CAPÍTULO 12: NADIE SABE DE NOSOTROS

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Suena la alarma que tanto detesta escuchar Yahir por las mañanas, con los ojos entreabiertos revisa su celular para verificar que es la hora correcta para arreglarse. Lo distrae un mensaje de su novia en el cual le desea buenas noches, dicho mensaje fue enviado en la madrugada pues la chica se desveló nuevamente haciendo su tarea. El muchacho sin ganas de abandonar su cama se pone de pie y se dirige a la cocina para prepararse el desayuno. Toma una ducha fría para despertarse y limpiar las heridas de su brazo izquierdo, siente el ardor, pero por alguna razón siente que merecen estar en su piel. El clima de verano no impide que el chico utilice camisas de manga larga para ocultar los secretos que le avergüenzan de su persona, como su madre intentando esconder que no extraña a su exmarido y que le duele ver cómo pudo realizar su vida con otra mujer tan fácilmente.

─Hijo ¿ya estás listo para que te lleve a la escuela? ─ dice la madre tomando café en su termo mientras recoge las llaves de su auto, el chico se percata de las enormes ojeras en su rostro.

─ ¿Otra vez no pudiste dormir verdad? ─ pregunta el chico mirándola fijamente.

─Sí, claro que he podido dormir ¿Por qué la pregunta? ─dice en tono de negación.

─Tus ojos te delatan mamá.

─He tenido mucho trabajo, tanto que hasta sueño con él más de lo que debería─ el chico sabe que está mintiendo, iba a seguir con la conversación, pero la madre lo interrumpe apresurándolo para que entre al auto pues se les hace tarde para llegar a tiempo a la escuela.

Toda la mañana el sueño y la apatía se han apoderado del chico, las clases han sido aburridas hasta que la campana lo ha salvado de ser reprendido por la profesora por su falta de participación en la clase.

─Yahir ¿qué te pasa? Has estado toda la mañana sin hacer nada ¿te sientes mal? ─ pregunta Sandra algo preocupada.

─No, sólo creo que tengo sueño

─ ¿No estas triste por algo que no me quieres contar?

─No tengo nada, enserio

─ ¿Todo va bien con Danna?

─Si, ¿por qué no estaríamos bien?

─Por qué me dijo que le gustaba Ernesto antes de que ustedes anduvieran, pero yo creo que todo cambio con el tiempo─ dice de manera intrigante al que se supone que es su mejor amigo, la alarmas se encienden en el interior del chico y ambos guardan un silencio incómodo.

─ ¿Cuándo te dijo eso?

─El dia en que se conocieron, yo sólo cumplo con decirte lo que pasó

─Si, te entiendo gracias por decírmelo─ el chico confundido se levanta de su asiento para dirigirse a la cooperativa para comprar su almuerzo, se une a la fila para esperar a ser atendido y piensa en lo que le dijo su mejor amiga momentos anteriores << ¿Y si aceptó ser mi novia para estar más cerca de Ernesto? ¿Pero por qué no hablarle directamente como lo hizo conmigo? Tal vez estoy sobre pensando las cosas, esto debe ser un mal entendido, ella dijo que le gusté desde que me vio y estuvimos juntos toda la noche, ella quiere estar conmigo me ama a mí, pero y ¿si está hablando con él a mis espaldas? No, ella no sería capaz de algo así>> pensó el chico tratando de llegar a una conclusión hasta que una voz de fondo interrumpe sus pensamientos.

─Chico, ¿Qué vas a llevar? Hay más personas esperando─ dice la señora que estaba atendiendo a los alumnos, el muchacho sonrojado asienta rápidamente con la cabeza y pide lo que va a almorzar.

De regreso al salón de clases encuentra a Ernesto y sus amigos hablando y riendo mientras observaban atentos al salón de artes donde los chicos del coro ensayaban para el concurso del himno nacional. Yahir no entendía lo que pasaba hasta que se llevó la gran sorpresa de ver quien se encontraba en dicho salón.

─ ¿Ya viste quien se integró al coro? ─ dice Sandra acercándose a su amigo. El chico no entendía que estaba pasando pues su novia nunca le había comentado sus intenciones de entrar al coro de la escuela. Ernesto se acerca a la puerta del salón saludando a algunas chicas que estaban saliendo, pues había terminado el ensayo. Se coloca frente a Danna, comparten unas palabras y la chica comienza a buscar a alguien con la mirada hasta que hace contacto visual con su objetivo y mueve su mano en forma de saludo. Yahir tira su almuerzo a la basura y se acerca a los chicos para hacer acto de presencia.

─No me invitaron a su plática chicos─ dice el muchacho en un tono cargado de ironía.

─Justamente le estaba preguntando a Ernesto por ti─ dice Danna tratando de calmar la situación, ella intenta tomarle de la mano, pero la mueve a otro lugar.

─No creí que quisieras venir ya que estabas con Sandra viéndonos─ dice Ernesto con sarcasmo─ Yahir le tira una mirada de enorme desprecio al chico que se notaba que lo estaba disfrutando.

─Si no te molesta quiero platicar con mi novia ¿Por qué no te vas con tus amigos a jugar smash? ─ la chica no sabe lo que pasa entre esos dos y se sonroja de la pena.

─Claro que lo haré, nos vemos Danna─ dice muy sonriente mientras se aleja de los chicos.

El adolescente que por primera vez en su vida comenzaba a conocer los celos en una relación, toma de la mano a su novia hasta que llegan a la parte trasera de uno de los salones que estuvieran lo más lejos de sus amigos. La chica sin saber lo que sucedía se deja guiar por su novio hasta que ambos dejan de caminar.

─¿Te sientes bien? Estas muy raro─ cuestiona Danna confundida por los gestos y actitud de Yahir.

─ ¿Te gusta Ernesto? ─ pregunta de manera tajante.

─ ¿Qué? ¿tu amigo? Por supuesto que no

─ ¡No, él no es mi amigo! ¡Dime si te gusta o no!

─ ¡Que pregunta tan tonta, obvio no! ¿Por qué lo piensas? ¿Quién te dijo eso?

─ ¿Eso que importa? el punto es que me mentiste, primero te gustó él antes que yo y terminaste quedándote conmigo

─Dime quien te dijo esas cosas Yahir

─Fue el mismo

─No es cierto, el que miente eres tú. Sé que fue Sandra, ella me preguntó el dia en que nos conocimos si tú me habías gustado, pero no nos conocíamos y probablemente no volveríamos a vernos así que me puse nerviosa y le dije que era Ernesto. Pero Yahir siempre fuiste tú, creo que en los meses que hemos estado juntos nunca te he dado motivos para que desconfíes de mí, me entristece que dudes de mis palabras de esa manera─ el chico muerde su labio inferior para no derramar lagrima alguna.

─Estoy muy confundido, Sandra no me diría algo malo para perjudicarme

─No sé con qué intención te diría algo así, pero me queda claro que dudas de lo que te digo

─No, es eso tal vez deberíamos darnos un tiempo para pensar─ dice el chico y Danna siente que algo se oprime en su pecho, no puede creer lo que está pasando.

─ ¡¿Quieres terminar conmigo por las cosas que te dice alguien más? ¿por tus celos?! ─la chica se retira de ese lugar, pero él la detiene del brazo.

─ ¿A dónde vas?

─ ¡Con alguien que si confíe en mí! Tengo que lidiar con el intento de suicidio de mi mejor amiga, problemas en mi casa y tú quieres abandonarme cuando más te necesito─ la chica insiste en retirarse, pero él no la deja.

─ ¡Quédate conmigo por favor! Yo también te necesito Danna, perdóname por desconfiar de ti, te amo tanto que no quiero perderte─ Yahir conecta su mirada con la de ella, toma su mentón y le da un beso para demostrarle lo que siente. La joven pasa los brazos por su cuello y se pone de puntillas para estar un poco más a su altura. Parece que un beso puede decir más que mil palabras y arreglar cualquier malentendido entre ellos dos. El sonido de la campana los hace separarse del susto y ambos sonríen.

─Nadie en el mundo sabe todo lo que siento por ti Yahir, te amo demasiado─ dice Danna admirando los brillosos ojos de su amado novio.

─Nadie sabe lo que hay entre nosotros─ vuelven a probar el sabor de sus labios mientras entrelazan sus manos para no volverse a soltar.

CRECER AGRIDULCE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora