CAPÍTULO 32: LA VERDAD

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Jaqueline se encontraba limpiando su mueble favorito en donde guarda sus libros favoritos así mismo escucha su canción favorita del momento a todo volumen "Still Into You de Paramore ". Corea la canción mientras ojea un libro, pero se cae una fotografía al piso, la recoge para observarla y se trata de una foto que fue tomada por Esmeralda el pasado San Valentín, en su rostro se habían maquillado los bigotes de un gato. Siente una presión en el pecho por haber sido tan grosera con su mejor amiga el dia pasado, ella solo le declaraba sus sentimientos, pero Jaqui no se encontraba lista emocionalmente para establecer una relación romántica con alguna persona hasta que un milagro pasara y culminara con el infierno que pasaba en su hogar, el cual jamás se ha sentido como un lugar donde puedas sentirte protegido. Suelta un suspiro y se tira a la cama resignándose a la vida que le ha tocado desde pequeña cuando su padre se fue de la casa, abandonando a una niña de seis años la cual lo amaba infinitamente, recordarlo es revivir las viejas heridas que no han cicatrizado y se mantienen abiertas, totalmente vulnerables para cualquiera que desee hacerlas sangrar.

—¿Por qué estas metiendo tu ropa a una maleta papito? — dice la pequeña niña de ojos acristalados mientras sostiene el osito de peluche que le ha regalado su padre.

—Porque ya no puedo vivir en la misma casa que tu madre— cierra la maleta para colocarla en el suelo mientras toma las llaves de su auto.

—¡Déjalo Jaqueline! Que se vaya es un imbécil— grita su madre prendiendo un cigarrillo recostada en el sillón de la sala, el padre solo observa a su ex mujer con rabia, pero del otro lado tiene una carita roja y empapada de su hija quien es muy pequeña para entender el problema del matrimonio destruido, la niña abraza su pierna aferrándose a ella con fuerzas.

—Vas a venir mañana ¿verdad papi? — el hombre tratando de contener sus lágrimas le miente a la niña asintiendo con la cabeza para calmarla.

—Me tengo que ir mi amor, pero siempre que quieras sentir a tu papi cerca puedes ponerte este collar de Jesucristo— el padre se quita el collar para colocárselo a la pequeñita en su cuello —Siempre estaré en esa imagen— la niña lo abraza sin parar de llorar, pero la decisión ha sido tomada. Le da un beso en su frente para salir por la puerta dejando al infante a cargo de una madre inestable, expuesta a los peligros de los que deriven de sus actos.

Jaqui observa dicho collar que ha resguardado dejándolo fuera de la vista de su madre ya que sabe lo que es capaz de hacer. En un principio funcionaba cuando estaba triste para sentir que su padre la consolaba, pero desde hace unos años ya no funcionaba como cuando era niña y desde entonces no hay dia que pase sin que se sienta sola, abandonada y deprimida. Ella no es amante de ninguna religión, pero por recordar a su Padre haría lo que sea.

Una llamada interrumpe sus pensamientos, toma su celular y responde sin ver de quien se trata.

—¿Hola?

—Soy Esme, le pedí permiso a mi mamá que me trajera a tu casa para hacer la tarea en equipo de inglés, supuse que no estabas con nadie así que estoy afuera— escuchar eso hace que se alarme pues corría peligro, revisa en las habitaciones de la casa que no se esté su padrastro en ella, pero al revisar se da cuenta que no se encuentra. Cuelga el teléfono para abrirle a su mejor amiga.

—Espero que terminemos antes de que lleguen mis papás, ya sabes que no me dejan traer a nadie sin permiso Esme.

—Perdón por no avisar, pero sabía que me dirías que no y necesitaba verte. Te quiero perder una disculpa por decirles a los chicos que entre tú y yo había algo, quiero pensar que no estabas lista por que tan solo la idea de que no sientas lo mismo por mí me duele demasiado.

—Esmeralda no quiero hablar de esto ahora, solo entra, hacemos la actividad y dejamos el tema por la paz ¿está bien?

—Sí, entiendo— dice decepcionada de la respuesta de su amada.

CRECER AGRIDULCE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora