CAPÍTULO 35: EL DESENGAÑO

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Los chicos han crecido demasiado rápido tanto que están a unos meses de graduarse de la secundaria. Son las fechas de inscripción para los bachilleratos, algunos alumnos aún no saben cuál van a elegir lo que significa que tendrán que separarse de sus amigos más cercanos. Yahir tomo uno de los folletos que se encontraban en una mesa, comienza a revisarlo, pero llega Sandra a interrumpir sus pensamientos.

—Cada vez estamos más cerca de graduarnos creo que Danna y tu tendrán que separarse— dice la chica con una sonrisa en su rostro.

—Te equivocas amiga, ya hemos hablado sobre eso y ambos queremos estar en la misma preparatoria, ahora más que nunca quiero estar a su lado, cumplimos nuestro primer aniversario y ya es hora de enfrentarnos a sus padres para formalizar— Sandra abre los ojos de la sorpresa.

—Lo dices como si te fueras a casar con ella apenas van a cumplir quince años ¡Estas loco! —el chico sonríe ante las ocurrencias de su mejor amiga.

—Eso puede ser un futuro por ahora quiero que todo el mundo se entere de nosotros, ya me canse de mentir y estarnos escondiendo de sus padres, quiero estar con ella por siempre.

—Claro, como cuando estuviste con Dulce— su tono comienza a ser sarcástico.

—No creo que sea tan importante como para decirlo, lo hare cuando sea el momento— Yahir había olvidado ese tema.

—Si tú lo dices— la joven le da una palmadita en el hombro a su amigo para irse sin decir más.

Danna aprovecho su media hora de almuerzo para descansar mientras se relaja revisando los mensajes en su celular, observa la primera foto que se tomó con su amado el dia de San Valentín, justo el dia en que ambos cumplían un año de estar juntos. Recuerda todos los momentos difíciles que han pasado juntos, todo lo que les ha costado mantener una relación funcional a escondidas de sus padres pero también han vivido momentos inolvidables como aquel dia en la playa, los cortos treinta minutos en la hora de la entrada, las veces que la ha visitado en su trabajo para regalarle sus chocolates favoritos y sus conversaciones en las noches mientras charlan por horas sin que los descubran en lo que comen galletas con leche para sentirse cerca el uno del otro.

Por fin siente que su amor de película estilo Disney ha llegado a su vida, Yahir se ha convertido en el chico ideal que siempre soñó, él es el indicado. Su confianza ha sido tan grande que ambos se comparten sus contraseñas de redes sociales, ya que ninguno tiene algo que esconder.

La adolescente siente curiosidad por ver qué tipo de memes son los que ve su novio en Facebook así que decide entrar a su cuenta. Danna no encuentra imágenes que le den gracia, pero llega un mensaje de Sandra el cual no sabe si sea buena idea abrirlo ya que sería invadir su privacidad. Llegan varios mensajes de modo que decirle leerlos pues nadie se enteraría de ello.

<<La clase esta súper aburrida y desde aquí puedo ver cómo te estas durmiendo recargado en tu mochila>> Danna sonríe ya que sabe lo flojo que puede ser su novio en clases.

<<Yo creo que deberías decirle lo de Dulce a Danna, si se entera por alguien más, te puede ir muy mal>> eso ultimo hace dudar a la joven pues ese nombre no le suena, trata de recordar si es alguna amiga cercana a él, pero lo desconoce. Se dirige a los mensajes más antiguos de meses pasados para encontrar alguna pista sobre la misteriosa chica de la que habla Sandra.

Por suerte ellos no hablaban mucho y fue muy fácil llegar a las conversaciones en las fechas en que los novios terminaron por primera vez.

<<Sandra llámame cuando puedas amiga, estoy muy triste por lo que paso con Danna, te necesito, solo para que me escuches>> eso ultimo sacudió el corazón de la joven, denota lo mal que se sentía el muchacho por culminar la relación. Pero más adelante encuentra en el mismo chat un mensaje que le hace sentir una presión en el pecho acompañada de unas nauseas inmensas.

CRECER AGRIDULCE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora