estar en mis días, por haber llegado. Reconstruiste esos pedazos, me has ayudado.

Sonreí inconscientemente y alcé el micrófono.

Reconstruiste estos pedazos, me has ayudado—susurré sobre el micrófono. Salí de mi momento de embrujo al escuchar los fuertes gritos y aplausos de las personas. Me sentía en una burbuja hechizada por esos ojos que me hacían tanto bien y por esa voz que era mi perdición.

Suspiré alargadamente y fijé mi vista al frente esquivando la de él. Veía muchas expresiones alegres y aplausos en cámara lenta. Miré a la fila donde se encontraban sentados un Purple muy sonriente, la banda NATU haciéndome barra y una emocionada Lili. Mordí mi labio nerviosa y apreté el micrófono en mi mano.

—Gracias—escuché la voz de Jacob sobre el micrófono. Supe que tenía que enfrentarme a él al ver que ya debíamos bajar de la tarima.

—¡Otra, ! ¡Otra!, ¡Otra!—la gente gritaba fuertemente. Voltee mi cuerpo para verlo y este me miró también. Alcé una ceja intentando decirle que cuál cantábamos.

Entonces hizo algo que me dejó descolocada. Dio unos cuantos pasos para acercarse lo suficientemente a mí y ni siquiera hubo necesidad de responderme cuando empezó a cantar, tan cerca de mí que mis piernas temblaban.

¿You and me? Buena elección.

Chica bonita de sonrisa preciosa—susurró sobre el micrófono mirándome y sintiendo su respiración chocar con la mía. —Chica divina de talento grandioso.

Alcé el micrófono y empecé a cantar.

Chico roto de alma afectuosa—él sonrió y casi me derretí. —Chico de ojos profundos y además virtuoso.

Tú eres mi chica divina y yo soy tu admirador—su mirada era tan profunda.

Tú eres mi chico roto y yo soy la que te lleno con amor—dije sobre el micrófono completamente nerviosa.

—Tu amor me salvó—susurró.

Tu caricia me ayudó—contraataqué.

Tu sonrisa me cautivó—él sonrió al decirlo. Me sonrojé inmediatamente.

Y tú corazón me enjauló—dije mirando sus labios.

Seguimos cantando hasta que la canción estaba a punto de culminar.

El momento era tan íntimo y tan mágico que se me había olvidado que estábamos parados frente a un montón de público. Sentía que éramos él y yo, cantándonos, expresando todo eso que sentimos en nuestro interior. Hablándonos a través del lenguaje universal: la música. Esa misma música que ambos habíamos creado y que hoy teníamos el privilegio de compartirlo frente a un público mientras nos mirábamos como dos locos enamorados.

Tú y yo, tú mi inspiración y yo un cantautor.

—Tú y yo, tú mi soplo divino y yo un pintor.

—Tu y yo... —susurré lo último sobre el micrófono con falsete por un largo tiempo. Cuando terminé los aplausos no se dieron a esperar.

Pero yo no estaba concentrada en eso. No cuando al frente tenía al chico que me volvía loca, tenía el privilegio de que esos preciosos ojos estuvieran puestos en mí como única atención. Tenía la gran fortuna de ver relamer sus labios sin saber qué decir o qué hacer. Solo dejando que nuestras respiraciones agitadas chocaran, sólo escuchando nuestros corazones latir con fuerza.

Broken smile. Where stories live. Discover now