CAPÍTULO 2: EL PRINCIPE LEJANO

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Danna observa muy atenta como Joe Jonas está apunto de besar a su coestrella a la que acaba de declararle su amor frente a todo el aeropuerto, las personas les aplauden por la demostración de afecto en público y la niña anhelando un romance igual da un largo suspiro mientras la imagen en la televisión desaparece a causa de su padre, que ha cambiado de canal.

La adolescente enfadada va deprisa a su habitación pues le impidió terminar de ver el maratón de su serie favorita. Abre su cuaderno, no es cualquier cuaderno, es en el que expresa sus más grandes emociones con diferentes escritos y dibujos. Escribe las iniciales de su amor platónico: Marco Valencia, suspira mientras se imagina como sería si el tan sólo supiera de su existencia más allá de ser la chica que le regala cinco pesos cada miércoles en el receso.

Cada lunes ve como su amado come con sus amigos en la cooperativa de la escuela, los martes se quita la camisa para sorprender a las chicas que lo persiguen enamoradas mientras practica básquetbol y los viernes se queda un poco más tarde de la hora de salida platicando con Valeria, temas de los que Danna se muere por saber. No importa cuánto quiera animarse a hablar con él, cuanto deseé acercarse para saludarlo y preguntarle cómo se encuentra o si la acompañaría para ir por un helado, ella sabía que no era como las otras chicas, no se consideraba tan bella como ellas, no era delgada como las demás, no era simpática y mucho menos tenía experiencia con chicos. ¿De qué podría hablar con él? Que no sea aceptar un beso en la mejilla a cambio de unos pesos, no hay nada que ella pudiera hacer para tener la oportunidad de llegar algún día a aparecer en su mente por lo menos unos segundos.

La triste niña camina hacia el salón para tomar la clase de Geografía, pero escucha a una chica sollozando detrás de dicho salón, se asoma para ver lo que ocurre para encontrarse con una chica de cabello rubio sentada cubriendo su rostro con las manos mientras llora desconsoladamente, Danna se acerca lentamente.

─ ¿Puedo ayudarte en algo? ─ pregunta nerviosa por la posible reacción

─No, no quiero que me veas, cuando lloro me hincho horrible

─No importa, algo muy malo debe ser para que estés llorando de esa manera─ le soba el cabello a la chica tratando de ayudarla

─Mi novio me engaño con una de mis mejores amigas y me quiero vengar – dice la chica entre sollozos

─Eso debe doler mucho, de tantas chicas en el mundo lo hizo con tu mejor amiga, que patán, no te merece eres mucho para él, aunque no creo que vengarte sea la solución.

─Si, si lo quiero hacer, pero no sé con quién puede ser, quiero que sienta como me estoy sintiendo─ Danna está pensando en una solución demasiado loca.

─ ¿Cómo te llamas?

─Me llamo Isa soy del grupo G

─Te he visto en la escolta, ¿eres la abanderada verdad?

─Sí, soy yo

─Eres muy popular, todo el mundo te conoce, eres linda y les caes bien a todos...

─Eso creo, ¿pero eso como resuelve mi problema?

─Te sonará loco, pero se me ocurrió una manera en que te puedas vengar de tu novio, a la vez podrias cumplir un sueño que yo no puedo hacer realidad. Te explicaré, mi amor platónico es Marco Valencia el de tercero G, por obvias razones yo no puedo gustarle a alguien como él así que... ¿Por qué no lo conquistas? Eres su novia, te vengas de él y me cuentas todo lo que hagas con Marco.

─Hablas de ser su novia y contarte todo lo que haga, es decir, ¿andar con él por ti?

─Si, yo no tengo oportunidad, pero de seguro tu si, matamos dos pájaros de un tiro.

CRECER AGRIDULCE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora